El Primer Teniente Franklin Bustamante Pulido, oriundo del fronterizo estado Táchira, concluía su trabajo como Jefe de Sector Minero KM. 27, pues había solicitado la baja de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Pero se convirtió no solo en su trabajo final sino en lo último que hizo en vida, porque el 19 de mayo fue asesinado mientras transportaba un cargamento de oro, perteneciente a la Corporación Venezolana de Minería (CVM) cuando la comisión de militares fue atacada por una banda que les disparó y robo el oro. No hay nada de regular en lo sucedido, mucho menos en las condiciones en que se trasladaba del precioso metal, porque en realidad es una praxis al servicio de militares y altos funcionarios del régimen venezolano.
El oro se ha convertido en el principal interés para funcionarios militares, más aún los relacionados a Casa Militar y a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim); oficiales como el general de Brigada Rafael Antonio Franco Quintero, ex director de Investigaciones, y el teniente coronel Alexander Enrique Granko Arteaga, director de Asuntos Especiales, son ampliamente conocidos por los tentáculos que tienen en la zona del oro.
Un comerciante privado de oro explicó a Infobae que “el territorio en esta parte, del 88, está dividido por sectores que se han repartido grupos que responden a altos funcionarios del Gobierno. El Dorado y Tumeremo lo controla el Negro Fabio, pero ellos no tienen padrinos entre los altos funcionarios, porque quien los apadrinaba era Raúl Orozco alias Meteoro, un individuo que últimamente no aparece pro ahí, pero cuyo jefe era Alex Saab y tenía controlado Minerven, la empresa del Estado encargada de minería y metales, que se encuentra en El Callao”.
Lo que es la parte de comerciantes, chinos y compradores, todo eso lo lleva el Negro Juancho, y le cobran “impuestos” en oro a todos los comerciantes. Un poderoso por las relaciones con altos funcionarios, como un par de hermanos, es Carlitos Fernández, a cuya empresa le asignaron mucho dinero en tiempos de Cadivi”.
Ahora bien, con el incidente donde murió el teniente tachirense, es importante destacar una serie de hechos concatenados, según información a la que Infobae tuvo acceso. La CVM suministra combustible a las minas, cuyo precio se paga en oro. “Entre Guasipati y El Callao hay bandas muy violentas y fuertemente enfrentadas entre ellas; la banda del Totó, banda Roni Mató, El Topo y otra que está entrando ahora, porque algunos de los que dirigían esas bandas fueron asesinados, así que surgen los relevos. Esa zona les brinda la ventaja a las bandas de atacar y replegarse con seguridad”.
“Con los dólares que los funcionarios recogen, en las estaciones de combustible, compran oro que está saliendo hacia Turquía o Rusia, de manera que entra al sistema bancario y así compran y envían criptomonedas a China, por ejemplo, hacen transferencias con Brasil si quieren para comprar gandolas de comida; es toda una centrífuga”.
“Para nada es casual la inauguración del vuelo directo desde Venezuela a Irán, a través de la línea estatal Conviasa; el motivo es el oro. Eso viene a raíz de lo que ocurrió con Rusia, a consecuencia de la cercanía entre Nicolás Maduro y EEUU, por lo que el oro ya no va a salir hacia Rusia sino hacia Irán, desde que Rusia se inclinó a venderle petróleo a China”.
Muerte en territorio de bandas
La excusa de la Guardia Nacional es que la comisión en la que iba el capitán Ronald Galíndez, Jefe de Sector Minero KM. 88, y el 1Tte Franklin Bustamante, fue “interceptada por sujetos armados” en la Troncal 10; el primero de los oficiales resultó herido de un tiro en el pie derecho, mientras que Bustamante, quien fue gravemente herido con un tiro en la zona intercostal derecha, que le afectó el hígado y el riñón y pulmón derecho, no logró superar la gravedad y fallece horas después.
La Guardia Nacional de Tumeremo, Destacamento 624, perteneciente al Comando de Zona Nr. 62, dio a conocer, horas después, que el Presidente de la Alianza Estratégica Minera Guayana Oro, Juan Rodríguez, los informó del ataque contra los militares. Es por ello que el Teniente Coronel Edixon González Machado, Comandante del D-624, salió acompañado de 20 efectivos de Tropa Profesional al lugar de los hechos en la Troncal 10, en límites entre los municipios Sifontes y El Callao, estado Bolívar.
No era el primer viaje con oro del teniente Bustamante, por el contrario, varias veces el joven tachirense hizo trasladados y comentaba entre familiares y amigos el irregular modus operandi que se aplicaba para el traslado del valioso metal. Bustamante era un joven muy querido en Capacho, pueblo donde fue su velatorio. “Él había hecho dinero en los últimos años y por eso se iba a retirar”, dijeron vecinos de esa población tachirense.
Lo que no ha explicado la Corporación Venezolana de Minería (CVM), presidida por el Mayor General (Ej) Carlos Alberto Osorio Zambrano, número 52 de la promoción 1985 “GB Lucas Carvajal”, es la cantidad de oro que trasladaban los funcionarios, aunque una fuente militar dijo a Infobae que eran dos kilos. Tampoco ha explicado el organismo por qué para trasladar el oro iba una custodia reducida, de solo dos hombres, más aún cuando es del conocimiento público que en esa carretera pululan bandas.
La CVM recoge oro semanal, revela una fuente de la zona a Infobae. “Sus comisiones hacen esos viajes cada semana; es rutinario, por así decirlo. Aquí realmente nadie ha querido hablar de ese caso donde murió el teniente, más bien ocurrió el viernes y se supo dos días después”.
La explicación la da un empresario de Santa Elena, quien destaca que “no es un secreto cuando vienen a recoger el oro, que a veces es uno, dos o hasta tres kilitos de oro. Después que ellos reciben el oro se van sin ninguna logística de seguridad, sin vehículos de transporte de valores. Eso ocurre porque nada es formal, porque el negocio funciona informalmente entre militares y funcionarios civiles”.
“El combustible se vende aquí con sobreprecio y eso que queda lo recogen los militares en oro. Ese negocio funciona como una bodega, cuyas cuentas se plasman al estilo de los cuadernos con lápiz, por lo que era previsible que tarde o temprano un ataque como ese, donde muere un teniente y sale herido el capitán, iba a ocurrir”.
“Si CVM dice que ese oro era de ellos, pues sería lo que les quedaba, porque dos kilos de oro es insignificante para que se lo repartan entre 20 hombres que atacaron el vehículo. Normalmente, si trasladan 6 o 7 kilos, solo dos serían para la Corporación de Minería. Incluso Minerven, que antes tenía sus vehículos de transporte con seguridad, también se está manejando con esa informalidad”, finaliza diciendo.
El periodista Bladimir Martínez Ladera del portal del medio NuevaPrensaDigital dio a conocer que “testigos de lo ocurrido dicen que eran más de 20 hombres, todos portaban armas largas, algunos llevaban el rostro cubierto y actuaron tipo comando. Según, algunos se hallaban en la carretera y otros salieron de la maleza. Los pocos militares que custodiaban el botín intentaron frustrar el robo, pero los bandidos lo superaban en número de hombres”.
En todo el eslabón de poder y dinero, que rodea el negocio del oro, el teniente Bustamante integraba el último eslabón.
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