No hay duda de que el peor lugar para un condenado es una prisión municipal, y así lo señala el más reciente informe de la CNDH. Fuimos a Tabasco para hacer un recorrido por dos de estas cárceles que te mostramos en esta fotogalería.
En México hay cuatro tipos de cárceles: las federales, las estatales, las municipales y las militares, pero desde hace años, las que se llevan las peores calificaciones en materia de condiciones de vida y respeto a los derechos humanos son las municipales.
El peor lugar para un condenado es una prisión municipal, y así lo señala el más reciente Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016 elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Según este documento, los centros penitenciarios municipales fueron los que se llevaron la más baja calificación con un promedio nacional de 3,9. Le siguieron los 6,2 puntos obtenidos por los centros estatales, los 7,2 de los federales y la calificación de 7,9 obtenida por las prisiones militares en la misma evaluación.
En su mayoría, se trata de sótanos en los que sus habitantes no tienen ni un ápice de esperanza para rehabilitarse: la gran parte de estas cárceles municipales no tienen talleres, canchas o espacios para el estudio. Se encuentran hacinadas e insalubres y son tan diminutas que muchas veces están dentro de los propios palacios municipales. Muchas de estas prisiones se reducen a dormitorios pestilentes y letrinas rebosantes de excremento. La condena ahí es ver transcurrir el tiempo sin hacer nada. Pasar los días y las noches en esas estancias, sin ocupación alguna.
Fuimos a visitar un par de cárceles municipales en Tabasco, una entidad al sureste del país. Ahí entramos a las prisiones de los municipios de Jalpa y Nacajuca, ambas ya deshabitadas.
"Bienvenido a la casa del terror"
La primera cárcel municipal a la que tuvimos acceso fue a la de Jalpa. Un fuerte olor a humedad invade las pequeñas celdas, las cuales están completamente descuidadas e insalubres. Ahí al menos unos 30 reos compartían el espacio.
Para pasar el tiempo los prisioneros dibujaban sobre las paredes de las celdas, y en una de ellas podemos observar una Santa Muerte gigante con todos los nombres de la banda delictiva recluida en ese tiempo.
El policía que nos dio el recorrido por la cárcel de Jalpa se limita a decir que el "infierno" es estar en estas condiciones.
En la municipal de Nacajuca la situación no es mejor. Hay varias celdas sobre el mismo pasillo que guía al patio, y en una de ellas un reo se suicidó, según nos cuenta la jefa de prensa del municipio. En su celda se encuentra un dibujo de Jesucristo que los compañeros hicieron en su memoria.
Ya en el pequeño patio podemos observar más celdas en pésimas condiciones y una de ellas nos recibe con la leyenda "Casa del terror". Si subimos unas escaleras hacia la azotea encontraremos el área en que estaba la población femenil, también en condiciones deplorables.
Publicado originalmente en VICE.com.