En las últimas horas volvió a recrudecer la tensión entre las guerrillas colombianas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que operan en territorio venezolano bajo el amparo de la dictadura chavista.
Las autoridades colombianas reportaron este lunes que los enfrentamientos armados en la frontera colombo-venezolana dejaron al menos 24 muertos.
La ola de violencia ocurrió este fin de semana en las localidades de Tame, Fortul, Saravena y Arauquita, ubicadas en el departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela.
“Nosotros ayer a eso de las 5 de la tarde ya teníamos el reporte oficial de 17 personas asesinadas. Sin embargo, en horas de la noche siguieron apareciendo y a esta hora tenemos 24 personas ya oficialmente reportadas como asesinadas”, declaró a W Radio el personero de Tame, Juan Carlos Villate.
El funcionario explicó que esos asesinatos ocurrieron en los dos primeros días del año y que incluso “seguramente la cifra podría subir a 50 durante este lunes”.
De acuerdo a lo informado por la periodista Sebastiana Barráez, el primer tiroteo del cual se tiene registro se inició del lado venezolano en Tres Esquinas a unos kilómetros de La Victoria. Del lado colombiano fue en Puerto Lleras, municipio Saravena, departamento de Arauca, cuando un grupo armado llegó por el río Arauca y enfrentó al otro que estaba en tierra firme.
En el territorio del lado venezolano del río, que comprende el estado Apure, hubo fuertes tiroteos entre los dos grupos en Los Cañitos, zona que se ubica más arriba de La Victoria, capital de la parroquia Urdaneta, municipio Páez, estado Apure. También se enfrentaron en Caño Gaital, al norte de La Victoria, en la entrada del sector Tres Esquinas, justamente en la zona donde el año pasado el Décimo Frente destruyó un puesto militar del ejército venezolano; esta vez fueron dejados ahí tres cadáveres.
Entre los muertos hay mandos medios de las disidencias de las FARC, otros del ELN y “simpatizantes, milicianos o población civil que ha sido señalada de ser militante o líder político de alguna organización que fueron declarados como objetivo militar”, detalló Villate.
Villate explicó, por su parte, que la situación obedece a un conflicto entre el ELN y el frente décimo de las disidencias de las FARC, “quienes se han declarado la guerra abiertamente”: “Todo inicia por operativos del ELN en los centros poblados reteniendo personas, algunas asesinándolas y los cuerpos han ido apareciendo poco a poco”.
El secretario de gobierno de Arauca, Édgar Guzmán, consideró que la muerte de un dirigente del ELN fue el detonante de los recientes enfrentamientos. Según apuntó, alias “Mazamorro” habría muerto en territorio venezolano en una acción de las disidencias de las FARC, “parte del detonante o la decisión final que fue desplegada en varios puntos del territorio de Arauca”, expresó en declaraciones a la cadena colombiana RCN.
“Esta situación produjo muertes que luego fueron arrojadas a territorio colombiano, hasta orillas del río Arauca”, agregó Guzmán, quien alertó de que la zona es muy extensa, difícil de controlar y que la presencia militar es insuficiente.
Además, comentó que “algunas comunidades se han ido desplazando por el temor que genera esta confrontación”, aunque por el momento no hay cifras oficiales.
Más temprano, el presidente colombiano, Iván Duque, volvió a denunciar que estos grupos insurgentes cuentan con la protección de la dictadura de Nicolás Maduro. “Lo que ha pasado en Arauca es que hay unos territorios por los que se han estado enfrentando esos grupos en la frontera con Venezuela, donde han tenido protección y resguardo por parte del régimen de Nicolás Maduro”, expresó en entrevista con la radio La FM.
Sobre la situación en Arauca, la Defensoría del Pueblo informó que en las “últimas horas se han presentado homicidios, amenazas, retenciones ilegales, desplazamientos masivos y riesgo de desplazamiento forzado en municipios de frontera, específicamente en Tame, Fortul, Saravena y Arauquita”.
Asimismo, expresó su “profunda preocupación por la agudización del conflicto armado” en Arauca, departamento petrolero en el que hay fuerte presencia del ELN, disidencias de las FARC y bandas de narcotraficantes se disputan el control territorial.
La oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, por su parte, llamó a proteger a la población civil y a activar los planes de contingencia para estos casos.
“Hacemos un llamado a asegurar el respeto al DIH y a los DDHH, en particular a la protección de la población civil; a activar los planes de contingencia necesarios y medidas que permitan cumplir las recomendaciones de las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo”, señaló el organismo internacional.
En esa línea se manifestó la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP/OEA) de la Organización de Estados Americanos (OEA): “Rechazamos enérgicamente enfrentamientos entre grupos armados ilegales en Arauquita, Fortul, Saravena y Tame. Instamos a estos grupos a respetar el DIH, poner en práctica los mínimos humanitarios y dejar la población civil por fuera del conflicto armado”.
La Diócesis de Arauca, en tanto, exigió a las bandas criminales “se deje a la población civil por fuera de las confrontaciones y hostilidades, aplicándose en todo el Derecho Internacional Humanitario”. Además, solicitó a las autoridades civiles que “se empeñen por proteger la vida e integridad de la población de los lugares en donde se estarían presentando las confrontaciones”.
Este lunes el ministro colombiano de Defensa, Diego Molano, anunció en sus redes sociales que las autoridades se encuentran reunidas en Arauca para tratar la situación.
Esta nueva ola de violencia entre guerrillas colombianas se da luego de los brutales enfrentamientos registrados entre marzo y abril de 2021. En ese entonces, las disidencias de las FARC, al mando de alias Gentil Duarte, consideraron que el ELN tuvo un rol decisivo apoyando al Ejército venezolano, en los sucesos ocurridos en el estado Apure, donde las FARC tuvieron varias bajas, además de verse obligadas a desplazarse de zonas. Varios soldados venezolanos también murieron durante los enfrentamientos.
De acuerdo con cifras oficiales, 16 efectivos de la Fuerza Armada murieron en los combates, que forzaron el desplazamiento de miles de civiles. Sin embargo, la oposición denunció falta de transparencia en los reportes brindados por el chavismo y acusó al régimen de ocultar información.
(Con información de EFE y Europa Press)
Seguir leyendo: