Aunque la gerencia de CVG Alunasa intentó que el Ministerio del Trabajo de Costa Rica le aceptara que había suspendido actividades por culpa de las sanciones de EEUU y de la pandemia, y que por ello no cumplía con los trabajadores, la realidad es que solo logró demostrar que la causa del problema está en la mala administración de lo que alguna vez fue una importante empresa de aluminio, una de las siete empresas en Costa Rica que obtuvo más de 4 Certificaciones, que de 412 trabajadores quedan 190, con los cuales tiene importantes deudas desde el 2018.
Aluminios Nacionales S.A. (Alunasa) es una empresa perteneciente a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), con sede en Juanilama de Esparza, provincia de Puntarenas en Costa Rica. Se creó para la manufactura y comercialización de los productos de aluminio venezolano. Fue una empresa muy rentable desde su constitución con el nombre Alunasa en 1981, contratando a personal venezolano y tico. Reconocida a nivel internacional por el papel aluminio para uso doméstico, así como ollas, sartenes, bandejas y también bloques y cilindros de aluminio.
La revolución bolivariana logró lo que parecía imposible: quebrar a la importante empresa, luego de una serie de administraciones que derrocharon el dinero de Alunasa, sirvió para contratar cantidad de familiares de los directivos, para darles vida de lujos, pero también para engañar a los trabajadores. Tiene tres meses cerrada y la administración de Nicolás Maduro parece ignorar los acuerdos hechos ante la autoridades de Costa Rica.
El ingeniero industrial Franklin Álvarez es un incansable luchador por la defensa de Alunasa, aunque salió de la empresa en 2019, luego de 12 años de trabajo continúo. “No entiendo cómo una empresa que generaba rendimientos en el 2007, cuando llegué a ella, esté en la bancarrota y no se intervenga”, dice en conversación con Infobae.
Considera que Alunasa sería una empresa autosustentable si contara con una administración que le ponga alma, vida y corazón, de los cuales asegura hay, dentro de las instalaciones, trabajadores con esas aptitudes, gente que hizo posible que la empresa recibiera premios a la Excelencia por parte de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Certificaciones internacionales ISO siendo una de las que más tenían en Costa Rica.
Ante la pregunta de cómo explica que con personal así la empresa esté en la ruina, responde: “Porque a ese personal no lo han dejado trabajar”, y explica cómo el problema es la gerencia y por ello apuesta a que la empresa sea intervenida.
“Ni la Embajada de Venezuela en Costa Rica ha tomado control o monitoreado los movimientos de una empresa de su Gobierno. ¿Por qué el Gobierno de Costa Rica no mete mano dura, pone final a la novela y deja de colocar pañitos de agua tibia en la herida? Alunasa es una empresa que genera desarrollo económico, bienestar social y empleo en Esparza, Puntarenas y comunidades aledañas”.
Acaba de suceder
Tal y como sucedió en el 2018, el 15 de septiembre de 2021, un día de asueto para el país donde está la sede de Alunasa, porque se celebraba el Bicentenario de Costa Rica, la Alta Dirección de la empresa comunica al personal que no se puede cancelar la quincena, pero que va a Venezuela a buscar los recursos. La historia completa la narra el ingeniero Franklin Álvarez.
“Envían al personal a sus casas con un ‘Permiso para ausentarse con goce de salario’ hasta el 24 de septiembre. El permiso fue sin recibir dinero, porque era más bien una promesa de pago a futuro”. Igual que en el 2018 tampoco les han pagado.
La Presidencia de Alunasa, junto con el asesor jurídico, presentan al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), una nueva supleción de los contactos de trabajo. El 17 de septiembre, según el Boletín informativo 02-2021, un grupo de trabajadores logra comunicarse con el presidente de la CVG, Pedro Maldonado, a quien le exponen que aun por las sanciones que EEUU impuso, Alunasa ha trabajado con normalidad y son capaces de seguir haciéndolo de manera independientemente, bajo la figura de un fideicomiso con banco o con inversionista. Maldonado responde que la reanudación de las operaciones será hasta el primer trimestre 2022.
El 23 de septiembre, a través del Boletín informativo 05-2021 se comunica lo relacionado a la investigación según la suspensión de los contratos de trabajo que nuevamente Alunasa solicita. El viernes 24 de septiembre se obtienen los primeros acuerdos parciales entre Alunasa y los trabajadores mediante la conciliación del MTSS, los que se lee en el Boletín Informativo 06-2021. Lo más resaltante es:
A) Salarios atrasados 2021, se consultará a casa Matriz para cancelarlos.
B) Permiso con Goce de Salario, que se extiende hasta el 03/10/2021.
C) Salarios caídos 2018; se definirá según presupuesto, fecha y forma de pago.
D) Fueros especiales, se suspende los trabajadores (lactancia, maternal y sindical).
Cinco días después, el 28 de septiembre de 2021, la Dirección Nacional de Inspección del Trabajo de Costa Rica determina que Alunasa, durante todo el año 2020 y algunos meses del 2021, ha tenido actividad comercial, sin afectación por el bloqueo comercial de Estados Unidos y con las complicaciones del COVID-19. Con ello la empresa no acredita prueba suficiente para la suspensión por un caso fortuito o por fuerza mayor; el MTSS rechaza la solicitud de suspensión y queda claro que la causa de este problema obedece a una mala administración.
El fatídico 2018 para la empresa
Era martes de la Semana Santa, exactamente el 27 de marzo de 2018, cuando verbalmente la empresa comunica la suspensión temporal de contratos laborales sin salario hasta por 3 meses; al día siguiente se hizo efectiva. Cuando finaliza el asueto santo, los empleados suspendidos acuden, el lunes 02 de abril de 2018, al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), ubicado en Puntarenas, para aclarar las dudas del caso y las acciones tomadas por CVG ALUNASA.
La sorpresa es que ese mismo día, a las 9:30 AM, en el Registro Nacional de Costa Rica, se presentó un traspaso de la empresa a un fideicomiso. Los trabajadores acudieron a la Defensa Pública, advirtiendo el riesgo jurídico de los derechos de los trabajadores, ya que sin un comunicado oficial y por escrito que evidenciara que los trabajadores estarían suspendidos sin salario hasta por tres meses, existía la posibilidad de que los despidieran por abandono de trabajo tras ausentarse dos días seguidos en el mismo mes. Así se crea un sindicato.
El jueves 05 de abril de 2018 los trabajadores logran, por primera vez, reunirse con el Ministro de Trabajo de Costa Rica, Alfredo Hasbum Camacho y con la Viceministra de Trabajo y Seguridad Social Área Laboral, Nancy Marín Espinoza; les hablan del nepotismo, parentescos políticos y sanguíneos, los despilfarros, residencial sobre valorado, plaza Hugo Chávez, compra de premios, corrupción en cuanto a creación de empresas (Improalum, Unifoil), que hubo un solo aumento en esa gestión, semanas laborales (7 días laborados, 1 libre), retención indebida de rebajos de salario por 2% y 3%, comedor, préstamos asociación, préstamos bancarios, pensiones alimentarias, seguro social, cuota para pensiones.
Les dijeron a los altos funcionarios de Costa Rica cómo en la empresa venezolana Alunasa todo lo manejan verbalmente, sin dejar documentos de nada. Además, cómo desde noviembre 2017, ocurren reiterados retrasos en el pago de salarios, incluido aguinaldo. “No es sólo la importación de aluminio, también la planta se encuentra en abandono, la salud y seguridad ocupacional está descuidada, inconsistencias en importaciones”.
Hubo dos meses de reuniones hasta que, el 17 de mayo del 2018, ocurre la conciliación con el Acuerdo ANEP-ALUNASA17.05.2018, acordando reincorporar a los 35 trabajadores que aguantaron el proceso hasta el final; trabajadores rompieron su relación laboral con CVG Alunasa, interpusieron demandas y embargos.
La empresa venezolana, con sede en Costa Rica, desde el 2018, que se inició todo el proceso narrado, pasó de tener 412 empleados a 200. El 17 de octubre 2018, según Gaceta Oficial # 41.504 de Venezuela el Ministerio de Industrias y Producción Nacional nombra a Pablo Emilio José Gregorio Tumero Astros como presidente de CVG Alunasa. Se creía que la nueva gestión sería positiva para la empresa, pero fue imposible porque de la gestión anterior quedaron el asesor jurídico Carlos Peña Díaz, mediador o representante ante el MTSS, su esposa, Lorena Domínguez y un par de venezolanos más.
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