“Barinas demostró que en Venezuela no hay condiciones ni respeto al voto, pero sí hay voluntad para luchar hasta lograrlo. Hoy salen a la calle en resistencia democrática a defender su soberanía, que fue arrebatada por la dictadura. No podemos dejarlos solos”, aseguró Juan Guaidó en su cuenta de Twitter.
El candidato opositor Freddy Superlano ganó las elecciones el 21 de noviembre pasado, donde familiares de Chávez gobiernan desde 1998. Competía contra Argenis Chávez, hermano del exmandatario (1999-2013) y aspirante a la reelección por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Pero el régimen no soportó la derrota y utilizó, una vez más, a la Justicia chavista para evitar su proclamación.
En su fallo, el Tribunal Supremo de Justicia reconoce que las “proyecciones consignadas por el CNE” dan a Superlano 37,60% de los votos emitidos y a Argenis Chávez 37,21%, pero asegura que el opositor fue inhabilitado en agosto pasado. La maniobra es absolutamente irregular, ya que su postulación había sido habilitada en todas las instancias previas, solo ahora que triunfó afirman que no lo estaba.
En este contexto, el presidente interino de Venezuela acudió a Barinas y recordó que los atropellos allí son un ejemplo “de que no hay Estado de derecho que garantice el respeto a la voluntad de la gente”.
“La próxima elección debe ser para salir de Maduro. La organización y la lucha por condiciones debe ser nuestro foco de trabajo diario. Ante los atropellos de la dictadura: más unidad, más fuerza y más estrategia”, afirmó. Y pidió: “Tenemos que reunificarnos para lograr un #AcuerdoDeSalvaciónNacional y elecciones presidenciales libres que permitan la solución a la crisis”.
Guaidó aseguró que lo sucedido en el estado Barinas -cuna de Hugo Chávez-, donde el Tribunal Supremo de Justicia ordenó la repetición de las elecciones para el cargo de gobernador, es un “ejemplo” para la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) y para el “mundo” de que en el país caribeño no hay “Estado de derecho que garantice el respeto de la voluntad de la gente”.
Barinas tiene un componente simbólico determinante para el chavismo, que gobierna allí ininterrumpidamente desde hace 23 años, por lo que una derrota pondría fin a la dinastía que construyeron los Chávez en las últimas dos décadas. Además, consciente de la falta de respaldo popular, el régimen tiene la imperiosa necesidad de demostrar que aún cuenta con poder político. Por eso, Barinas no se negocia. Allí aún hoy se respira el recuerdo del ex jefe de Estado, cuya imagen está plasmada en paredes, fachadas y carteles de todo el estado.
En los recientes comicios, el chavismo no sólo sacó la menor cantidad de votos en Barinas en la última década, sino además Superlano, quien volvió a presentarse, se impuso sobre Argenis. Pero la dictadura movilizó toda su estructura para evitar que la oposición le arrebate su epicentro. “Que haya perdido un Chávez es un símbolo importante, y un mensaje para Maduro. Ni siquiera el apellido Chávez es suficiente para garantizar la victoria”
, comentó a este medio Mercedes de Freitas, directora ejecutiva de la ONG Transparencia Venezuela.
El dirigente de Vente Venezuela fue tajante al asegurar que el chavismo “se robó la elección”. En ese sentido, detalló que Superlano se impuso por más de 2.500 votos de diferencia. Pero después de varios días sin conocer los resultados finales, el pasado martes 30 de noviembre la dictadura, en una insólita y arbitraria maniobra, directamente anuló las elecciones.
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