El auge de campamentos y pistas clandestinas que la guerrilla tiene en Venezuela desde que asesinaron al líder de la Guardia Territorial Indígena

Desde la muerte del líder de la Guardia Territorial Indígena, Virgilio Trujillo Arana, el 30 de junio 2022, la situación para los indígenas es más grave, porque los grupos irregulares, tanto las FARC como el ELN, entraron más al territorio y se paralizó el poder que tenían de elevar sus voces, como le dice a Infobae un indígena del Amazonas. Los grupos indígenas, los organismos de gobierno y los mineros, saben quiénes asesinaron a Virgilio. El silencio es elocuente, mientras sus tres hijos se quedaron en la miseria y sin ayuda de ninguna de los cacareados organismos públicos que usan a los indígenas solo con fines electorales.

Virgilio Trujillo Arana, era un líder indígena indígena uwottujja, de los primeros guardianes territoriales en Amazonas y un comprometido defensor de la Amazonía. Lo mataron, como quien quita a un molesto obstáculo en el avance de los grupos guerrilleros en territorio venezolano, ávidos del oro que se oculta en las entrañas de la tierra que Virgilio defendía.

Indígenas de la zona le aseguran a Infobae que la guerrilla a veces está camuflada, incluso entre personas comunes y conocidas. Todos saben dónde están los campamentos de los guerrilleros. “Si usted va hasta el río Autana se los va a encontrar. El río Autana tiene cinco sectores o ríos diferentes, pero a la guerrilla no le interesa el río en sí, su objetivo es la minería”.

Un habitante de la zona dice que la guerrilla explota el río para tener acceso a la explotación del oro. “Dañan mi río de manera horrible con la minería; el río era muy cristalino, pero ahora no, está oscuro como el Orinoco”.

En las inmediaciones del río Autana, casi llegando al mismo Cerro Autana, la guerrilla agarró para hacer sus pistas y los laboratorios, es donde más se la pasan; y su enlace es por Orinoco Medio, una comunidad que se llama San Pedro del Orinoco. En una parte tienen sus campamentos y en otros porque las avionetas pasan por ahí”.

“Todo lo que son sus combustibles y el transporte lo

trabajan con la gente de Boca de Autana; ahí comenzando el río hay gente que trabaja con ellos y ahí guardan sus motores, bongo y combustible. Llegando a una comunidad llamada Sardinita, a la cual pertenecía Virgilio, a una hora de ahí, están las pistas clandestinas”.

El indígena dice “nosotros sabemos quiénes son los actores principales de la muerte de Virgilio. Las investigaciones parece que por fin las están retomando. Hay un Dios que todo lo sabe y lo puede, y ese día no se van a salvar los responsables de esa muerte”.

“Los que mataron a Virgilio y causaron ese dolor en nuestro pueblo fueron los grupos irregulares colombianos; los dos (disidencias de las FARC y ELN) se metieron a nuestro territorio y están ahí, ahora más que antes, porque ya no está Virgilio y ellos entran a través de los puestos de comando”.

Lo que refleja el indígena que habló con Infobae es que el líder indígena fue asesinado porque la guerrilla lo ve como un problema porque, en defensa de la tierra de sus ancestros, Virgilio le suministró información a la Fuerza Armada Nacional (FANB) y los acompañó a los sitios donde la guerrilla tenía pistas de aterrizaje. Muerto el hombre que se oponía al avance de la guerrilla, los militares fueron cambiados de la zona y ahora los irregulares armados tienen la vía libre en los comandos.

“Sabemos que a Virgilio lo mataron por una operación que hizo la FANB de ubicación y destrucción de las pistas clandestinas y de un laboratorio de cocaína. Antes de su muerte, hubo muchas amenazas contra él y contra varios indígenas, por la posición que tenían contra la minería”.

Ahora la guerrilla les ha dicho a las comunidades indígenas que tienen libre tránsito por los territorio indígenas, “porque hicimos un convenio con el difunto presidente Hugo Chávez y actualmente con el presidente Nicolás Maduro”. Para las comunidades indígenas eso es una violación a los derechos que tienen en esas tierras, “no se nos consultó para que los guerrilleros ocuparan el territorio nuestro”.

Agrega el indígena de Amazonas que “la guerrilla habla con esa seguridad y se posicionan del territorio porque también compraron a la Guardia Nacional; la guerrilla supo que nosotros estábamos haciendo las denuncias desde hace más de dos años. Virgilio había convocado a todas las organizaciones del estado para hacerles saber que los irregulares estaban en nuestro territorio, le prometieron que iban a ir y que hablarían con los guerrilleros”.

“Los organismos no cumplían las promesas que nos hacían y así nos dimos cuenta que eran cómplices, que la guerrilla había comprado a la Guardia Nacional (GNB) y que las demás instituciones se callaban para no arriesgar la vida de los funcionarios; por eso nunca se actuó contra la guerrilla”.

Varios líderes indígenas caciques de sus comunidades, hicieron denuncias, que no fueron consideradas. “Lo que se quería era poder elevar los proyectos que habían de pequeños emprendimientos dentro del territorio. Los defensores de la tierra siempre lo consideraron un proyecto país, porque vivimos en territorios donde abunda la naturaleza y sentíamos la responsabilidad sobre ella”.

“Más bien el Estado es el principal responsable de resguardar la naturaleza, pero no lo hace. Nosotros nos afincábamos en defender la tierra porque la LOPCI (Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas) dice que los pueblos y comunidades indígenas coadyuvarán a la protección del medio ambiente. Pero la guerrilla solo priva la ambición y por eso mataron a Virgilio”.

Narra que “lo que hemos visto, es que aquí el problema es el sistema de gobierno y que gracias a eso se ha corrompido la mayoría de las instituciones. Ya sabemos lo que hacen los militares en realidad; atacan a su propia gente pero no a quienes deberían atacar”.

“Las operaciones se hicieron con la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) de Amazonas y el 5 de julio, las personas que fueron con Virgilio los cambiaron y los mandaron para otros estados. Ellos sabían quiénes lo asesinaron. Y en lo más profundo de nuestros territorios hay cómplices de su muerte, porque los mineros pagaron 63 millones de pesos para matar a Virgilio. No queríamos pelear contra nuestra propia gente, pero fueron usados como títeres con la excusa de la necesidad”.

El líder indígena Virgilio Trujillo Arana cayó a manos de los guerrilleros y los avariciosos del oro, pero la esposa y los tres hijos de Virgilio, de 18, 12 y cinco años, necesitan ayuda. Ni siquiera la organización Orpia se da por enterada.

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