En este país las diez personas más ricas tienen lo mismo que la mitad de los pobres y esto es alarmante; por eso Oxfam hizo un decálogo que debería ser tomado en cuenta por los candidatos a la presidencia.
Si las diez personas con más dinero en México pudieran juntar su riqueza, sumarían exactamente el capital que posee la mitad más pobre del país. Así de desigual es una de las naciones latinoamericanas en donde con más naturalidad conviven la opulencia y la pobreza más extrema.
Según Oxfam, una organización internacional que realiza labores humanitarias en 90 países, esta crisis es mundial. Pero el caso de México resulta alarmante.
De acuerdo con datos provenientes de su más reciente informe, llamado México justo: propuesta de políticas públicas para combatir la desigualdad, el país forma parte del 25 por ciento de las naciones más desiguales del mundo. Y las medidas puestas en marcha por las autoridades para hacer algo al respecto han sido insuficientes.
La coyuntura electoral de este 2018 alentó al equipo de Oxfam México a hacer algo con los datos de desigualdad económica que se plasmaron en el informe. Así fue como armaron una serie de propuestas, que se concretaron en un decálogo para —desde la trinchera de las políticas públicas— combatir el fenómeno.
Acá, las diez medidas a través de las que esta situación en el país podría mejorar:
1.- Consolidar un sistema de seguridad social universal efectivo.
2.- Incrementar los recursos de las cinco entidades federativas más pobres del país para mejorar la infraestructura escolar, aumentar becas y construir nuevos hospitales.
3.-Incentivar la matriculación escolar en el nivel medio superior.
4.- Una nueva política industrial para que los trabajadores mexicanos puedan insertarse en el mercado internacional con empleos dignos y de calidad.
5.- Elevar el salario mínimo hasta la línea de bienestar seguido de aumentos graduales de acuerdo a la inflación del país.
6.- Creación de mecanismos innovadores para la exigencia de transparencia y rendición de cuentas.
7.- Restablecimiento de un impuesto a la herencia.
8.- Mejor recaudación del impuesto predial sobre la propiedad.
9.- Mayores impuestos a rendimientos de instrumentos de renta fija y variable en mercados de capital.
10.- Evaluar y diseñar un piloto para implementación del Ingreso Básico Universal.
Hasta hace unos cinco años, poco se hablaba de desigualdad. Los discursos políticos y las primeras planas de los periódicos replicaban por miles la palabra "pobreza". Hoy este tema es parte de la discusión y la preocupación de los mexicanos. Lo que falta es responder a ello con acciones.
Según Ricardo Fuentes-Nieva, director ejecutivo de Oxfam México, la finalidad del decálogo que elaboraron es que quienes busquen un puesto de representación popular este año las integren en sus planes de gobierno.
En el informe de la organización hay un dato que podría desalentar muchos ánimos: antes de que existiera el programa gubernamental Prospera —que otorga recursos a casi siete millones de familias mexicanas en los rubros de alimentación, salud y educación—, casi la mitad de la población vivía en pobreza de ingresos y, después de invertirle 952 mil millones de pesos (unos 51 mil millones de dólares) entre 1997 y 2016, la pobreza sigue prácticamente en el mismo nivel.
Sin embargo, dice Fuentes-Nieva, iniciativas como la del decálogo podrían ser un buen inicio para cambiar el estado de cosas actual. Y la ciudadanía esta vez tendrá mucha oportunidad para incidir en ello.
Desde ahora, en la página web de Oxfam México se cuenta con la opción de que los usuarios firmen una petición virtual, mediante la que se podrá solicitar a los contendientes por la Presidencia de la República tomar en cuenta el decálogo para sus propuestas de campaña.
"El cambio no se va a dar de la noche a la mañana, pero por algo podemos empezar", asegura Fuentes-Nieva.
Publicado originalmente en VICE.com