10 maravillas naturales y su paleta de colores

Por Sergio Pérez Gavilán

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La armonía natural analizada por su composición cromática.

Desde los fríos azules de Islandia, hasta los naranjas del Gran Cañón en Estados Unidos, la naturaleza está compuesta cromáticamente en concordancia con su ambiente y temperatura. Un color lleva a otro de manera orgánica y pacífica, sin pretender que eso hiciera a la naturaleza predecible, pues es todo menos eso, de una manera simplemente funciona como una armónica composición que no demanda comprender todo acto del paisaje natural. Solamente pide disfrutarlo.

El recorrido comienza con el Salar de Uyuni, Bolivia, que presume cómo la sequía y los colores del atardecer se pueden mezclar sin perder propiedad ni textura, para continuar a través de las frías montañas de Nueva Zelanda y los violetas campos de Francia. Las imágenes fueron generadas para una campaña por el estudio inglés de diseño NeoMam y buscan retratar la naturaleza incentivando una cosa: conocer más de todo lo que ofrece el mundo natural.

Salar de Uyuni – Bolivia

Los afamados salares ubicados en Los Andes, hacia el sureste de Bolivia, son la expansión de sal más grande del mundo con más de 11,000 kilómetros cuadrados de extensión. Las investigaciones han mostrado que este atípico paisaje natural se dio debido a la sequía de un lago prehistórico que solamente dejó como huella un mar de sal que solamente parece ser visitado por flamingos rosas de la región.

Mt Cook – Nueva Zelanda

La montaña más alta de Nueva Zelanda, con 3724 metros de altura es una de las destinaciones más populares de la isla oceánica que atrae a turistas de todo el mundo, tanto para observar su imponente construcción, como para retar a los escaladores de piedra y hielo más atrevidos del mundo. Ubicado en la isla sur, Mt Cook presenta una gama de color fría y verdosa.

Okavango Delta – Botsuana

El delta del río Okavango fue declarado en 2014 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ubicado en el noroeste del país africano, Botsuana, el río ha sido una fuente de vida y agua para miles de comunidades alrededor de Botsuana desde antes de que existiera la nación. Además de albergar incontables formas de vida o asegurar la protección de muchas otras, el río también proporciona un hábitat para varias de las especies mamíferas más cercanas de extinción del mundo, como el chita, rinoceronte blanco, rinoceronte negro, perro africano salvaje y león.

Cueva Benagil – Portugal

La estructura rocosa con tonos pasteles, amarillos y naranjas, parece ser sacado de una película de ciencia ficción. Las formaciones parecen ruinas circulares que solamente pudo haber hecho una civilización perdida. Ubicada al sur de Portugal en Lagos, la atracción natural turística que sólo se puede llegar con pescadores locales o nadando un buen trecho, consta de más de una cueva por lo que la foto no le puede hacer justicia a todos los ángulos que puede ofrecer.

Arashiyama – Japón

El distrito de Arashiyama en Kioto, Japón, es uno de los más reconocidos de la isla asiática por sus maravillosos jardines, templos y zoológicos hechos por el hombre, pero poco se pueden comparar con el bosque natural de bambú que transportaría a cualquier visitante a una realidad alterna. Verde chillón con naranja predomina un paisaje difícil de encontrar.

Vatnajökul – Islandia

El segundo glaciar más grande de Europa, y el más grande de toda Islandia, mide alrededor de 8,000 metros cuadrados lo cual equivale al 8 por ciento de toda la superficie de todo el país. Dentro de él hay volcanes, ríos y escenarios que escapan la imaginación. Frío e inhóspito, el glaciar Vatnajökul se ha visto afectado por el calentamiento global, disminuyendo su extensión en los últimos años.

Bahía Halong – Vietnam

Naranjas y ocres dominan el paisaje del sureste asiático en la Bahía Halong, estimada como una de loas 7 maravillas naturales del mundo. Conocidas por sus pequeños islotes y formaciones rocosas que la rodean, la bahía es reconocida mundialmente por su agua verde como el jade tanto que su nombre, Ha Long, lo toma a partir de una leyenda de un dragón que escupe joyas preciosas al agua. El nombre significa dragón descendiente.

Provenza – Francia

Es difícil imaginar paisajes con mayor contraste e inesperada belleza como los campos de lavanda que florecen en verano en los Alpes franceses. Provenza es toda una región con miles de años de historia humana y natural que perteneció al reino de Aragón durante casi toda la edad media baja, hasta 1486, cuando fue anexada por el rey Luis XI de Francia y ha formado parte del estado desde entonces.

Cañón Bryce – Estados Unidos

El Cañón Bryce no es el más grande de todas las formaciones del afamado Gran Cañón americano, sin embargo, consta con el particular anfiteatro de "hoodos", es decir, la colección más grande del mundo de piedras que se apilan naturalmente de manera horizontal. Además de tener una variedad de color ineludible, pasando de azules hasta negros, blancos y grises.

Lago Louise – Canadá

Ubicado en la provincia de Alberta, el Lago Louise toma su nombre a partir de la cuarta hija de la reina Victoria del Reino Unido, quien estuvo casada con el gobernador general de Canadá. El lago está formado a partir del derretimiento paulatino de varios glaciares y el flujo de nieve descendiente de las montañas a su vez que el contacto cercano con el glaciar Victoria. La paleta de colores, como se puede ver, hace contrastes directos entre el turquesa, amarillo y blanco, uniendo todos los colores entre ellos.

Publicado originalmente en VICE.com

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