Romper con alguien es difícil, especialmente cuando se trata de mudarse, cambiar nombres en un contrato de arrendamiento o decidir quién se queda con las plantas de la casa.
Lo único peor que tener que volver a entrar al mundo de las citas es tener que volver a entrar al mundo de la búsqueda de departamento al mismo tiempo. Romper con una pareja con la que vives (o que rompan contigo) generalmente significa ponerte justo en esa situación. A eso agrégale tener que decidir quién se queda qué cosas y qué demonios vas a hacer con un contrato de arrendamiento que no se termina hasta dentro de cinco meses, y está claro que esta situación puede complicarse muy rápido.
Últimamente, cada vez más personas que tienen una relación deciden vivir juntas. Entre 2007 y 2016, el número de parejas que no están casadas y viven juntos aumentó en un 29 por ciento. Hoy en día, según el Pew Research Center, alrededor de 18 millones de personas viven con sus parejas en Estados Unidos.
Ya sea porque estamos en la ruina, o porque encontrar el amor es muy raro hoy en día que queremos vivir con nuestras parejas si tenemos la suerte de encontrarlas, parece que la tendencia de cohabitar no se va a ir pronto. Por lo tanto, tampoco va a desaparecer el hecho de tener que romper con la pareja con la que vivimos. Ya que esta situación parece demasiado complicada, llamamos a un experto para que nos guiara: la terapeuta de parejas Shira Etzion.
Antes de la ruptura
Mientras decides si deberías romper con la persona con la que vives, lo más probable es que empieces a pensar en dónde vas a vivir: pero este lugar me gusta mucho… buscar otro departamento es cansado… ni siquiera sé si puedo pagar algo yo solo. Según Etzion, no deberías basar el destino de tu relación en un lugar donde vivir. "Si sabes que es alguien con quien ya no quieres estar, entonces ya no quieres estar con ese alguien", dice. "Entonces, las circunstancias de vida son el siguiente obstáculo que tienes que enfrentar".
Una vez que hayas tomado la difícil decisión de ponerle fin a tu relación, tienes que terminarla en serio. Antes de hacer eso, lo mejor es prepararte para lo que vas a hacer después; pasar la noche con la persona con la que acabas de terminar una relación generalmente no es lo ideal. Basándose en los relatos de sus pacientes, Etzion dice que "la mejor experiencia emocional que la gente ha tenido [al pasar por una ruptura con una pareja con la que vives] ha sido por salir corriendo de allí e inventar un plan para que lo puedan hacer tan pronto como sea posible. "Esto no significa que inmediatamente después de la separación vas a tener un lugar esperando, pero puede ser que le llames a algunos amigos o familiares para ver si te puedes quedar con ellos durante unos días mientras arreglas las cosas. Que no te dé pena pedir ayuda.
La ruptura
Mantener la cordura durante una separación siempre es bueno, pero cuando terminas con alguien con quien vives, es absolutamente necesario. Los dos van a tener mucho tiempo para enojarse después de la separación, y no va a estar divertido que te den ganas de arrancarte la cabeza cada vez que veas a tu ex. Etzion enfatiza que por lo general mantener un trato amable es posible, incluso si las cosas al final de la relación fueron horribles. "Sabes que terminaste algo que ya no funciona para ti y mantenerte alejado de esa toxicidad puede ser fortalecedor", dice ella.
Es útil reconocer que la conversación para la ruptura no es la última conversación que tendrán, pero las cosas obviamente serán diferentes después. "No significa que la relación haya terminado, pero sí el tipo de relación que tenían, y es importante no resistirse a eso", dice Etzion. "[Estás] revirtiendo cualquier dependencia hacia tu pareja, volviendo a la autonomía y a la independencia".
Después de la ruptura
Ahora es cuando el verdadero trabajo comienza. Las rupturas rara vez son perfectas. Aunque sería bueno tener un lugar que esté listo para que te mudes justo después de que termine la relación, eso no siempre es posible, especialmente no de inmediato. Si tienes que vivir con tu ex después de tu separación, Etzion aconseja que hagas algunos acuerdos que honren el hecho de que la forma de tu relación ha cambiado, incluso si tu situación de vida aún no. Podría ser que uno se duerma en el sillón ahora, o que mueva sus horarios para minimizar el tiempo en la casa, o que ambos acuerden no empezar a salir con otras personas hasta que alguien se mude. Sea lo que sea que decidas, sé honesto con tus necesidades y quédate con ellas (es decir, recuerda que meterte con tu ex puede ser tentador, pero no va a ayudar a la causa).
“No significa que la relación haya terminado, pero sí el tipo de relación que tenían, y es importante no resistirse eso”.
Ahora, si uno o los dos se está mudando, a menos que las estrellas se alineen para que suceda al mismo tiempo que se acaba el contrato, que significa que ambos son libres de encontrar nuevos lugares, probablemente te preguntes qué hacer con la renta. "En teoría, y esto se reduce a una cuestión de integridad personal, yo diría que cumples con tus compromisos", dice Etzion. "Incluso si ya no viven juntos o no se hablan entre sí, si se comprometen a pagar una renta, a menos que puedan encontrar a alguien para ocupar ese lugar o alguien para subarrendar, tienes que pagar la renta".
Independientemente de si te mudas o te quedas, Etzion dice que rodearte de un nuevo espacio es muy importante en este momento. Si te vas a mudar, eso sucederá naturalmente, pero si te quedas en el hogar que compartieron, es muy importante que tengas un cambio físico de espacio que te ayude a considerar este momento como un nuevo comienzo. "Quieres alejarte de la relación de todas las maneras posibles, y algunas veces eso incluye los muebles que compraron juntos o el color de las paredes, o lo que sea", dice Etzion.
Cuando se trata de separar las cosas, trata de ser justo a pesar de cualquier enojo u otro resentimiento que probablemente tengas. Considera quién compró qué, quién lo usa más y si quedarte algo sentimental te causará más dolor que alegría. Etzion dice que es importante reconocer que "una ruptura es una ruptura en todos los niveles, y es un cambio en todos los niveles… a veces la relación con la cafetera también se tiene que terminar".
Estos cambios pueden parecer tediosos y difíciles, pero está bien. "El punto de este período de tiempo no es la comodidad, es la incomodidad", dice Etzion. Mudarse siempre es difícil. Las rupturas siempre son difíciles. Hacer las dos cosas va a ser difícil, pero valdrá la pena abandonar una relación que te frena. Además, la próxima vez sabrás algunas cosas antes de decidir mudarte con una pareja. Si alguna vez vuelves a pensar en eso, Etzion dice que es vital "cuestionar el por qué se van a mudar juntos" y asegurarte de que ambos conozcan las intenciones del otro (no sea que acabes mudándote con alguien que piensa que la mudanza básicamente significa que estás comprometido, cuando tú sólo querías ahorrar un poco de dinero para la renta).
Publicado originalmente en VICE.com