El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, anunció este martes que denunciará a Trinidad y Tobago por “maltrato reiterado” a los migrantes venezolanos tras la muerte a tiros de un niño que migraba junto a su madre a ese país isleño en una embarcación que fue disparada por la Guardia Costera trinitense.
“Vamos a denunciar a Trinidad (y Tobago) por maltrato reiterado a los migrantes venezolanos, no solamente dispararles, negarles documentación, deportarlos, bloquear el ingreso generando naufragios”, expresó el líder opositor en una conferencia de prensa en Caracas.
Guaidó añadió que la “misión permanente” de la oposición ante la Organización de Estados Americanos (OEA) ha hecho la diligencia directamente con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para buscar “siete elementos concretos” en el caso y hacer justicia.
Entre los elementos a los que se refirió están “responsabilizar a la Guardia Costera (de Trinidad y Tobago) por el asesinato de este bebé”, definir “quién asesinó a esta criatura, dónde está el responsable” y establecer “el uso desproporcionado de la fuerza”, con la que la Guardia Costera actuó “para embestir a una pequeña embarcación de madera con refugiados venezolanos”, explicó.
Asimismo, dijo que pedirán a la Fiscalía de la isla caribeña que se abra una investigación de lo ocurrido para que “haya justicia”.
“Debe haber responsables y el señor primer ministro (de Trinidad y Tobago) debe llamarlos como lo que son, es un asesinato y se deben establecer responsabilidades y el respeto a los derechos humanos”, apostilló.
El opositor añadió que hay 35 venezolanos deportados desde la isla caribeña que “corren peligro”, porque algunos habrían formado parte de las Fuerzas Armadas de Venezuela, por lo que también pedirán protección para estas personas.
“Más allá de las acciones que vamos a tomar, no se nos olvida quién es el absoluto responsable de esta tragedia, no se nos olvida quién es el que por acción y omisión ha empujado a los venezolanos al mar (...) el responsable es la dictadura de Nicolás Maduro”, dijo.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, afirmó que la muerte a tiros del niño venezolano el pasado 5 de febrero por parte de la Guardia Costera fue “un accidente”, al tiempo que defendió el trabajo de los guardacostas ante la controversia despertada.
Sostuvo en su cuenta oficial de Facebook que los miembros de la Guardia Costera estaban cumpliendo “órdenes razonables y profesionales bajo protocolos y leyes internacionales”, pese a que los disparos acabaron con la vida del bebé, que migraba junto a su madre.
La Guardia Costera justificó que abrió fuego contra la embarcación en la que viajaban en un intento de detener a los migrantes y en “defensa propia”, alegando que habían intentado “embestirlos”.
La Policía y la Guardia Costera de Trinidad y Tobago pusieron en marcha dos investigaciones paralelas para aclarar las circunstancias de la muerte.
(Con información de EFE)
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