Conoce cómo este chico ha logrado tener 7.000 ‘matches’ en Tinder

Por David Barker

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Todas las fotografías son cortesía de Josh
Todas las fotografías son cortesía de Josh

Le preguntamos con qué mensaje abre sus conversaciones.

Josh es un estudiante de Enfermería de 29 años. Vive en los valles del sur de Gales, donde nació y creció; es vegetariano, gran admirador de David Bowie y espera poder especializarse en el campo de la salud mental, una materia que le apasiona. Tiene un timbre de voz suave, de barítono, y un ligero acento galés. Ah, y también tiene unos 7.000 matches en Tinder.

VICE: ¿Cuándo te descargaste Tinder por primera vez?
Josh: La primera vez fue en 2013, y desde entonces lo he estado usando periódicamente.

—¿Qué esperabas encontrar?
—Alguien con quien salir u otros amigos gays o afines a mí. Nunca había usado una aplicación de citas, así que para mí era todo bastante novedoso, pero me tranquilizaba saber que, al menos, solo podía hablar con gente que estaba interesada en mí.

—Sí, eso ayuda. Y ¿has encontrado esas citas o amistades que buscabas?
—Bueno, ¡te he encontrado a ti, David!

—Cierto. Seguramente cuando edite el artículo, esto lo eliminaré. ¿En qué se diferencia Tinder de otras aplicaciones?
—Yo lo prefiero. Es una aplicación muy limitada, pero está bien como punto de partida. Ayuda más a que fluya la conversación que otras aplicaciones, y como no se pueden enviar fotos, no te avasallan con imágenes obscenas todo el tiempo. Al estar conectada con otras redes sociales como Facebook, Spotify e Instagram, te puedes hacer una idea de cómo es la otra persona antes de entablar conversación. Por otro lado, eso le quita un poco de gracia al tema de salir con alguien, imagino.

Pero también hace que sea un poco más difícil —aunque no imposible— que la otra persona se haga pasar por quien no es. ¿Te ha ocurrido alguna vez?
(Risas.) Creo que sí, pero no lo sé con certeza. Ahora que lo mencionas, ya me he encontrado varias veces al actor Jamie Dornan por ahí. Un poco sospechoso, ¿no?

—¿Indicaste que te gusta?
—¡Por supuesto!

—Bueno, como dices, luego ambos deben estar de acuerdo en charlar con el otro. ¿Eres muy selectivo a la hora de aceptar candidatos?
—Quiero pensar que sí. Al principio me esmeraba mucho en leer todo el perfil antes de decidir, pero últimamente me rijo por la primera foto que veo. Si alguien no te atrae físicamente, ¿qué sentido tiene seguir con la cita?

—¿Sueles ser tú el que envía el primer mensaje o esperas que sean ellos los que empiezan la conversación?
—Depende. Si me gusta el físico del chico o si creo que tenemos mucho en común, no me importa ser el primero en enviar un mensaje.

—¿Con qué mensaje empiezas tus conversaciones?
—No tengo ninguno prefijado. Normalmente les pregunto cómo les va el día o menciono algo de su perfil que me ha parecido curioso.

—¿Qué crees que debe tener un buen mensaje de presentación? ¿Hay alguno que te haya llamado especialmente la atención?
—Me llama inmediatamente la atención cuando alguien me dice que sus gustos musicales coinciden con los míos. O cuando me proponen ir a tomar algo en lugar de estar chateando horas y horas.

—¿Qué es lo peor que te han enviado?
—A uno dejé de gustarle cuando supo que soy de Gales. Aparte de eso, con el resto ha ido bien. No es como con Grindr.

—¿Cuántos matches tienes ahora?
—Unos 7.000. Hace tiempo que no lo uso.

—¿Cómo puede ser que tengas tantos admiradores viviendo en una región tan poco poblada de Gales?
—Porque tengo Tinder desde hace unos años y se han ido acumulando. Las coincidencias se basan en la ubicación, por lo que es posible conocer a alguien que viva en un sitio cercano —como Bristol o Dorset— pero al que no sea fácil viajar. Eso puede ser bastante frustrante. Voy a Londres con mucha frecuencia, así que también tengo matches allí.

—De esos 7.000 hombres, ¿a cuántos has conocido en persona?
—Habré salido con unos 15 o 20, y solo con uno de ellos tuve una relación seria.

—Y ¿con cuántos de ellos chateas regularmente?
—Si alguien hace el esfuerzo de hablar conmigo, siempre intento responderle para ver si puede salir algo. Por desgracia, no siempre dispongo de tiempo. Pero bueno, debo decir que algunos de mis mejores amigos los he conocido en Tinder.

—Como a mí.
—¿A que no te atreves a poner eso en la entrevista?

—Ya verás. ¿Por qué crees que tantos tíos indican que les gustas?
—Eso tendrás que preguntárselo a ellos. Supongo que porque les gustarán mis fotos o creerán que podríamos congeniar.

—¿Así de fácil es? ¿Solo hay que ser amable y atractivo y te lloverán los matches?
—Sí. Esto de las citas es bastante sencillo, en realidad. No hay necesidad de complicar las cosas.

—¿Te gusta Tinder? ¿Sigues teniendo la esperanza de encontrar lo que buscas?
—Supongo que me sirve como distracción, aunque también me encanta conocer a alguien que me haga querer borrar la aplicación. Dos terceras partes de mis relaciones han sido con hombres a los que he conocido de forma convencional, a través de amistades o en la universidad, por lo que podría decirse que Tinder todavía no me ha dado lo que buscaba.

Publicado originalmente en VICE.com.

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