Edgar Martínez, con 78 años de edad, lleva décadas labrando la tierra, amando el llano, con su agreste y hermosa realidad. Con el tiempo vio la transformación de la frontera, con la presencia y auge de los grupos guerrilleros y paramilitares. Hoy debe contemplar horrorizado la ocupación de su finca por parte del Ejército venezolano, sin que él lo haya autorizado, ni siquiera se lo consultaron y lo exponen como blanco de los grupos irregulares enfrentados, violando los principios del Derecho Humanitario Internacional al involucrar a los civiles en un conflicto del cual no forma parte.
La finca La Alcancía está ubicada en el sector Lorenzo, municipio Rómulo Gallegos, estado Apure, a unos 30 kilómetros de Elorza. El domingo 5 de febrero de 2022 la propiedad de Martínez fue tomada por un grupo numeroso de funcionarios en una comisión conjunta de Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), Dirección de Inteligencia del Ejército (DIE) y Milicia Bolivariana. Los funcionarios llegaron en buses yutong y camionetas.
La excusa es que andan detrás de los TANCOL, siglas con las que el jefe del Comando Estratégico Operacional (Ceofanb) señala a los grupos irregulares, especialmente la guerrilla colombiana.
Los funcionarios salen de día hacia la sabana a cumplir funciones de patrullaje. Tienen numerosas armas que para los civiles que están en La Alcancía causa miedo y zozobra. Martínez a sus 78 años ha vivido muchas cosas, pero su nieto de 18 años apenas empieza la vida y el tío de este con 44 años sabe que la frontera es una bomba de tiempo.
La gran mayoría de los funcionarios instalados en la finca de Martínez son de otros estados, por lo que no conocen la frontera y portan muchas armas de fuego. Los funcionarios les han dado buen trato a los civiles, incluyendo a los tres trabajadores que van diariamente a laborar y se van de noche; no ha habido robos ni atropellos, porque los funcionarios llevaron su logística: alimentos, chinchorros, colchonetas y carpas.
Lo que más preocupa a la familia dueña de La Alcancía, finca que está a menos de 100 metros del río Orichuna, es que en algún momento la guerrilla los ataque para enfrentar a los funcionarios, y que los Martínez terminen siendo víctimas inocentes. A Martínez lo respetan en la zona, lo ven como un hombre ocupado de su trabajo y nunca le dio entrada a ningún grupo irregular, ni siquiera en momentos en que las FARC tenía casi el poder absoluto en el municipio.
La guerrilla acostumbraba a realizar ofertas del triple del precio que tenía la cabeza de ganado sin hierro, porque el ganado no marcado es el ideal para el contrabando y llevarlo a territorio colombiano. Aun cuando es un negocio al que mucha gente en la frontera se presta, Martínez no quiso negociar con ningún grupo irregular.
La vida de Edgar Martínez ha sido el trabajo en el llano con la cría de ganado, la producción de queso, la cría de gallinas ponedoras; siempre le han gustado los productos de cuero.
Puerto Páez
Por una parte, los grupos guerrilleros y paramilitares azotan la frontera disputándose el territorio, pero también están los funcionarios militares, policiales y de inteligencia, algunos actuando violentamente. En Puerto Páez, funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) llegaron al pueblo. “Un viejo que se negó a darle gasolina al 1Tte López García, lo sembraron”, le dice a Infobae una fuente que pidió reservar su nombre.
Funcionarios militares, como se han reunido, en un sitio llamado Las Aguaitas, con Pedro Pablo del ELN, hasta donde los llevó alias La Catira intermediaria de las guerrillas, quien es cercana al General Velázquez de la 91 Brigada de Apure y protegida de alias El Gavilán jefe de la DIGCIM Apure Alias Gavilán.
Asegura que “lo que realmente se está peleando en Puerto Páez son las pistas del Cinaruco, en el centro turístico El Guayabo. La guerrilla logró posicionarse lenta pero segura, penetró diversas instancias, incluso militares. O de dónde cree usted que salió el machito gris de El Gavilán, el toyota gris que la Dgcim recibió en diciembre. El ex comandante de GNB en Puerto Páez, era uno de los primeros invitados a La Macanilla”.
“Ahora paga es el pueblo porque con la necesidad que hay, esta gente (la guerrilla) al estilo de Pablo Escobar da comida y medicina que con la situación económica que hay, de miseria, ¿qué más puede hacer uno?”, se pregunta.
“Aquí se sabe todo lo que pasa con el narcotráfico y la pelea del general Vera Cumare con alias Ferly y alias Arturo Ruiz hasta la imposición de Bello Ortega y de Carrizales, en su momento, contra las Disidencias de las FARC para que el año pasado entrara el ELN a la zona; ahí manda el ELN de alias Alex Bonito”.
“¿Uno se pregunta cómo es que la avioneta que agarraron llena de droga en Cinaruco Las Galeras está de nuevo volando y por qué no destruyeron la pista donde estaba esa aeronave de Pitoco? Es el mismo lugar al que llega el general Guzmán”.
Población civil
Habitantes del municipio Rómulo Gallegos le dijeron a Infobae que desde hace años las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hicieron presencia en la zona. “Siempre han hecho trabajos de inteligencia, preguntan mucho quién pasa, cómo se llama tal visitante e incluso preguntan por los patrullajes esporádicos de los militares”.
No hay combates fuertes en Rómulo Gallegos, cuya capital es Elorza, pero sí los hubo en zonas como La Capilla, El Ripial y Montillero, del municipio Páez, donde el Ejército de Liberación Nacional se enfrentó con el Décimo Frente de las FARC.
Y en El Nula del Alto Apure la guerrilla se ha llevado de territorio venezolano a seis personas de la zona que después han aparecido muertos al otro lado del río en territorio colombiano.
Algunos de esos casos son los de Julio Lizcano, un muchacho de 18 años, a quien se llevaron a finales de enero. Otro fue un pastor evangélico de apellido Pérez. También Jesús Alberto Contreras Márquez, quien fue asesinado el 3 de febrero de 2022 y su velatorio fue en Caño Regreso de El Nula. Fue dado por desaparecido Jimmy Contreras de 35 años.
La situación es grave para los habitantes de la frontera, agravado porque no hay información oficial por parte de las autoridades venezolanas. El 12 de enero de 2022 la ONG Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) publicó que “desde el día de ayer, 11 de enero de 2022, han empezado a llegar pobladores de comunidades de los Pueblos Indígenas Amorúa y Sikuani provenientes del estado de Apure, Venezuela al municipio de Puerto Carreño del departamento de Vichada en Elas FARC; esta situación se ha tornado hoy en una grave emergencia humanitaria dadas las condiciones precarias e inhumanas en las que se encuentra esta población indígena”.
“A este hecho de desplazamiento forzado de Pueblos Indígenas y Campesinos, se suman las amenazas contra sus vidas en sus territorios, el riesgo inminente de reclutamiento forzado de niñas y niños, y la siembra de minas antipersonal por parte de las disidencias de las FARC”.
Ayer miércoles en horas de la tarde hubo bastante movilización militar, sobrevuelo de helicópteros en Elorza, y funcionarios militares inspeccionaron el fundo El Molino.
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