El dictador venezolano Nicolás Maduro recibió el lunes las credenciales del nuevo embajador de Colombia formalizando la normalización de relaciones entre los dos países, en las que aún está pendiente una fecha para la apertura comercial de la frontera.
“El encuentro ameno y fraterno con Armando Benedetti, nuevo Embajador de nuestra hermana Colombia, es el inicio de una etapa de relaciones diplomáticas de hermandad, Paz y respeto. Un abrazo al pueblo colombiano, hermanos y hermanas en Bolívar”, escribió Maduro en su cuenta de Twitter.
Los lazos entre las dos naciones, rotas desde 2019, se han estrechado desde la llegada a inicios de agosto del izquierdista Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, y quien junto con su homólogo venezolano, nombraron casi de inmediato embajadores en Caracas y Bogotá.
El nuevo embajador, Armando Benedetti, un político de 55 años, fue recibido por Maduro en el palacio de gobierno.
“En el Palacio del Pueblo di la bienvenida a Armando Benedetti, Embajador designado de la República de Colombia ante Venezuela. Somos pueblos con una historia gloriosa de rebeldía y libertad, unidos en la hermandad profunda bolivariana. ¡Qué nuestra unión sea inquebrantable!”, agregó el dictador venezolano en la red social.
El representante diplomático dijo a reporteros a su llegada a Caracas el domingo que discutiría con el dictador venezolano un primer encuentro formal con Petro, así como la creación de una zona comercial especial en la zona fronteriza, pero no dio detalles.
El embajador venezolano en Bogotá, el ex canciller Félix Plasencia, ya viajó al vecino país el fin de semana y se espera que se reúna con el mandatario colombiano a su regreso de Lima, donde participó el lunes en una cumbre de la Comunidad Andina.
La Comunidad Andina quiere que sus vecinos Venezuela, Chile y Argentina se unan al bloque.
El comercio entre Colombia y Venezuela superó los 7.000 millones de dólares en 2008, pero cayó estrepitosamente luego que el entonces presidente Hugo Chávez lo congeló en protesta por la firma de un acuerdo militar entre Bogotá y Washington. Con los siguientes gobiernos se recrudecieron las tensiones.
Según autoridades colombianas en el primer semestre de 2022 el comercio binacional alcanzó los 316 millones de dólares, el mismo monto que se logró durante todo el 2021 y se calcula que este año esa cantidad se duplique.
Aneta Ikonomova Gueorguieva, especialista en relaciones internacionales y docente de la Universidad del Externado, dijo a The Associated Press que el rompimiento de las relaciones provocó un efecto devastador en los dos países, especialmente en la economía de los pueblos fronterizos que ahora deben revitalizar.
Además, la falta de comunicación oficial generó un vacío en la frontera compartida de 2.200 kilómetros que avivó los pasos ilegales -llamados trochas- controlados por grupos armados ilegales a cargo del contrabando, el narcotráfico y el tráfico de migrantes.
En el 2010, cuando las relaciones se tensaron, una visita de Hugo Chávez al Caribe colombiano se convirtió en el episodio simbólico del restablecimiento de las relaciones. El entonces presidente Juan Manuel Santos (2010-2018) llamó a Chávez su “nuevo mejor amigo”.
Sin embargo, Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, dijo a la AP que un encuentro entre Petro y Maduro en Colombia en la actualidad podría ser más complejo. “Son dos millones y medio de venezolanos que tuvieron que salir de su país por la persecución o el desastre económico causado por la revolución bolivariana. Podría haber protestas de la población venezolana en Colombia”, consideró Rodríguez.
Colombia es el país que más migrantes venezolanos alberga. Petro aseguró que Colombia garantiza el derecho de asilo y el refugio, ante una expresa solicitud de Diosdado Cabello de extraditar a los opositores chavistas que están en Colombia.
Rafael Piñeros, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, dijo a la AP que luego del avance diplomático y político seguirán otros retos relacionados a recuperar la institucionalidad, es decir, reabrir las sedes consulares -en Colombia una de ellas se quemó y fue saqueada-, posesionar el personal y resolver los procesos acumulados de miles de migrantes.
Además, Piñeros considera que los dos países deben reconstruir los discursos, debido a que por años se intercambiaron agravios públicos. Caracas señaló al gobierno colombiano de supuesto cómplice del paramilitarismo y de querer derrocarlo con auspicio de Estados Unidos, mientras que Bogotá acusó a Maduro de ser un dictador.
Benedetti fue designado por Petro para liderar dicha transición. Se convirtió durante la campaña presidencial en el hombre de confianza de Petro, era el encargado de su agenda y lo acompañó a recorrer el país buscando electores. Es un político experimentado que viene de los partidos tradicionales y no de la izquierda, como Petro.
El nuevo embajador se ha sabido relacionar con el poder. Como congresista apoyó primero el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), fuerte opositor político de Petro, y luego respaldó la candidatura del siguiente presidente Juan Manuel Santos, quien no tardó en distanciarse de Uribe aunque se hizo elegir como su heredero político.
Durante el gobierno de Duque, Benedetti mantuvo distancia con el entonces presidente y luego se unió a Petro en su aspiración a la presidencia.
(Con información de Reuters y AP)
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