Desperdiciar cerveza no está bien, pero gracias a esta empresa quizá lo hagamos sin tanta culpa.
La cerveza es ideal para hacer muchas cosas: cocinar, apoyar causas nobles, ponerte en contacto con tu fe, pero no para desperdiciar. Diablos, hasta la cerveza más asquerosa merece ser bebida. Pero si alguna vez has visitado una cervecería, seguro habrás notado un paso evidente del proceso: la cebada usada para hacer la base de la cerveza se seca, se agrieta, se hierve y se mantiene en hervor… el resto simplemente se tira. De la misma forma, las verduras para hacer un caldo ofrecen toda su bondad en favor del producto líquido y, luego, simplemente se tiran. El proceso de elaboración de cerveza ha funcionado de esta manera desde hace casi una eternidad, y el "grano gastado" se destruye o se transporta a las granjas para convertirse en alimento de ganado.
Sarah Pool, fanática de la cerveza y ex directora general de Pacific Superfood Snacks, no podía soportar tanto desperdicio. Ella tenía el ideal de encontrar una forma de aprovechar la cebada desperdiciada para que todo ese grano fibroso no fuera desechado, y ahora está haciendo justo eso con Canvas .
La empresa mezcla el grano usado (lo llaman grano "salvado") con nueces de la India, leche de coco, proteína de chícharos y saborizantes como el matcha y la cúrcuma (muy a la moda), luego lo embotellan en envases con un diseño minimalista. Los venden a través de Kickstarter.
"Los cerveceros hacen lo suyo, hacen cerveza", explica, "y no tienen tiempo para pensar qué hacer con el grano sobrante… Gracias a los granos tenemos este producto increíble —la cerveza—, pero los restos son igual de asombrosos. Dentro hay toneladas de fibra y proteína, descansando ahí, esperando a convertirse en algo mejor".
Una vez que Pool concibió la idea, tuvo que encargarse de los detalles. "El grano es altamente perecedero, así que tuvimos que pensar cómo solucionar ese problema", me cuenta. "Una vez lo resolvimos, pudimos salvar el grano y surgió la pregunta '¿En qué podríamos convertirlo?' Así nació Canvas".
El resultado es una combinación entre leche de nuez espesa y suplementos dietéticos; una botella tiene alrededor de 250 calorías, así que se trata más de un aperitivo que de una comida completa. O como Pool lo describe: "Es un alimento equilibrado, una rápida solución, cuando la necesites. Nosotros lo tomamos para el desayuno todos los días. No es el reemplazo de una comida y tampoco es la típica bebida láctea; en realidad creamos una nueva categoría".
Cabe destacar que Canvas no es una marca nacida gracias a Kickstarter, están totalmente respaldados por ZX Ventures, el activo brazo de crecimiento de AB InBev.
"Sabíamos que para lograrlo, necesitábamos al socio más grande y mejor. Más bien somos una compañía independiente que funciona dentro de AB InBev. Canvas tiene su propia identidad, su propia cultura y estilo", insiste Pool. Es una sociedad genial, si lo piensas detenidamente, el grupo tiene la oportunidad de acercarse a los jóvenes —más preocupados por el desperdicio de comida, amantes de los pequeños negocios y las iniciativas revolucionarias— a través de Canvas. "El proceso de investigar cómo ahorrar granos es costoso. Contar con AB como apoyo para encontrar una solución es muy importante".
El producto está a la venta en Kickstarter por ahora, pero Canvas tendrá su propio sitio de comercio electrónico. ¿El objetivo final de Canvas? Utilizar los 4 millones de kilos de grano desperdiciado que se desechan anualmente y convertir esos restos en una solución para problemas más graves aún. Pool dice, "Estamos atravesando una epidemia de obesidad, un tercio de la población mundial está desnutrida; hay mucho que se puede hacer con los granos sobrantes".
"No se trata de hacer un producto para vender", asegura Pool. "Se trata de causar un gran impacto".
Publicado originalmente en VICE.com