Una pareja creó a su nieto con esperma de su hijo muerto

Por Sergio Pérez Gavilán

Guardar
Ovocito humano con Zona pelúcida, fertilización in vitro (FIV) y tecnología de reproducción asistida (ART) con ZEISS Axio Vert. Imagen vía Flickr, por Zeiss Microscopy
Ovocito humano con Zona pelúcida, fertilización in vitro (FIV) y tecnología de reproducción asistida (ART) con ZEISS Axio Vert. Imagen vía Flickr, por Zeiss Microscopy

Sin el consentimiento de su propio hijo, lo convirtieron en padre póstumo.

México – Una de las frases más célebres de Jurassic Park, dicha por Ian Malcolm —interpretado por Jeff Goldblum—, dicta una verdad simple que cada vez es más importante tener en mente: "Tus científicos estaban tan preocupados pensando si podrían, que no se detuvieron a pensar si deberían". Un extraño suceso de eventos que pasó en dos continentes y tiene como producto un hijo de un padre que nunca conocerá hace una nueva apertura en un caso sobre consentimiento legal, la creación de vida humana y los extremos de la pérdida.

Después de que muriera su hijo de 26 años en un accidente de motocicleta, unos padres de Reino Unido decidieron cosechar su esperma para crear un nieto — o hijo del difunto — de diseñador in vitro. El polémico caso llega al descubrirse que durante todo el proceso de gestación del niño nunca existió un consentimiento previo del padre para poder llevar a cabo el procedimiento. En el momento de su muerte, los padres —y ahora abuelos—, decidieron que lo mejor sería extraer el esperma durante las primeras horas o días después del accidente, para posteriormente mandarlo a San Diego, donde se podría llevar a cabo el procedimiento.

El ahora heredero de la familia tiene cerca de 3 años y nació dentro de una clínica estadounidense debido a las estrictas leyes en Reino Unido referentes a la fertilización in vitro y a los niños "de diseñador". Según se reportó, la pareja que se encuentra a mediados de sus 50 años, quería específicamente un niño varón, cosa que no sería posible conseguir con certeza en el Reino Unido. El doctor que recibió el esperma congelado, recuperado por un urólogo al menos hasta 72 horas después del fallecimiento, es el especialista en fertilidad Dr. David Smotrich de la clínica La Jolla IVF, quien no es ningún extraño de los reflectores referentes a este tipo de caso.

Smotrich aceptó que el caso era altamente inusual, y que se sentía completamente complacido de asistir a la pareja en el nacimiento de este niño: "La pareja inglesa perdió a su hijo en las circunstancias más trágicas. Desesperadamente querían un heredero y nieto. Fue un privilegio ser capaz de ayudarlo", comentó. Sin embargo, declarando que no es cualquier tipo de petición, "producir un niño usando esperma póstumo es extremadamente extraño. Sólo lo he hecho cinco veces", dijo. El doctor también aceptó tener conocimiento de que el difunto no había dado consentimiento de la extracción y uso de su esperma en caso de muerte y no tenía una pareja que pudiera avalar lo contrario. De acuerdo con Daily Mail, expertos legales británicos confirmaron que los envueltos de Reino Unido podrían enfrentarse a prosecución legal pues cometieron actos criminales.

El doctor estadounidense comentó que los padres fueron sumamente específicos con el tipo de huevo en el que sería fertilizado y el vientre sustituto para el niño, insistiendo que fuera alguien parecida a lo que ellos creían que su hijo buscaba en una mujer, tanto en apariencia física como en "educación e intelecto". El niño nació en el 2015 en Estados Unidos con la pareja presente, quienes después se declararon sus guardianes legales para llevarlo de vuelta al Reino Unido, donde vive actualmente. Acorde a Diane Batzofin, coordinadora de la oficina del Dr. Smotrich, ella tomó la llamada inicial de la madre del hombre muerto añadiendo que "esto fue un matrimonio entre ciencia y alma. La madre me dijo que es lo que su hijo hubiera querido". Evidentemente nunca se sabrá con certeza si eso es verdad. Se especula que todo el procedimiento costó alrededor de $131,000 dólares americanos.

Publicado originalmente en VICE.com

Guardar