Es mínimo el 10 por ciento, gente.
En las sabias palabras del fallecido Anthony Bourdain, "si eres muy codo o muy grosero con el mesero, para mí estás muerto. Eres más bajo que las heces de ballena". Bueno, Chef, en nombre de aproximadamente dos tercios de los millennials que dejan propinas de menos del 10 por ciento, me disculpo.
De acuerdo con un estudio reciente de Creditcards.com que incluyó a 1,000 personas mayores de 18 años, la mayoría de los millennials son los peores para dar propina, y uno de cada diez decide no dejar propina cuando salen a comer. (Lo cual es horrible, considerando que la mayoría de los meseros obtienen la mayor parte de su sueldo de las propinas y el salario mínimo para los empleados que reciben propinas es de 88,36 pesos).
"La verdad es que muchos trabajadores cuentan con las propinas para generar una gran parte de sus ingresos", explica Matt Schulz, analista senior de la industria de CreditCards.com. "Para ellos, no sólo se trata de educación. Se trata de poder mantener a sus familias y llevar alimentos a sus propias mesas". De hecho, muchos jóvenes de la generación milénica dicen que preferirían deshacerse de las propinas por completo y, con gusto, pagarían más por la comida en sí, dice Schulz.
Creditcards.com también descubrió que, en promedio, las personas con mayores ingresos y títulos universitarios dan más propinas que aquellos con niveles más bajos de ingresos y educación, las personas mayores tienden a dejar más propina que las personas jóvenes y las mujeres un 4% más que los hombres.
El estudio atribuye este espantoso fenómeno, entre otras cosas, a los cambios en los métodos de pago de los restaurantes en los últimos años. Cada vez hay más restaurantes que se están cambiando a los métodos de pago digitales, de esa forma los comensales ya no tienen que ver directamente a su mesero cuando dejan una propina baja. En otras palabras, los millennials ya no se avergüenzan si dejan menos del 10 por ciento, y que cada vez haya menos interacción humana es un factor importante.
Todo este asunto de no dejar propinas me da la misma vergüenza que siento cada vez que veo la escena de apertura de Perros de Reserva. No sólo se deja propina porque es lo correcto, dejas propina por el servicio y la experiencia, al menos en principio. No sólo porque pienses que tomar la orden de las personas y llevar los platos de la cocina a su mesa es fácil (lo cual, por cierto, no es así) significa que no dejarás propina.
Y si de plano no se te da la gana dar propina, limítate a pedir comida a domicilio. Ah, pero asegúrate de darle el 10 por ciento a tu repartidor también. No dejar propina no es ilegal, pero te convierte en un idiota.
Publicado originalmente en VICE.com