El Departamento de Estado de EEUU denunció este martes en su informe anual sobre derechos humanos que el régimen de Nicolás Maduro mantiene en la cárcel en Venezuela a “centenares” de presos por motivaciones políticas, muchos de ellos en condiciones “críticas”.
En el documento relativo a 2021, EEUU mencionó cifras de la organización Foro Penal según las cuales en octubre pasado había 260 presos políticos en el país, 50 de ellos “en condiciones de salud críticas”.
Destacó que el régimen de Maduro “permitió a algunos candidatos opositores participar” en las elecciones regionales de noviembre, pero “no hubo condiciones para unos comicios libres y justos”.
También afirmó que las negociaciones entre el Ejecutivo y la oposición, que tuvieron lugar en México entre agosto y septiembre, permitieron el regreso al país de algunas “figuras del exilio”.
“A pesar de estos cambios, el régimen de Maduro siguió manteniendo a centenares de personas en prisión por motivaciones políticas e impidió que centenares de candidatos de la oposición ejercieran todos sus derechos para postularse”, criticó.
El documento citó además que miembros de las fuerzas de seguridad de Venezuela “cometieron numerosas violaciones” de los derechos humanos y que “el régimen de Maduro no tomó ninguna acción para identificar o investigar” estos abusos.
El mes pasado, dos de diez estadounidenses encarcelados en Venezuela fueron liberados después de que una delegación de funcionarios estadounidenses viajó a Caracas para una reunión con autoridades del Gobierno de Maduro.
Estados Unidos también señaló a Rusia, Cuba, Nicaragua y China en su informe anual.
En una rueda de prensa, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, advirtió que en el último año Washington ha visto un empeoramiento de la situación de los derechos humanos y una continuación del auge del autoritarismo en muchos lugares del mundo.
Añadió que “en pocos lugares las consecuencias humanas (de ese empeoramiento) han sido tan duras como en la guerra brutal del Gobierno de Rusia en Ucrania”.
El secretario de Estado destacó que, a medida que las tropas rusas se retiran de las ciudades ucranianas que habían ocupado o sitiado, están saliendo a la luz las “atrocidades generalizadas” de las fuerzas rusas.
Citó el testimonio de mujeres y niñas que han sido violadas, así como infraestructuras civiles bombardeadas, como un teatro y una estación de tren.
Al respecto, en el capítulo de Ucrania, el Departamento de Estado acusó a las fuerzas respaldadas por Moscú de haber perpetrado en 2021 actos violentos “generalizados” contra la población civil de la región del Donbás, donde el Kremlin lleva desde 2014 apoyando a milicias prorrusas.
Rusia inició el 24 de febrero una invasión a Ucrania con la excusa de ayudar a la población del Donbás y, desde entonces, la guerra ha dejado miles de muertos, más de cuatro millones de refugiados y unos siete millones de desplazados internos, según Naciones Unidas.
(Con información de EFE)
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