Los niños de un kínder en China recibieron inyecciones y pastillas sospechosas

Por Tim Hume; traducido por Laura Castro

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Las denuncias de al menos ocho familias sobre estos sucesos se dieron en un jardín de niños de Beijing, y ya se ha suspendido a tres profesores.

Tres maestros de un kínder en Beijing fueron suspendidos después de que varios padres afirmaran que sus hijos habían sido inyectados con sustancias desconocidas la semana pasada.

Desde que surgieron las denuncias de que los niños de al menos ocho padres habían sufrido abusos, y les habían suministrado pastillas e inyecciones, los padres han estado protestando afuera del jardín infantil ubicado en el exclusivo distrito de Chaoyang en Beijing.

En respuesta, las autoridades de la capital china han lanzado una serie de controles de seguridad en las guarderías locales.

"Mi hijo tiene sólo tres años y medio, y encontré marcas de aguja en sus muslos y sus nalgas. Estoy temblando de ira en este momento", dijo uno de los padres, según la agencia de noticias estatal Global Times.

Los padres han estado exigiendo acceso a las imágenes de vigilancia que podrían confirmar el abuso después de que los niños afirmaran que les habían dado píldoras para hacerlos dormir, y que otros informaran que habían sido examinados físicamente en una habitación oscura.

Hay fotografías de las presuntas marcas de aguja en los cuerpos de los niños circulando en línea, lo cual generó una gran indignación en Weibo, el equivalente chino de Twitter.

Este es el tercer escándalo de abuso que afecta recientemente al ámbito de la educación infantil temprana en China, creando pánico entre los padres de clase media que envían a sus hijos a jardines infantiles privados.

A principios de este mes, hubo denuncias acerca de que el personal de una guardería en Shanghai había golpeado a los niños bajo su cuidado y los había forzado a comer wasabi.

El jardín de niños que es blanco de las recientes acusaciones es dirigido por la compañía RYB Education, que dice ser el mayor proveedor de servicios educativos para la primera infancia de China, con más de 1.100 guarderías y centros preescolares en todo el país.

La compañía declaró en un comunicado que "lamentaba profundamente" la situación y que estaba en espera de los resultados de las investigaciones policiales.

"Estamos cooperando con la policía proporcionándole el material y equipo de vigilancia relevante. Los maestros involucrados han sido suspendidos ", decía el comunicado.

Publicado originalmente en VICE.com

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