El jefe de los servicios humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, aterrizó este domingo en Caracas para comenzar una visita que se extenderá hasta el martes y con la que prevé impulsar la ayuda que se viene implementando en Venezuela, según informó el funcionario en sus redes sociales.
“¡Llegué a Caracas por primera vez! Espero colaborar con el Gobierno y otros socios clave para abordar algunas de las necesidades sociales más apremiantes”, indicó a través de su cuenta de Twitter.
La llegada del funcionario se produjo cerca de las 17 GMT, a través del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, que sirve a Caracas, y donde firmó el llamado libro de visitantes oficiales.
Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, sostendrá reuniones con el régimen chavista, así como con representantes de agencias de la ONU y de organizaciones no gubernamentales que implementan proyectos de ayuda en el país.
Según un boletín de prensa emitido el viernes por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la visita del alto funcionario “tiene como objetivo apoyar los esfuerzos en curso para abordar las necesidades humanitarias y sociales y fortalecer la prestación de servicios básicos”.
El Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU elaborado para Venezuela, con el apoyo de 132 organizaciones, atendió en 2021 a 4,5 millones de ciudadanos en 332 municipios del país caribeño, según datos de la organización.
Por su parte, el opositor venezolano Miguel Pizarro pidió este domingo que Griffiths pueda conocer “la realidad” que viven los ciudadanos. “Deseamos todo el éxito al director general Griffiths en su visita. Y que pueda conocer de primera mano la realidad de los venezolanos”, indicó el ex diputado opositor en su cuenta de Twitter.
Pizarro, nombrado por el presidente interino Juan Guaidó como comisionado para la ONU, consideró que el trabajo de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Venezuela ha “sido fundamental para la visibilización y atención” de las necesidades de las personas más vulnerables.
Según un informe de la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), en el país se registraron 3.892 protestas durante el primer semestre del año, es decir, un promedio de 22 diarias, lo que supone un incremento de un 15% respecto al mismo periodo de 2021, cuando se documentaron 3.393 manifestaciones.
La organización computó, durante los primeros seis meses del año, 2.856 protestas relacionadas con exigencias de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, lo que representa el 73% del total.
Los venezolanos exigieron derechos laborales en 1.642 oportunidades, principalmente un salario “digno y suficiente” que le “permita cubrir sus propias necesidades y las de su núcleo familiar”.
Por otra parte, el “colapso de los servicios y la falta de soluciones efectivas y (de) largo plazo por parte de las autoridades se ha mantenido como segundo motivo que provoca acciones de protestas realizadas mayoritariamente por vecinos”, dijo el OVCS.
Se contabilizaron 459 protestas para exigir acceso al agua potable, 304 por fallas del servicio eléctrico y 111 manifestaciones por el gas doméstico, siempre según la ONG.
El viaje de Griffiths a Venezuela se da en momentos en que el Tribunal Penal Internacional (TPI) tiene abiertas dos investigaciones preliminares sobre abusos presuntamente cometidos por las fuerzas chavistas desde abril de 2017 y, en términos generales, sobre la represión de las protestas convocadas contra la dictadura de Nicolás Maduro.
Además, desde febrero de 2020, el TPI analiza una queja presentada por el Gobierno de Maduro para determinar si las sanciones de Estados Unidos equivalen a crímenes contra la Humanidad.
Con información de EFE y Europa Press
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