Los intentos del régimen de Nicolás Maduro por mantener la estabilidad cambiaria como estrategia para contener la inflación siguen agotándose y el miércoles la moneda local superó la barrera de los 20 bolívares por dólar, de acuerdo con los datos oficiales.
En el transcurso de este mes, el bolívar se ha depreciado 14%, lo que impacta en los precios, según analistas, que han estimado que el país sudamericano corre el riesgo de volver a la hiperinflación en medio del incipiente crecimiento económico.
En diciembre, los precios tuvieron una variación de 37,2%, según las estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas, un grupo de economistas que se dedican a la investigación. Con ese resultado, la inflación anual de 2022 se proyectó en 305%.
El Banco Central de Venezuela aún no divulga los datos de precios. La última cifra oficial publicada fue de octubre.
“El Banco Central sigue con la política de devaluación del bolívar. Ya está más que claro que viene una nueva espiral de inflación debido al salto de la tasa de cambio sin un programa económico”, dijo el economista José Guerra.
Las mayores protestas antigubernamentales en años
Los trabajadores del sector público de Venezuela están organizando las mayores protestas antigubernamentales en años, a medida que se van quedando rezagados en una economía que ha abrazado el dólar estadounidense.
Cientos de profesores marcharon el lunes por el centro de Caracas, a ellos se les unieron enfermeras, jubilados y otros trabajadores, para exigir mayores salarios que compensen la rápida depreciación de la moneda local.
Los trabajadores organizaron al menos 50 protestas el lunes y más de 150 en todo el país en la última semana, según estimaciones preliminares del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, que realiza un seguimiento del malestar social en el país.
Al permitir la libre circulación del dólar, el régimen ayudó a orquestar una recuperación tras la crisis económica de 2013-2020, una de las caídas más profundas de la historia mundial. Pero mientras muchos empleados del sector privado ahora cobran en dólares y disfrutan de un aumento de su nivel de vida, los trabajadores del sector público que cobran en bolívares, afectados por la inflación, están quedando de lado.
En la protesta del lunes, los manifestantes destrozaron y pisotearon bolívares mientras coreaban que necesitaban salarios dignos para permanecer en su país. Más de siete millones de venezolanos han salido del país en los últimos años.
Maduro puede ser reacio a ordenar una represión violenta como la que se vio en el pasado. Está a la espera de la liberación de más de USD 3.000 millones congelados por las sanciones estadounidenses, y otra ola de derramamiento de sangre podría hacer que Washington bloquee su acceso a los fondos.
“Los educadores están protestando para que comience la discusión del contrato colectivo (...) porque no es posible que dieron un bono, tratando de suspender esta manifestación, de 580 bolívares (29,8 dólares). No queremos bonos, queremos un sueldo (...) que sea suficiente para cubrir las necesidades alimentarias”, dijo a la agencia de noticias EFE el presidente del Sindicato de Maestros de Caracas, Edgar Machado.
La protesta se replicó en varias ciudades de, al menos, 17 de los 13 estados del país, según información compartida en las redes sociales por organizaciones gremiales.
Con información de Reuters
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