Miles de docentes protestaron este lunes en varias ciudades de Venezuela para exigir al régimen una mejora en sus ingresos que les permita percibir más que el salario mínimo -unos siete dólares al mes-, el monto que devenga la mayoría de los trabajadores públicos del país.
En Caracas, decenas de maestros acudieron, con pancartas y cantando consignas, a la sede del Ministerio de Educación para intentar ser escuchados por las autoridades, algo que no consiguieron, pues el lugar fue cerrado y custodiado por un grupo de agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Sin embargo, la muchedumbre se mantuvo a las afueras de este ministerio durante casi tres horas, tiempo en el que corearon denuncias y repitieron el grito “no somos delincuentes, somos docentes”.
La protesta se replicó en varias ciudades de, al menos, 16 de los 23 estados del país, según las informaciones compartidas en las redes sociales por medios locales, organizaciones gremiales y dirigentes de la oposición.
Fuera de Caracas, las manifestaciones se concentraron en las afueras de las representaciones regionales del Ministerio de Educación, donde miles de maestros exigieron aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo, al denunciar que escuelas y liceos públicos no cuentan, en algunos casos, con agua potable, sillas, ni materiales de trabajo.
Las movilizaciones fueron convocadas para este lunes, justo cuando se reiniciaban las actividades escolares luego de las vacaciones navideñas, un hito que fue celebrado por el régimen, que calificó de éxito este retorno a las aulas, sin hacer comentarios sobre las protestas de los docentes.
Una familia venezolana de cinco personas necesita 53 salarios mínimos para cubrir la canasta básica de alimentos, que en diciembre costó 371 dólares, informó el pasado 5 de enero el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente independiente integrado por expertos económicos.
(Con información de EFE)
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