Las consecuencias de lo que ocurre en la institución castrense “es el debilitamiento y desprofesionalización de la institución militar. Al capitán o al sargento ya no lo ven como un superior sino como un socio con efecto pernicioso sobre la preservación de la disciplina y la subordinación”, así lo dijo la Mayor retirada de la Aviación venezolana Raynell Martínez Mujica en el foro Pasado, Presente y Futuro de la Fuerza Armada, organizado por el Centro de Estudios Democracia Ciudadana (CEDES), con sede en EEUU.
A su juico esa distorsión en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) lleva a la “participación en actividades del narcotráfico y crimen organizado transnacional y en contrabando de gasolina, alimentos y trata de personas. También en la extorsión por parte de miembros de la tropa, así como abuso de poder. La cantidad de militares involucrados en hechos delictivos es alarmante”.
En cuanto a las funciones de los aliados, enemigos y negocios, Martínez dice que “Venezuela mantiene alianzas con China y Rusia, como las más fuertes en la parte militar, a quienes ha comprado equipos militares, pero se desconoce qué ha adquirido, a qué costo y cómo han sido pagados, porque hay ausencia de control previo y posterior y ausencia de licitaciones”.
En el foro, que fue moderado por el Teniente Coronel (Av) retirado y doctor en ciencias políticas Rodrigo Mijares, la My (Av) Martínez se refirió a los militares en la economía, asegurando que el dinero no solo proviene del presupuesto asignado al Ceofanb y MinDefensa, sino también del comercio, porque “los militares, al no tener el suficiente presupuesto hacen la renta del territorio, obtienen recursos por vía del narco, droga, minería, el combustible, secuestros, armas y monopolio de empresas, de manera que la Fuerza Armada tiene un presupuesto ordinario y uno extraordinario”.
“Un tercio de generales del Ejército están vinculados en empresas de negocios con el régimen, a quienes se llama mili-empresarios, quienes dirigen empresas estatales, son oficiales en servicio activo y/o retirados con empresas privadas que hacen negocios con el régimen y militares en negocios ilegales”.
Criticó también la relación de funcionarios castrenses “con grupos llamados colectivos, agrupaciones sociales que trabajan en proyectos de educación y de producción dentro de la organización comunal que promovió la revolución para mantener un control distinto de la Fuerza Armada, pero con armas”.
“La participación de los militares en cargos públicos indica que es el 30% de los ministros así como en las gobernaciones y alcaldías”, aseverando que los presos políticos militares son considerados por el régimen venezolano como “enemigos de la FANB. Actualmente hay 180 militares presos, 252 militares procesados por razones políticas”.
En cuanto al rol de la Fuerza Armada en la frontera dijo que “su presencia es mínima y ha logrado una convivencia con la guerrilla de las FARC y ELN. El nivel de corrupción y de convivencia es porque el mismo Estado actúa como un cartel de delincuentes, La soberanía es lo que el régimen establece”.
Asegura que además “han participado en actividades económicas extrañas como el Plan Bolívar 2000, Pdvsa, sector eléctrico y energético, Metro de caracas, empresas de aluminio, hierro y acero, aeropuertos, puertos y aduanas, Gran Misión de Abastecimiento Soberano y seguro”, indicando a 18 generales en ellas.
Parte de ese sistema económico relacionado a la FANB es que “se han creado múltiples empresas militares, entre las que están; Banco de la Fuerza Armada, TV Fanb, Emiltra de transporte de carga, la empresa agrícola Agrofanb, la Compañía Anónima Militar de industrias minera, petrolífera y gas Camimpeg”.
Ideología
La Mayor Martínez destacó la misión, doctrina y cultura de las actuales fuerzas armadas bolivarianas, recordando que la Constitución, en su artículo 322 contempla que la seguridad de la nación es competencia del Estado y la defensa es responsabilidad de todos, es uno de los cambios que hemos visto de manera que la corresponsabilidad es de todos.
“El socialismo del Siglo XXI ha hecho que la Fuerza Armada cambie su doctrina y su visión de seguridad. Es por ello por lo que en la Ley Constitucional de las Fuerzas Armadas del 2020 hay una reforma total de lo que es el concepto de seguridad”.
En dicha Ley Constitucional, que fue aprobada por la Asamblea Constituyente, “se expande la militarización del estado y del régimen militar sobre los ciudadanos, se establece una nueva ideología, se fortalece la Inteligencia y Contrainteligencia, que ahora es en todos los niveles de la población, además se crea el Sistema Defensivo Territorial donde la FANB y las Milicias ahora son una sola y se establece el control a través del miedo a las armas”.
La creación de Sistema Defensivo Territorial, según lo explica la Mayor en situación de retiro Martínez, “es un conjunto de medidas y actividades patriótico bolivarianas practicadas en tiempo de paz o en situaciones excepcionales en todos los niveles nacional, regional, estatal, municipal, parroquial y comunal, tanto en la lucha armada como en la no armada”.
“Se involucra a la población civil en actividades complementarias al rol de la Fuerza Armada y hacer coincidid los propósitos de las fuerzas militares con la del pueblo en armas en la defensa integral del territorio, siempre al servicio de un propósito político controlado por el Estado. Es así como un militar pasa a ser un soldado, y un soldado pasa a ser un miliciano, y un miliciano pasa a ser un ciudadano”.
Todo está basado en el enfrentamiento político, asegura Martínez. “El socialismo ve el enfrentamiento político como un combate bélico; de ahí la doctrina como el bolivarianismo, el madurismo, el chavismo y se unen estos tres factores en la ideología para que siempre esté el efecto Bolívar en las tropas, Chávez, el ‘socialismo y muerte’, el discurso bélico, cada ciudadano es un soldado y todos al servicio de la revolución, siempre buscando conflictos internos y externos, con una sola cadena de mando: el Presidente de la República o de la gobernanza es el que dicta hoy las normas específicas en la guerra asimétrica que ellos han creado”.
En la Fuerza Armada
La Mayor Raynell Martínez recordó que “en estos años se eliminaron los suboficiales, se incorporó la Reserva Activa y la Milicia movilizada, y se le da ingreso nuevamente a las mujeres 2020. Los ascensos a los grados superiores ahora son ordenados por el presidente. Se implementa la ideologización en la Fuerza Armada, a través de los distintos cursos de las fuerzas. Hay un solo uniforme común, el Campaña Verde Patriota”.
Resalta la incorporación de militares activos a funciones administrativas del Gobierno. “En febrero 2018 la organización Transparencia Venezuela reveló que, de las 576 compañías estatales, al menos 60 tenían a un militar como máxima autoridad”. La primera de ellas, Petróleos de Venezuela (Pdvsa), tenía como presidente para ese momento al general (GNB) Manuel Quevedo.
En cuanto a la organización de equipos presentó la estructura de la Fuerza Armada encabezada por el Presidente de la República como Comandante en Jefe de la Fuerza Armada. “Una de las cosas interesantes que se ha creado en esta estructura es la parte operacional y la administrativa, que están divididas. En la parte operacional está el Comando Estratégico Operacional (Ceofanb), mientras que en la parte administrativa sigue el Ministerio de la Defensa y se crea la Milicia Nacional Bolivariana”. ”En el Ceofanb se materializa la doctrina de Defensa a través del Sistema Defensivo Territorial y se crean macroestructuras, donde podemos ver un Estado Mayor Conjunto con múltiples direcciones, para los que destinan cada vez más generales. El Ceofanb es el máximo órgano de planificación, programación, dirección, ejecución y control estratégico operacional conjunto de la FANB”.
Es así como el Comando Estratégico Operacional “ejercerá el mando sobre los diferentes niveles del Sistema Defensivo Territorial y los componentes para que funcione de manera integral, por lo que depende directamente del presidente de la República”.
El Sistema Defensivo Territorial se divide en; Región Estratégica de Defensa Integral (8 REDI), Zona Operativa de Defensa Integral (28 ZODI) y la Área de Defensa Integral (ADI), que es la unidad de menor tamaño del Sistema.
El pueblo delata al pueblo
La función de la Milicia está bien establecida en cuanto al control ciudadano y control del miedo a través de las armas, dice la mayor Raynell Martínez. “Su misión principal es registrar, organizar, adiestrar y adoctrinar al pueblo para contribuir con la seguridad en todos los niveles del Sistema Defensivo Territorial”.
La Milicia cuenta con la Unidad Popular de Defensa Integral, “que tiene 1.165 agrupamientos Populares de Defensa Integral (APDI), 14 mil Bases Populares de Defensa Integral (BPDI), 50 Unidades Populares de Defensa Integral (UPDI), además de los cuerpos de combatientes que son trabajadores de instituciones públicas o privadas. La misión tácita es cubrir espacio dejado por deserciones en la FANB y sustituir al personal preparado por millones de fieles”.
A juicio de la oficial la otra realidad es que la Milicia “genera un contrapeso armado a la FANBy despejan la posibilidad de un alzamiento militar o el desconocimiento de Nicolás Maduro; es el pueblo delata al pueblo. Es una unidad de fuerzas, que se mezcla con la Fuerza Armada, con las milicias cooperantes, colectivos, consejos comunales, pranes y bandas, criminales y terroristas”.
El 2 de marzo en la tarde será el próximo foro que será “Deficiencias institucionales de la democracia en Venezuela y las consecuencias que han tenido en las Fuerzas Armadas”.
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