Nadie sabía por qué las mariposas Satyrini tenían venas hinchadas en sus alas anteriores. Resulta que las estructuras son audífonos.
Estados Unidos – Cuida lo que dices cerca de las mariposas, porque algunas de ellas te están espiando con sus alas. De acuerdo con una nueva investigación publicada en Biology Letters, científicos identificaron órganos auditivos incrustados en las venas de las mariposas comunes de la especie Cercyonis pegala.
Si bien era sabido que algunas especies de mariposas tienen pequeñas cavidades en forma de oreja en la base de sus alas, estas venas auditivas ubicadas en las alas son un descubrimiento totalmente nuevo.
"Este estudio resuelve un enigma centenario sobre la función de las venas hinchadas de las alas de las mariposas", concluyeron los autores. "Demostramos que funcionan en la audición".
Las venas hinchadas del ala son una característica distintiva de las mariposas Satyrini, una familia diversa de 2.500 especies con rango mundial. Están ubicadas en cada ala anterior y parecen estar reforzadas en comparación con las venas más comunes que se usan para mantener la estructura tanto en las alas posteriores como en las anteriores.
La neuroetóloga Jayne Yack y su equipo del Laboratorio Yack de la Universidad de Carleton, un laboratorio enfocado en sistemas sensoriales biológicos, notaron que las venas hinchadas estaban cerca de las cavidades del oído. Eso hizo que Yack y su equipo se dieran cuenta de que las venas podrían tener una función acústica.
Yack contó con la ayuda de Natasha Mhatre, experta en comunicación acústica de insectos de la Universidad de Toronto, quien examinó las respuestas de 30 mariposas Cercyonis pegala a diferentes sonidos de baja frecuencia en el mismo rango general que las voces humanas.
Utilizando una técnica llamada vibrometría láser, que consiste en escanear las orejas de los insectos con luz láser, Mhatre monitorea la respuesta de las mariposas a los sonidos. Descubrió que las venas formaban parte de un aparato auditivo más grande que dirige las ondas de sonido a los tímpanos, una conclusión que fue validada después de que pequeñas incisiones en las venas redujeran la sensibilidad auditiva de las mariposas.
El descubrimiento de una función completamente nueva de una característica del ala que había sido observada durante mucho tiempo muestra cuánto queda todavía por aprender sobre cómo los insectos experimentan el mundo. "La audición en las mariposas está muy extendida, pero en la actualidad se sabe poco sobre la función y la evolución de estos órganos sensoriales", dijeron Yack y sus colegas en el estudio.
Publicado originalmente en VICE.com