La luz de estrellas y galaxias alienígenas reveló una cámara escondida dentro de la emblemática construcción patrimonio de la humanidad.
Un espacio antiguamente desconocido se detectó dentro de la Gran Pirámide de Guiza, según un estudio publicado en Nature. El hallazgo marca la primera vez desde hace poco más de un siglo que una estructura de gran tamaño es encontrada dentro de esta construcción que forma parte del patrimonio cultural de la humanidad. Este hallazgo indica que la Gran Pirámide, también conocida como la pirámide de Khufu, tiene una cámara o una serie de cámaras que ha permanecido oculta, presumiblemente, desde la construcción de las propias pirámides, o sea desde hace 4,500 años.
Dirigidos por Mehdi Tayoubi, presidente del instituto francés sin fines de lucro Preservación e Innovación para el Patrimonio (HIP), y Kunihiro Morishima, físico y profesor en la Universidad de Nagoya, los autores del estudio pudieron detectar esta bóveda secreta gracias a un método no invasivo llamado tomografía con muones. Si bien el nombre no es sexy, este método aprovecha la energía de la luz proveniente de estrellas y galaxias distantes para analizar estructuras delicadas en la Tierra, así que resulta ser una técnica atractiva indudablemente.
"Desde un punto de vista científico, estamos seguros de que la bóveda existe", dijo Hany Helal, coautor del estudio y profesor de ingeniería de la Universidad del Cairo, durante una conferencia de prensa para Nature el miércoles pasado. "¿Qué significa? ¿Por qué está ahí? ¿Cuál es el propósito de esta bóveda? Debemos tener conversaciones con especialistas internacionales en Egiptología para saberlo".
Durante el siglo XIX, egiptólogos se adentraron físicamente en la Gran Pirámide para explorar las tres cavidades más grandes hasta el momento: la Cámara del Rey, que era una tumba; la Cámara de la Reina, cuyo propósito sigue estando en debate; y el corredor de la Gran Galería que conecta ambos espacios. Ubicado a 40 o 50 metros sobre la Cámara de la Reina, esta nueva cavidad encontrada presenta una dimensión similar a la Gran Galería y mide alrededor de 30 metros de manera transversal.
La habitación sólo ha sido analizada de manera indirecta, con ayuda de la radiación cósmica de muones. Estas partículas energéticas elementales son creadas cuando la luz más allá de nuestro sistema solar —emitida por estrellas que explotan, nébulas radiantes y galaxias vecinas— chocan contra la atmósfera de la Tierra. Entonces, las partículas se derraman sobre la superficie del planeta y atraviesan sus estructuras, incluyendo la Gran Pirámide.
"Si tienes un detector de muones detrás o debajo de un objeto que quieras analizar, sólo debes contar la cantidad de muones que provienen de una dirección determinada", explicó Sébastien Procureur, coautor y físico para la Comisión de Energía Atómica y Energías Alternativas Francesa (CEA). "Esta cantidad de muones —el flujo de muones— te indica la densidad promedio de la materia en esa dirección".
Al colocar tres variedades distintas de detectores de muones en la Cámara de la Reina, el equipo pudo trazar el contorno de la bóveda escondida y confirmar sus existencia múltiples veces. El espacio también apareció cuando el equipo colocó detectores afuera de la pirámide, lo cual aumentó la confianza sobre su existencia.
Tengo malas noticias para cualquier curioso que esté ansioso por ver qué es lo que encierra este misterioso espacio, y buenas noticias para quienes piensan que las cámaras secretas de las pirámides egipcias deben permanecer intactas: no hay planes, hasta este momento, para adentrarse intrusivamente a la misteriosa cámara. Si bien antes era común para los arqueólogos excavar sitios antiguos, las exploraciones en las históricas construcciones de Guiza ahora están reguladas estrictamente para preservar su integridad histórica y estructural.
"Me parece que este espacio ha permanecido escondido desde la construcción de la pirámide", dijo Tayoubi. "No es accesible. Necesitábamos esta técnica nueva, la técnica adecuada en el momento adecuado, para poder identificarla y descubrirla".
Esta estimulante investigación es fruto del colectivo internacional ScanPyramids, lanzado el 25 de octubre de 2015 por la Facultad de Ingeniería del Cairo y el Instituto HIP. A raíz de una serie de estudios que utilizaron detectores de muones avanzados para mapear áreas delicadas, desde el sitio de la catástrofe nuclear en Fukushima hasta volcanes activos, el equipo de ScanPyramids buscó adaptar esta tecnología para analizar los misterios de los monumentos emblemáticos de Egipto.
Aún así, quedaron "muy sorprendidos", afirmó Tayoubi, cuando descubrieron un espacio tan grande y vacío sobre la Cámara de la Reina.
"Estamos muy emocionados de traer más atención a este proyecto y recibir a más investigadores que quieran unirse y ayudar", añadió. "Pienso que dentro de cada ingeniero y científico hay un niño, y todos esos niños sueñan con pirámides".
Dado que la pirámide tiene una reputación como fuente de inspiración para generar teorías de conspiraciones, variando desde la hipótesis de Ben Carson de que fue construida para almacenar granos hasta la idea de que sus constructores recibieron ayuda de los aliens, es alentador que este sensacional descubrimiento no haya requerido gorros de aluminio, sino sólo rayos cósmicos. Quizá sea un poco menos interesante que las teorías sobre alienígenas, pero al menos podemos celebrar que las luces de fuentes alienígenas descubrieron nuevas cosas sobre la Gran Pirámide.
Publicado originalmente en VICE.com