La alianza Media Freedom Coalition (Coalición por la Libertad de los Medios de Comunicación) emitió este lunes una condena a la falta de libertad de prensa en Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro, que emplea “medidas represivas” que dificultan la labor de los periodistas.
El comunicado, firmado por potencias como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, entre otros países, indicó su “profunda preocupación por la falta de libertad de prensa en Venezuela” y denuncia las “medidas represivas empleadas por el régimen de Maduro, incluido el acoso y la persecución de periodistas, trabajadores de los medios y medios de comunicación independientes, censura, cierres de de Internet, incautaciones de propiedades y el silenciamiento general de los críticos”.
Esas medidas restrictivas, apunta el comunicado, “son evidentes en el espacio digital en Venezuela, donde el régimen de Maduro utiliza el bloqueo de contenido dirigido contra los críticos”. Y agrega: “Los periodistas independientes en Venezuela operan dentro de un entorno regulatorio y legal altamente restrictivo, y corren el riesgo de ser arrestados y sufrir violencia física”.
Media Freedom Coalition repudia, además, que “los medios de comunicación que critican o desafían al régimen de Maduro corren el riesgo de enfrentar consecuencias legales, incluida la cancelación de sus licencias y la incautación de equipos o bienes”. Esto condujo a que la dictadura chavista controle “la narrativa nacional”.
Ante este contexto, la alianza elogió “el coraje de todos los periodistas y trabajadores de los medios en Venezuela que, tanto en línea como fuera de línea, informan sobre los ataques a las instituciones democráticas y sobre las violaciones y abusos de los derechos humanos, así como sobre la corrupción en Venezuela”.
El único país latinoamericano que firmó el comunicado fue Chile.
El comunicado completo:
Los miembros abajo firmantes de Media Freedom Coalition expresan su profunda preocupación por la falta de libertad de prensa en Venezuela. De particular preocupación son las medidas represivas empleadas por el régimen de Maduro, incluido el acoso y la persecución de periodistas, trabajadores de los medios y medios de comunicación independientes, censura, cierres de Internet, incautaciones de propiedades y el silenciamiento general de los críticos. Esto se suma a las considerables dificultades y restricciones que enfrentan las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el análisis y reporte de problemas dentro de Venezuela.
En los últimos años, el régimen de Maduro ha restringido la libertad de prensa hostigando y persiguiendo las voces disidentes, en particular las de periodistas y trabajadores de los medios. Los periodistas independientes en Venezuela operan dentro de un entorno regulatorio y legal altamente restrictivo, y corren el riesgo de ser arrestados y sufrir violencia física. Estas dificultades también se extienden a las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el análisis y la información de los acontecimientos actuales dentro de Venezuela. Para evitar la persecución o consecuencias no deseadas, incluidas las detenciones arbitrarias, muchos periodistas y medios de comunicación recurren a la autocensura.
El régimen de Maduro también ha orquestado la adquisición de fideicomisos de medios para asegurar perspectivas editoriales amistosas y propagar políticas, mensajes e ideología patrocinados por el estado. Los medios de comunicación estatales brindan casi exclusivamente una cobertura favorable al régimen, en detrimento de las voces disidentes. Los medios de comunicación que critican o desafían al régimen de Maduro corren el riesgo de enfrentar consecuencias legales, incluida la cancelación de sus licencias y la incautación de equipos o bienes. Como resultado, Venezuela ha perdido su otrora vibrante sector periodístico y el régimen de Maduro controla la narrativa nacional.
Las medidas restrictivas son evidentes en el espacio digital en Venezuela, donde el régimen de Maduro utiliza el bloqueo de contenido dirigido contra los críticos. El bloqueo o filtrado de servicios afecta el libre flujo de información así como la libertad de expresión, erosionando aún más la libertad de los medios y el espacio cívico. Esto es de particular preocupación, dado que los medios de información y comunicación digital nunca han sido más importantes y que la mayoría de los medios de comunicación independientes en Venezuela ahora solo pueden operar en línea. El régimen también asigna importantes recursos para difundir sus propios mensajes y ahogar las voces que desafían su narrativa.
El derecho a la libertad de expresión ejercido por los periodistas es fundamental para la protección y promoción de la democracia, todos los derechos humanos y el estado de derecho. Los medios libres, independientes y pluralistas, tanto en línea como fuera de línea, son cruciales para que una sociedad democrática tome decisiones informadas, responsabilice a las autoridades, instituciones e individuos y escuche una diversidad de opiniones. Ser capaz de trabajar con seguridad permite a los periodistas cumplir con su papel crucial de ser una fuente de información objetiva e imparcial.
Elogiamos el coraje de todos los periodistas y trabajadores de los medios en Venezuela que, tanto en línea como fuera de línea, informan sobre los ataques a las instituciones democráticas y sobre las violaciones y abusos de los derechos humanos, así como sobre la corrupción en Venezuela. Los periodistas necesitan un entorno seguro en el que hacer su trabajo.
Alemania, Australia, Canadá, Chile, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos, Estonia, Francia, Grecia, Islandia, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Montenegro, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido, República Checa, Suecia y Ucrania.
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