Creer que la Tierra es plana desafía todos los modelos y se trata de una teoría de conspiración muy antigua.
Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard, nuestra plataforma de ciencia y tecnología.
Seguro que a estas alturas ya escuchaste sobre el berrinche del rapero B.o.B en Twitter, donde insistía que la Tierra es plana y que la NASA ha estado utilizando imágenes generadas por computadora para mentirnos por décadas. Probablemente escuchaste que Neil DeGrasse Tyson, el astrofísico que pasó de ser un héroe cultural a la personificación del "bueno… de hecho", le escribió de vuelta. Ahora B.o.B. (su verdadero nombre es Bobby Ray Simmons) respondió con una canción que ataca a Tyson (y el sobrino de Tyson respondió con su propia canción). Esta historia asciende más y más, llegando a la estratosfera del surrealismo.
Debido a los comentarios de Simmons, el mundo entero parece estar asombrado de que en el 2016 aún existan personas que creen que la Tierra es plana. Después de todo sabemos que la Tierra es redonda desde los días de la antigua Grecia; Pitágoras fue quien comenzó proponiéndolo y la idea fue aceptada en todo el mundo desde ahí en adelante. En 1552 Hernando de Magallanes circunnavegó el globo en un barco, demostrando empíricamente que el mundo es redondo.
Pese a todo esto, aún existen quienes creen que la Tierra es plana. Han existido desde 1800, cuando el escritor británico Samuel Rowbotham publicó el libro Astronomía Zetética: la Tierra no es un globo. Las creencias de Rowbotham no eran aprobadas por Alfred Russell Wallace, quien cobró las 500 libras que ofrecían los creyentes a quien pudiera demostrar la curvatura de la Tierra.
El canal Bedford, que era utilizado por Rowbotham, fue el escenario del experimento de Wallace. Se necesitaba un telescopio, una sábana y dos discos rojos utilizados como puntos de referencia, como se detalla en Scientific American. El experimento de Wallace fue exitoso, pero eso no hizo ninguna diferencia para los creyentes, los que insistían que los resultados probaban que ellos estaban en lo correcto. Wallace dijo sobre la frustrante experiencia: "Es el incidente más lamentable de mi vida".
Luego de la muerte de Rowbotham, una mujer llamada Lady Elizabeth Blount tomó la causa y formó la Sociedad Zetética Universal ("Zetético" viene del griego "procedimiento por consulta"). La sociedad era básicamente un club para los que creían que la Tierra es plana y publicaban libros que intentaban convencer al resto.
Después de Blunt el movimiento decayó, hasta que fue revivido en mitad del siglo 20 por el inglés Samuel Shenton y el norteamericano Charles K. Johnson. Se cambiaron el nombre a "Sociedad de la Tierra plana" y es un movimiento que aún continúa. De acuerdo al sitio web de la Sociedad de la Tierra Plana, Johnson fue un carismático líder y logró aumentar el número de miembros hasta 3000 (En el registro online hay 554 nombres).
Entonces, ¿por qué continúa esta creencia? Cuando VICE entrevistó a unos creyentes, ellos simplemente aseguraban que creían en las "observaciones sensoriales" más que en la teoría científica.
Lo más interesante sobre estas personas y lo que las hace merecer más que unas bromas, es que esta creencia no es estupidez o ignorancia. Puede que nunca vayas a la escuela, pero aún así vas a aceptar que la Tierra es redonda. Es un hecho.
Para entender más sobre las personas que todavía se aferran a estas absurdas creencias, llamé al Doctor Joel Gold, un profesor de psiquiatría asociado a la Escuela de Medicina de la New York University. Desde el 2003, Gold y su hermano Ian (también Doctor) han identificado a varios pacientes que poseen una nueva ilusión muy especifica: creen estar dentro de un reality show y dicen que todos sus movimientos están siendo filmados. Los hermanos lo llamaron "La ilusión Truman Show" a partir de la película de 1998 protagonizada por Jim Carrey, donde ocurre algo similar. Escribieron un libro sobre su trabajo con estos pacientes y la naturaleza de esta ilusión. Gold parece un buen candidato para hablar sobre personas que creen en conspiraciones.
Gold rápidamente hizo una distinción entre las personas que tienen ilusiones y quienes creen en las teorías conspirativas: "Esta conspiración sobre que la Tierra es plana no cabe en este modelo de ilusión" dijo, "Una de las definiciones de ilusión es que pese a que hay evidencias de lo contrario la gente todavía cree en ellas. Pero también hay una excepción, que si mucha gente cree algo (si una comunidad cree) no es una ilusión. Entonces si este rapero fuera el único que cree en esto, sería considerado por los psiquiatras como un loco".
Pero Simmons no está solo y eso parece sorprender a Gold tanto como a todos los demás.
En su trabajo, Gold y su hermano hipotetizan que las ilusiones surgen a partir de la falla de uno de los sistemas básicos del cerebro, "Tenemos esta teoría que hay una parte del cerebro llamada sistema de sospecha y todos lo tenemos, es necesario para sobrevivir… y luego hay un sistema llamado sistema reflexivo que supervisa al sistema de sospecha".
El ejemplo que Gold me da es escuchar el sonido de una rama cuando estás en el bosque, tu sistema de sospecha te alertará (¿Es un depredador?) y luego tu sistema reflexivo racionalizará que el sonido probablemente no es una amenaza real. "Cuando el sistema de sospecha sobrepasa al sistema reflexivo o éstos se desconectan de alguna forma, el miedo se transforma en la realidad".
Pero en ausencia de un evento especial (como el sonido de una rama), la conspiración sobre la Tierra plana no sirve para el modelo de Gold. Eventos como el alunizaje, el asesinato de Kennedy o el 11 de Septiembre, generaron abundancia de conspiraciones, pero no hay "nada nuevo" que pueda provocar la creencia de que la Tierra es plana, dijo Gold.
Cuando Molly Osberg escribió sobre la psicología tras las teorías conspirativas en octubre, ella entrevistó al escritor de ciencia Rob Brotherton, quien publicó un libro sobre por qué las personas creen en conspiraciones.
Brotherton dice que es culpa de prejuicios "creados en nuestro cerebro", como los prejuicios intencionales (la tendencia a creer en motivos cuando no hay ninguno) y nuestra habilidad natural a la hora de detectar patrones, un talento que no siempre nos lleva en una buena dirección y que puede causar que creamos que las coincidencias son algo siniestro. Brotherton dice "No hay diferencia real entre los teóricos de la conspiración y el resto de nosotros" (Gold, por su parte, dejo claro que él no pretende desestimar a las personas que creen en las teorías conspirativas).
Un estudio hecho en los Países Bajos citado por Osberg, encontró que las personas están más inclinadas a creer en las conspiraciones cuando se sienten desprotegidas y creen que sus vidas son poco importantes. De cierta forma, creer que el 11 de septiembre fue llevado a cabo por el gobierno de Estados Unidos es más consolador que creer que fue llevado a cabo por terroristas, porque mantiene la sensación que Estados Unidos es un país excepcional, con seguridad total. La necesidad de creer que sólo ellos pueden hacerse daño está unida a la necesidad de sentir que Estados Unidos está libre de actores extranjeros.
Pero la teoría de la Tierra plana no parece entregar ningún beneficio. ¿Qué podría ganar la NASA al mentirnos sobre una Tierra esférica? "El mundo es tan complejo que las conspiraciones ayudan a aliviar nuestras mentes por un rato" me dijo Gold. Pero ¿cómo puede dar consuelo el creer que la Tierra es plana?
Luego de leer los tuits de Simmons, de investigar a la Sociedad de la Tierra Plana y de hablar con especialistas en la ciencia de la ilusiones, todavía no estoy segura sobre qué propósito psicológico tiene el creer que la Tierra es plana. Pese a que me hace apretar los dientes, entiendo el mecanismo mental detrás de las teorías constrictivas sobre Sandy Hook y los ataques en París. La violencia sin sentido duele demasiado; las conspiraciones intentan dar sentido y son una especie de alivio.
Creer que la Tierra es plana desafía todos los modelos. El hecho que la Tierra es redonda ha sobrevivido por generaciones y civilizaciones enteras. No es algo que podamos atribuir a Bush, Obama o Estados Unidos. Pero quién sabe, tal vez Pitágoras también era parte de esto.
Publicado originalmente en VICE.com