Negociación en México: tras la firma del acuerdo, la oposición busca acelerar la discusión sobre DDHH y presos políticos

Delegados de Nicolás Maduro y de la Plataforma Unitaria se reencontraron en la capital mexicana el sábado después de más de un año de pausa

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El canciller de México, Marcelo Ebrard, el jefe de la delegación opositora de Venezuela, Gerardo Blyde, el representante del gobierno de Noruega, Dag Nylander, y el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, brindan una conferencia de prensa sobre las conversaciones políticas entre el gobierno de Venezuela y la oposición, en Ciudad de México, México. 26 de noviembre de 2022. REUTERS/Henry Romero
El canciller de México, Marcelo Ebrard, el jefe de la delegación opositora de Venezuela, Gerardo Blyde, el representante del gobierno de Noruega, Dag Nylander, y el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, brindan una conferencia de prensa sobre las conversaciones políticas entre el gobierno de Venezuela y la oposición, en Ciudad de México, México. 26 de noviembre de 2022. REUTERS/Henry Romero

El jefe de la delegación opositora en la mesa de diálogos con el Gobierno de Venezuela dijo el lunes que tras la firma de un acuerdo social, ahora se viene la parte más dura de las negociaciones con los temas políticos y de derechos humanos, entre otros, en busca de solventar la larga crisis del país.

Delegados de Nicolás Maduro y de los opositores se reencontraron en Ciudad de México el sábado después de más de un año de pausa, luego que el gobierno se retirara de la mesa molesto por la extradición de Cabo Verde a Estados Unidos de un empresario de origen colombiano cercano a la administración venezolana.

En la reanudación de las negociaciones, las partes firmaron un “acuerdo social” que busca crear un fondo administrado por Naciones Unidas con dinero venezolano congelado en cuentas en el sistema financiero internacional y que se destinarán a recuperar parte del sistema eléctrico, hospitales y escuelas en la nación OPEP, donde al menos 50% de su población, de 28 millones de habitantes, vive en pobreza.

El acuerdo “no es la solución (...) esto es apenas un paliativo”, dijo el abogado constitucionalista Gerardo Blyde, jefe de los negociadores opositores. “Para la necesidad de Venezuela, 3.000 millones de dólares es muy poco, por no decir casi nada”, señaló el negociador en una entrevista con la emisora local Circuitos Éxitos.

Agregó que una vez que se cree el fondo, cuya fecha aún no ha sido anunciada oficialmente, el plan se va a ejecutar por fases y su ejecución llevará alrededor de tres años.

En la próxima reunión de las partes, que Blyde dijo que espera sea este año, “es que viene un proceso de negociación fuerte” porque “ahora vamos a profundizar en muchos otros temas, y esos temas incluyen, por ejemplo, los derechos humanos, esos temas incluyen, por ejemplo, los presos políticos”.

Agregó que se tratarían las “condiciones electorales” y el voto de los venezolanos “dentro y fuera del país”. Las Naciones Unidas calculan que unos siete millones de venezolanos han salido de Venezuela al menos desde el 2015.

Una fuente cercana a las negociaciones agregó que están trabajando en la fecha para el próximo encuentro en diciembre.

Blyde destacó el papel de la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la reanudación de los contactos al presionar por el retorno del gobierno venezolano a la mesa como forma de aliviar algunas de las sanciones impuestas por Washington para presionar la salida de Maduro del cargo.

Casi de forma simultánea a la firma del acuerdo, la petrolera estadounidense Chevron Corp recibió una licencia ampliada que le permite reanudar la producción de petróleo en Venezuela, reactivar los proyectos existentes y llevar suministros de crudo a las refinerías estadounidenses. Aunque restringe los pagos en efectivo a Venezuela, lo que podría reducir la cantidad de petróleo disponible para Chevron.

(Con información de Reuters)

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