Aparentemente, todo lo que necesitaba era vestirse como un papá.
La policía capturó a un recluso de la cárcel de West Virginia que había escapado al ponerse un suéter y un par de pantalones caqui, informó la CNN.
Mientras que la mayoría de los presos recurren a artilugios de alta tecnología, papel maché o usos brillantes de la mantequilla de maní para ayudarse a escapar, Todd Wayne Boyes, de 44 años, aparentemente se dio cuenta de que todo lo que necesitaba era vestirse como un papá.
Boyes cambió su uniforme penitenciario por un par de pantalones caqui y una chamarra oscura con cierre que, de alguna manera, logró meter en las instalaciones. Luego, tranquilamente, se dirigió a la salida de la penitenciaría South Central Regional Jail, en Charleston, de modo que quedó en libertad aproximadamente a las 6 a. m. No fue sino hasta la noche del jueves que finalmente se dieron cuenta de que había escapado, aun cuando se suponía que el personal de la cárcel ya debía haber realizado tres rondas de conteo de reos para ese momento.
De acuerdo con la CNN, Boyes estaba enfrentando una condena de 20 años por robar un auto y embestir con él a un vehículo policial, además de tener un historial de robos violentos de autos. Se suponía que debía ser sentenciado, pero aparentemente optó por ponerse un disfraz de adulto aburrido y mejor huir del lugar.
Según los informes, Boyes llegó hasta Texas antes de que la policía lo atrapara intentando cruzar el Río Bravo hacia México. No está claro si Boyes todavía llevaba puesto su disfraz cuando fue arreastado.
La penitenciaría South Central Regional Jail actualmente está investigando cómo es que la ausencia de Boyes pasó desapercibida durante tanto tiempo, y ya fueron suspendidos sin paga cuatro miembros del personal, le dijo a la CNN Lawrence Messina, vocero del Departamento de Asuntos Militares y Seguridad Pública de West Virginia.
Boyes ya se encuentra nuevamente detrás de las rejas en una cárcel del condado en Laredo, Texas, probablemente maldiciéndose a sí mismo por no haber logrado mantenerse en libertad lo suficiente como para lucir su disfraz de Ken Bone en Halloween.
Publicado originalmente en VICE.com.