El general en Jefe (Ej) Domingo Antonio Hernández Lárez, quien ocupa el cargo militar mas importante del país, como Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb), ha tratado de justificar el tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en Venezuela responsabilizando a los TANCOL (nombre que inventó para terroristas, armados, narcotraficantes de Colombia), que no existe como grupo, pero así llama a todos los delincuentes que caen por tráfico de drogas. Ignora a grupos de otros países como México y ni siquiera menciona a guerrilla colombiana.
Aunque Nicolás Maduro popularizó el nombre TANCOL el 30 de septiembre 2021, en realidad ya Hernández Lárez venía tratando de imponer ese nombre desde, por lo menos dos meses antes.
Cuando Hugo Chávez era el presidente de Venezuela, creó el nombre Grupos Generadores de Violencia (GGV), durante un evento que involucraba a la guerrilla durante un evento en el estado Apure. En esa época el ministro de Comunicación era Andrés Guillermo Izarra García y de inmediato difundió una nota de prensa refiriéndose a los GGV, como fue llamado a partir de entonces cualquier paramilitar o guerrillero.
Entre los muchos nombres que el régimen venezolano inventa para no reflejar la presencia de la guerrilla en territorio venezolano estuvo GRICOL, Grupos Irregulares Armados Colombianos Terroristas, hasta que a Hernández Lárez se le ocurrió los TANCOL y meses después Maduro lo mencionó.
El Comandante Estratégico Operacional, el jefe militar de mayor poder en el país, insiste en señalar ante cualquier captura, incautación de droga, neutralización de aeronaves o destrucción de pistas de aterrizaje, que los delincuentes pertenecen a los TANCOL.
Maduro, que solo se limitó a acuñar el nombre, habló de los TANCOL como “grupos de 20, 30 y hasta 100 personas que los entrenan en Colombia y los meten en la frontera para diezmar la seguridad interna, traficar cocaína y preparar ataques”.
Ocurre en la frontera
Hay en territorio venezolano muchos grupos que participan en el narcotráfico, en su procesamiento, comercio y distribución. Pero el horroroso negocio del tráfico de droga ya no es un monopolio colombiano en la frontera colombo venezolana, donde han aparecido, desde hace tiempo, integrantes de grupos mexicanos, como los carteles de Sinaloa y El Golfo. En el caso de Apure es impresionante el movimiento de mexicanos, hondureños, colombianos, árabes e incluso norteamericanos.
La violencia en estados como Apure tiene mucho que ver con el narcotráfico, y con grupos que se dedican al tráfico o están relacionados con ellos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en cualquiera de sus dos vertientes el Décimo Frente y la Segunda Marquetalia.
Ya en ese estado fronterizo es abierta la participación de los grupos narcotraficantes, lo que era discreto o rumor, ya es notorio y público. El 7 de noviembre funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) detuvieron a un venezolano, dos prostitutas y a dos mexicanos del Cartel del Golfo, que tenían en su poder 30 fusiles de asalto, además de otras armas y granadas.
El venezolano, alias Goyo, es hijo de un empresario del estado Guárico de origen italiano, aliado de las FARC desde hace décadas, a quienes les ha lavado dinero con sus diversas empresas, incluyendo hoteles, mataderos, carnicerías y empresas de alimentos. Ese “empresario” estaba muy relacionado a un alto dirigente del chavismo en Apure.
No es casual que dos días después de la detención del grupo de los cinco, llegaran funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y allanaran el negocio de unos sirios, que tuvieron problemas con una casa de cambio de su propiedad en Perú, por lavado de dinero. Aunque el SEBIN estuvo horas en el comercio de los sirios, no hicieron ningún procedimiento adicional, ni siquiera por la gran cantidad de máquinas bitcoins que encontraron ahí; los dueños estarían muy relacionados a Walid Mackled, quien está “preso” desde hace años en manos del SEBIN.
Cómo lo explica
Es importante destacar que el jefe del Ceofanb ha concentrado su esfuerzo en la institución militar, en elevar el apresto operacional, en presentar una imagen optimista de la Fuerza Armada, pero en algunos de los mensajes del General en Jefe Hernández Lárez hay muchas contradicciones, información incompleta e inexacta al referirse a los Tancol.
El 4 de diciembre el alto oficial publica que “La FANB incrementa récord operacional, con la incautación de 44.709,184 Kg de drogas a los TANCOL, además de 60 pistas no autorizadas destruidas y 51 Aviones Neutralizados. ¡Venezuela es y seguirá siendo territorio libre de plantaciones endémicas y tráfico de drogas!”, sin explicar cómo es que la Fuerza Armada le permitió o no se percató que el narcotráfico construyera tal cantidad de pistas de aterrizaje.
En el siguiente tuit del mismo día quedan más preguntas que respuestas. “Los TANCOL no cesan en su empeño de inundar al mundo a través del territorio nacional con cocaína y demás sustancias psicotrópicas y estupefacientes, 263 Kg más son incautados en las costas de Anzoátegui, la FANB seguirá desplegada manteniendo nuestro territorio libre de drogas”. ¿Cómo puede hablar de territorio libre de droga, cuando en el otro mensaje habla de la incautación de casi 45 mil kilos de droga?
En un video se observa a un militar extraer envoltorios de supuesta cocaína y mostrar las etiquetas con las cuales están identificadas, según al grupo al cual pertenece. Eso ameritó el siguiente escrito del jefe del Ceofanb: “FANB lucha implacable contra los TANCOL quienes intentan por todos los medios subrepticios posibles traspasar sus productos a través del territorio nacional para tratar de inundar al mundo de drogas. “Ahora hasta con marcas comerciales” ¡Venezuela es Territorio Libre de drogas!”.
Lo que asombra de ese comentario es que el máximo jefe militar de Venezuela esté descubriendo que las panelas de droga están identificadas, pero no con “marcas comerciales”, como él dice, sino con sellos, figuras y/o nombres que es lo que distingue el producto de uno u otro cartel.
Función incumplida
Ha insistido Hernández Lárez, quien ha tenido una carrera militar con bastantes méritos, en que la FANB cumple como la defensa del territorio y la soberanía, pero en realidad no es así, y los hechos lo demuestran, porque si la Fuerza Armada cumpliera con su función esencial, a la que está obligada por la Constitución, el territorio no estaría plagado de grupos guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes, que se disputan su control.
En un mensaje del 4 de diciembre destaca: “En ejercicio de su misión de garantizar la Independencia y la Soberanía Nacional, la FANB durante patrullaje fronterizo, incauta un cambuche “TANCOL”: minas, granadas, municiones, uniformes, etc. ¡La FANB asegurará a todo trance la integridad del espacio geográfico nacional!”. Enseña fotos sin precisar cuándo ocurrió, mucho menos nombres de detenidos ni lugar, aunque por la foto se educe que fue en el estado Zulia.
El 2 de diciembre el GJ Hernández revela que fue “neutralizado el avión “TANCOL” número 51 del año 2021. La FANB detecta y neutraliza pista no autorizada con balizaje nocturno y avión TANCOL no identificado que siguen empeñados en usar nuestro territorio para esparcir la cocaína colombiana en el mundo. ¡Seguirán siendo destruidos! ¡La cuenta aumenta a 51 en el 2021!”.
No da especificación alguna de la aeronave, el lugar donde ocurrió, aunque publica algunas fotos, no dice si hay muertos o detenidos, lo que se repite en todos los casos donde se refieren a ese tema.
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