Tomás Guanipa, candidato a alcalde de Caracas, conversa con los vecinos de las barriadas pobres del oeste de la ciudad donde el deterioro de las calles obstaculiza el tráfico, se rompen las tuberías de agua potable y las aguas residuales arrastran a su paso basura y restos orgánicos descompuestos.
Tras casi dos décadas de alcaldes oficialistas, el candidato opositor promete atender estos y otros problemas y pide el voto de los capitalinos para “rescatar” a la ciudad y que sus casi dos millones de habitantes “vivan mejor”.
A simple vista Guanipa es uno más de los cerca de 70.000 candidatos a la elección de gobernadores, alcaldes y legislativos estatales y municipales del próximo 21 de noviembre, pero el dirigente opositor -acusado por el régimen chavista de intentar derrocar al dictador Nicolás Maduro- fue uno de los diputados que salieron del país.
Durante su exilio se desempeñó durante casi 19 meses como representante en Colombia de Juan Guaidó, quien como jefe de la Asamblea Nacional fue proclamado en 2019 como presidente interino y es reconocido por Estados Unidos y decenas de países como mandatario legítimo de Venezuela tras la elección de 2018 en las que Maduro se proclamó ganador en medio de denuncias de fraude e irregularidades.
La candidatura de Guanipa es, en parte, resultado de que el proceso judicial en su contra fuera dejado de lado por decisión de Maduro en agosto de 2020. El retorno de muchos opositores este año a la senda electoral terminó por allanarse en el marco de los ahora suspendidos diálogos en México.
Guanipa, que participa como delegado de la oposición en las conversaciones -suspendidas unilateralmente por el régimen en protesta por la extradición de Alex Saab, testaferro de Maduro, a Estados Unidos- confía en que los diálogos se reanuden tras las elecciones.
Los principales partidos opositores, que desde 2017 habían boicoteado los procesos electorales alegando que no existían condiciones idóneas, confirmaron su participación el 31 de agosto.
El boicot entonces estuvo “totalmente justificado” dado que las condiciones “eran inaceptables para asistir”, dijo Guanipa a la agencia AP en un recorrido por la Parroquia San Juan.
“Todavía no tenemos las condiciones electorales suficientes para poder decir que estamos en un país donde hay elecciones competitivas, pero los avances que hemos logrado son una rendija que nos permite abrir una ventana de oportunidades, que yo creo que tenemos que aprovechar”, acotó.
La campaña electoral comenzó oficialmente este jueves en un escenario en el que, más allá de la elección, serán puestos a prueba tanto las autoridades como el sistema electoral de Venezuela, desacreditado luego de años signados por la inhabilitación de partidos y algunos de los candidatos opositores más populares.
Muchos dudan de la imparcialidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado incluso de fijar las fechas de las elecciones y sus condiciones para que se ajusten a los objetivos políticos de la dictadura de Maduro en detrimento de sus adversarios.
Como parte de los esfuerzos de las nuevas autoridades electorales para despejar esas dudas, el presidente del CNE, Pedro Calzadilla, anunció el despliegue de 2.000 fiscales electorales que tendrán la responsabilidad de vigilar que se cumpla la normativa durante la campaña electoral. Entre las atribuciones de los fiscales está registrar cualquier irregularidad durante la campaña y remitirla al organismo electoral para que el directorio tome las medidas correctivas correspondientes.
La campaña electoral finalizará el 18 de noviembre.
Según cifras difundidas por las autoridades chavistas, más de 21 millones de venezolanos están facultados para elegir 3.082 cargos en los comicios, que antes se realizaban por separado debido a la complejidad de elegir 23 gobernadores, 335 alcaldes y varios miles de legisladores estatales y municipales mediante listas que incluyen a los postulantes y sus suplentes.
Calzadilla resaltó que el “proceso electoral se desarrolla en medio de un clima de diálogo” y garantizó la “transparencia y seguridad del voto”.
Los comicios también serán monitoreados por organismos independientes, una de las principales exigencias de la oposición venezolana.
La Unión Europea (UE) aceptó la invitación de las autoridades venezolanas y envió observadores para monitorear la campaña electoral y las próximas elecciones. La UE, que el año pasado no reconoció los comicios legislativos, no participaba de un proceso electoral venezolano desde 2006.
La Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) realizará una evaluación técnica independiente de todo el proceso electoral y dará recomendaciones para futuros comicios. La MOE-UE desplegó este jueves a 44 de sus integrantes por los distintos estados del país, bajo la supervisión de la jefa del operativo, la eurodiputada Isabel Santos.
En una declaración a los medios, tras reunirse con el Consejo Nacional Electoral (CNE), Santos explicó que también está en Venezuela un “equipo central” de 11 personas y, posteriormente, se sumarán 34 observadores más, así como una delegación de 12 parlamentarios, “algunos” diplomáticos y varios observadores más que serán contratados en el país.
“Esperamos llegar al 21 de noviembre con 100 o más observadores, lo que quiere decir una gran misión, comparada con los números de misiones previas en Venezuela y en otros países”, detalló la europarlamentaria portuguesa.
Acerca de los desafíos a los que se enfrentarán, comentó que el principal es, como en otros países, el de la pandemia por covid-19, lo que calificó como “un reto muy grande”.
Santos explicó que la misión va a observar “todo el proceso electoral”, desde la campaña hasta “el momento de votación” así como el posterior recuento, y también “si hay una reclamación” en los días siguientes.
Un resumen de lo que se observe quedará plasmado en el informe preliminar que presentará la MOE-UE el 23 de noviembre, con “todas las conclusiones” a las que han llegado hasta ese momento.
Y el informe definitivo llegará unos dos meses después, tiempo durante el cual se evaluarán en profundidad y con detalle todas las aportaciones de los observadores, que servirán para ver si es necesario sugerir algunas correcciones y recomendaciones para futuros comicios.
La misión estará en 22 de los 23 estados, además de Caracas. Amazonas será la única región a la que solo acudirá un equipo de observadores de corto plazo en los días previos a la votación, debido a las condiciones de logística y seguridad.
Sobre su encuentro con el CNE, Santos explicó que fue “una reunión de bienvenida” y trabajo en la que abordaron los últimos flecos del despliegue. Durante su trabajo, la MOE-UE se reunirá “con todos los actores políticos”, así como “con la sociedad civil”, según detalló Santos.
Acerca de la metodología de trabajo, detalló que los observadores de la UE estarán repartidos “por los diversos estados y van a recorrer” estos “para hacer una cobertura lo más amplia posible”.
“Esto es algo que hacemos en diversas partes del mundo y estamos muy entrenados para hacerlo y lo haremos muy bien”, comentó.
(Con información de AP y EFE)
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