El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha defendido este lunes que la Unión Europea haga “el mayor esfuerzo” para mantener el diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana.
En declaraciones antes de la reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete, Albares ha puesto el acento en que se discutirá la cuestión de Venezuela tras las elecciones regionales y locales del pasado 21 de noviembre, defendiendo que ahora la UE debe reforzar su papel para conseguir que se abran paso las conversaciones entre régimen y oposición.
“Las elecciones no cumplieron con las expectativas democráticas que nos hubieran gustado y aun así la UE tiene que hacer el mayor esfuerzo para que las partes dialoguen y por fin veamos la democracia triunfar”, ha subrayado.
En concreto, los Veintisiete verán los primeros análisis de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la UE, a la espera del informe definitivo que, según Albares, estará “listo previsiblemente en enero”.
Albares ha señalado que España “hará oír su voz” en el debate sobre Venezuela, que llega a la mesa de los ministros de Exteriores los Veintisiete precisamente a petición española.
“Vamos a hacer una primera valoración en base, por su puesto, a las conclusiones de esa misión de observación de la UE y España hará oír su voz claramente hoy en torno a la mesa”, señaló.
Las fuerzas oficialistas se han hecho con 18 de las 21 gobernaciones que ya han acabado su recuento en los comicios de Venezuela. La UE envió una misión de observación electoral, en la que participaron más de 50 personas y que estuvo durante 15 días en el país latinoamericano, que reconoció mejoras con respecto a anteriores procesos electorales pero, de todos modos, señaló “deficiencias estructurales”.
Está previsto que la directora de la misión electoral europea, la portuguesa Isabel Santos, asista al Consejo de ministros europeos de Exteriores para hablar del tema y que presente en Venezuela el informe final. En el informe provisorio, se constató la “falta de independencia judicial y la no adherencia al estado de derecho“.
Por su parte, Borrell ha defendido la utilidad de la misión europea y confía en que este trabajo pueda contribuir a aumentar el papel de la UE en la crisis y a encontrar una solución a la situación en Venezuela facilitando la celebración de elecciones creíbles.
Por su parte, Nicolás Maduro, tildó de “enemigos” y “espías” a los observadores de la Unión Europea en las elecciones de gobernadores y alcaldes del pasado 21 de noviembre, al negar las irregularidades que reportó la misión.
”Quienes vinieron como enemigos, la delegación de espías de la Unión Europea, no encontraron ni un elemento para criticar el sistema electoral. En un informe lleno de improvisaciones y mal redactado, buscaron y trataron de manchar el proceso electoral impecable y democrático de Venezuela, y no pudieron”, expresó.
El pasado mes de septiembre arrancó en México un nuevo proceso de negociación entre las autoridades venezolanas y la oposición, unas conversaciones que han tenido varias rondas pero que actualmente se encuentran paradas desde que el oficialismo se retiró tras la extradición a Estados Unidos de un empresario colombiano vinculado a Caracas hace un mes.
(Con información de EFE y Europa Press)
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