El 26 de noviembre se reiniciará el diálogo entre el régimen de Maduro y la oposición venezolana

Tanto la Plataforma Unitaria como Noruega, país garante del proceso, confirmaron que se retomarán las negociaciones con la dictadura en Ciudad de México

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El presidente de la Asamblea
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez; el canciller mexicano, Marcelo Ebrard; el director del Centro Noruego de Resolución de Conflictos, Dag Nylander; y el representante de la oposición venezolana, Gerardo Blyde Pérez; hablan en la inauguración del proceso de negociación en México (EFE/Mario Guzmán/Archivo)

El gobierno de Noruega, país garante del proceso, confirmó este jueves que el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana reanudarán las negociaciones este sábado en México, luego de un año del congelamiento, en busca de una salida a la crisis económica, social y política de la nación caribeña.

“Noruega anuncia que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la Plataforma Unitaria de Venezuela han decidido reiniciar el proceso de negociación en México el 26 de noviembre, facilitado por Noruega. Allí, las partes firmarán un acuerdo parcial en materia social”, indicó el gobierno noruego en Twitter.

El gobierno de Noruega confirmó
El gobierno de Noruega confirmó el diálogo en Venezuela

En los diálogos, una vez más bajo la facilitación noruega, se abarcarán las elecciones presidenciales, el estatus de cientos de presos políticos, las sanciones de Estados Unidos y un “acuerdo social” para brindar ayuda humanitaria y con el que se buscarían usar 3.000 millones de dólares mediante un fondo administrado por las Naciones Unidas.

La oposición venezolana, reunida en la Plataforma Unitaria, indicó su “disposición de trabajar en conjunto, con el fin de lograr acuerdos que permitan materializar los mecanismos que aseguren el bienestar de todos los venezolanos; entendiendo que no habrá una salida real de la crisis sin que medie un acuerdo político integral que dé soluciones a nuestro pueblo”.

“Los venezolanos hemos padecido las consecuencias de la ausencia de garantías de los derechos humanos y de mecanismos institucionales que den soluciones a nuestras necesidades. Por ello, esta Delegación acude al proceso de diálogo y negociación con la urgencia y la voluntad de encontrar de una vez por todas acuerdos tangibles y reales, que se traduzcan en soluciones para la crisis humanitaria, el respeto a los derechos humanos, el cumplimiento del Estado de Derecho y, especialmente, la construcción de condiciones e instituciones que garanticen -entre otras cosas- elecciones libres y observables”, acotó el arco opositor al chavismo en un comunicado.

Y concluyó: “Agradecemos el interés y apoyo que han mantenido diferentes gobiernos de países amigos para que sea posible este reinicio. Contamos con que ese apoyo de la comunidad internacional continúe y se intensifique a lo largo del proceso. Mantendremos informada a la sociedad venezolana de lo acordado durante los próximos ciclos de negociación. Es nuestra meta que los resultados del proceso se traduzcan en acciones concretas que ayuden a resolver las necesidades de todos los venezolanos”.

Un diálogo esperado

La reanudación del diálogo se ha retrasado repetidamente por desacuerdos sobre los términos, especialmente los relacionados con las elecciones, un tema que planteará su discusión en próximas reuniones, así como el origen de los fondos para el plan social, según dos de las fuentes consultadas por la agencia Reuters.

El Gobierno de Joe Biden tiene razones para otorgar una licencia más amplia a Chevron con la desaceleración de las ganancias de producción de esquisto de Estados Unidos, la reducción de las exportaciones de petróleo de Rusia debido a las sanciones y Arabia Saudita que señala el potencial de nuevos recortes de producción de la OPEP.

Washington había señalado que cualquier relajación de las sanciones, incluida la concesión a Chevron de una licencia amplia para reactivar la producción de petróleo y recuperar los privilegios comerciales en Venezuela, sólo se produciría si las dos partes hubieran progresado en las conversaciones políticas.

El logo de Chevron en
El logo de Chevron en su oficina en Caracas (REUTERS/Marco Bello/Archivo)

Varios partidos opositores advirtieron que es probable que retiren en 2023 su apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó, respaldado por Estados Unidos. Esto hace que la reanudación de las conversaciones sea crucial para el sector, que se ha visto disminuido por el exilio y encarcelamiento de algunos de sus dirigentes así como por las fracturas internas.

El diálogo entre el régimen y la oposición se suspendió en octubre de 2021 luego de que fuera extraditado a Estados Unidos el empresario colombiano Alex Saab, aliado del dictador venezolano Nicolás Maduro, por cargos de lavado de dinero.

Maduro ha señalado en varias oportunidades que para volver a negociar con los opositores se tendrían que levantar todas las sanciones, entre otras condiciones. La oposición ha pedido garantías para las elecciones presidenciales, previstas para finales de 2023 o 2024, aunque portavoces del chavismo no han descartado adelantarlas.

El gobierno de Estados Unidos liberó a dos familiares de la primera dama venezolana que estaban en una cárcel del país por cargos de narcotráfico. Maduro también excarceló a seis ex ejecutivos del refinador estadounidense Citgo Petroleum, filial de la estatal PDVSA.

(Con información de Reuters)

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