El único delito del Sargento Mayor de Segunda del Ejército venezolano, Larry Arcesio Osorio Chía, es ser hermano de Ruben Darío, un militar retirado que participaba como activista de derechos humanos en Fundaredes. Cuando el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) desató una persecución contra el director de esa ONG, José Javier Tarazona Sánchez, a quien detuvo junto a su hermano Rafael y al abogado Omar de Dios García, fue tras la búsqueda de Rubén Darío, pero luego de varios días, al no dar con él, decidieron llevarse a su hermano Larry Arcesio, quien trabajaba en el Centro Pabellón Militar Nucleo Asistencial de Guasdualito, estado Apure.
Todos los que conocen a Larry aseguran que es el más tranquilo de los dos hermanos. “Él no se metía en problemas, tiene seis hijos, pero con su esposa actual solo el más pequeño; ella es una teniente de la Aviación. A sus 40 años, Larry se dedicaba a su trabajo y aspiraba progresar en su carrera militar; todo eso se lo destruyeron el día que los funcionarios del SEBIN se lo llevaron”, le dice a Infobae un compañero del militar preso.
Larry Osorio estaba residenciado en el estado Táchira. Ese 6 de agosto del 2021 cumplía servicio en su trabajo en el Pabellón Militar en Guasdualito, Apure. “Siete funcionarios del SEBIN llegaron con una orden de detención del Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Control con Competencia en Terrorismo del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas. Le robaron todo lo que tenía ahí y se lo llevaron, en una avioneta, desde Apure hasta el Sebin en Caracas, recluyéndolo en El Helicoide”.
Asegura que amigos comunes le dijeron que “a Larry le pusieron bolsa de plástico en la cabeza, lo golpearon y le preguntaron por Rubén. Esa familia la ha pasado muy mal porque para colmo unos abogados influyeron en que se enemistaran entre ellos. Larry trabajaba en el Hospital Militar de San Cristóbal cuando lo mandaron, en comisión de servicio, para Guasdaulito y apenas tenía unas semanas cuando reventó ese problema con Fundaredes”.
Ni siquiera la familia de Larry supo que él estaba detenido. “Todos sabían que a quien estaban buscando era a su hermano Rubén Darío que trabajaba con Fundaredes y el profesor Tarazona. A la familia la llamó, al día siguiente, el superior de Larry para informarles que el SEBIN lo había detenido, pero cuando esa gente llegó a Caracas para verlo, no se lo permitieron. Después se enteraron que le imputaban Terrorismo, Traición a la Patria e Instigación al Odio”.
“Cuando los funcionarios se le metieron a la casa a la mamá de los Osorio la intención fue intimidar a esa familia, donde hay varios militares. Ellos la pasaron muy mal porque el único que tenía relación con Tarazona era Rubén”.
Que se entregue
Aunque Larry nunca tuvo relación o intercambio de mensajes directo con Tarazona, sí aparecieron en el teléfono del director de Fundaredes mensajes que Larry le había enviado a su hermano con comentarios que este envió a Tarazona.
Los funcionarios del SEBIN pretendieron ejercer presión sobre Rubén Darío Osorio Chía, quien pertenecía a un componente distinto al de su hermano preso, porque formó parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) hasta que, en el 2019, desertó de la Fuerza Armada en apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó.
“Los sebines le decían a la familia que a Larry Arcesio lo dejarían en libertad si Rubén se entregaba. Pero nadie creyó que fueran a cumplir eso, porque no es la primera vez que detienen a un familiar para obligar a otro a que se entregue, así como pasó con la familia del teniente Alemán. Entre más gente tengan presa, más abultan los expedientes”.
“Rubén se integró a trabajar con el profesor Tarazona y criticaba la alianza del Gobierno de Nicolás Maduro con los grupos disidencias de las FARC (Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia), ELN (Ejército de Liberación Nacional), por lo que se encargó en Fundaredes de activar en favor de la libertad y la democracia, llevando a cabo un trabajo de información básica y de acontecimientos ocurridos día a día con los grupo irregulares colombianos en territorio venezolano”.
El compañero militar de Larry Osorio asegura que cuando el 2 de julio del 2021, detienen en Coro a los tres activistas de Fundaredes, los acusan de incitación al odio, traición y terrorismo por denunciar ante los Organismos Internacionales la violación de los derechos humanos en Venezuela, la opinión pública reaccionó airadamente, pero ninguno de los Osorio Chía pensó que llegarían hasta ellos, mucho menos hasta Larry que no tenía ninguna relación con Fundaredes.
“El primero que se puso alerta fue Rubén, porque cerca de la casa de su mamá, donde él vivía, en el Palmar de la Copé, municipio Torbes, estado Táchira, el 7 de julio del 2021 varios individuos armados, pero sin identificación o documentación entraron a la casa. Dijeron que eran funcionarios de la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) y que buscaban a Rubén Darío. Tengo entendido que trataron muy mal a la señora y a otros familiares de ellos que estaban ahí”.
“Un vecino de ellos me contó que cuando los funcionarios estaban en la casa, Rubén venía llegando y al percatarse de lo que sucedía saltó por encima de unas casas, logrando ocultarse y después huir de la urbanización, escapando en la madrugada, por las trochas, hacia Colombia”.
No solo es que la carrera de Larry en el Ejército se destruyó, que está preso sin ser responsable de los delitos que le imputaron y ni siquiera participar con Fundaredes, sino que su hermano Rubén tuvo que abandonar los estudios de administración que cursaba en la universidad y está huyendo.
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