El militar venezolano Igbert Marín Chaparro, teniente coronel del Ejército considerado preso político, levantó este jueves la huelga de hambre que empezó el 21 de diciembre pasado, tras una visita de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, informó la ONG Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia.
“La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas en Venezuela nos informó que ingresaron a constatar el estado de salud del teniente Igbert Marín Chaparro y este decidió levantar la huelga al llegar a un acuerdo”, indicó la organización en su cuenta de Twitter.
Asimismo, su abogado, Alonso Medina, indicó en la red social que las autoridades venezolanas se “comprometieron” a atender algunas de las demandas del militar -sin detallar cuáles- detenido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) desde marzo de 2018.
Previamente, Medina informó que a Marín Chaparro le hicieron este jueves un reconocimiento médico forense por parte de la Fiscalía General, aunque hasta el momento desconocen los resultados del mismo.
“Recordemos además que el teniente coronel se encuentra recluido en los calabozos que se encuentran en la sede de la DGCIM, los cuales, al día de hoy, están siendo administrados por el Ministerio de Asuntos Penitenciarios”, señaló el abogado.
Recordó que Marín Chaparro ha denunciado en “forma reiterativa” y desde su detención la “violación de los derechos fundamentales, las torturas, los tratos crueles de los que ha sido víctimas, la falta de atención médica oportuna, la violación al debido proceso”.
Esas son las razones -prosiguió- por las cuales decidió empezar una huelga de hambre.
Medina indicó que tras 17 días en esta protesta, el teniente coronel perdió aproximadamente 6 kilos y que solo estaba recibiendo líquidos.
El abogado también protestó por la “poca eficiencia” que demostraron organismos nacionales como la Defensoría del Pueblo en este caso.
Marín Chaparro informó de su protesta a través de una carta difundida por la ONG Justicia Venezolana, en la que denunció que sufre “tratos crueles inhumanos y degradantes” en la DGCIM, donde se encuentra detenido desde marzo de 2018.
Además, pidió que la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el encargado de negocios de la Unión Europea y el nuncio apostólico de la Santa Sede visiten “la casa de los sueños”, nombre con el que se refiere a una celda de castigo.
En el país caribeño hay 252 militares procesados por razones políticas, de los que 180 están presos, según datos de Justicia Venezolana.
El grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) había urgido este lunes a la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos “salvar la vida” de Marín Chaparro.
”Al teniente coronel Marín Chaparro se le han violado sus derechos más elementales y es por eso que ha tomado la medida extrema de la huelga de hambre para pedir ser escuchado por organismos internacionales”, expresó en un comunicado José Antonio Colina, presidente de Veppex.
El opositor venezolano Humberto Prado, nombrado comisionado para los Derechos Humanos y Atención a las Víctimas por el exdiputado Juan Guaidó, denunció el sábado pasado que hay “más de 300 presos políticos” en el país.
Entre ellos se encuentra Marín, el director de la ONG Fundaredes, Javier Tarazona, y Roland Carreño, dirigente del partido Voluntad Popular (que lidera Leopoldo López).
(Con información de EFE)
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