El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este lunes que planteará la “apertura del diálogo directo” con el gobierno de Estados Unidos, tras romper relaciones hace dos años, dentro del proceso de negociación que sostiene con la oposición venezolana en México.
“Vamos a plantear en la mesa de México la apertura del diálogo directo con el gobierno de los Estados Unidos para atender todos los asuntos bilaterales. Y si pusiéramos una agenda sobre la mesa, pudiéramos poner el regreso de los encargados de negocios”, dijo el mandatario en una rueda de prensa con medios internacionales.
Por otra parte, Maduro aseguró que los diálogos que comenzaron el pasado viernes con la oposición en México “ya son exitosos” y celebró la firma de un memorándum que dio inicio, de manera formal, a la negociación que calificó “de paz”.
“Creo que ya son exitosos. Los diálogos de paz entre Venezuela y los sectores extremistas de la derecha han arrancado con buen pie, ya son exitosos, tengo en mis manos el documento original de México y siento que tiene vida propia”, dijo el gobernante en una rueda de prensa con ese memorándum en sus manos.
A su juicio, ese documento es “un éxito para el país porque pone todo en su lugar”. Recordó que exigió “la inclusión de tres puntos y los tres puntos, con toda su contundencia, están presentes en este memorándum de entendimiento”.
Entre esas tres propuestas, subrayó que la primera era “el reconocimiento de las autoridades legítimas de Venezuela” que “fue el primer paso que se dio”.
Ese reconocimiento, en opinión del dictador, se muestra con la firma del presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, como plenipotenciario del Ejecutivo que firma por el régimen, pese a no ser miembro del mismo, y el “coordinador o líder” de la oposición, Gerardo Blyde.
Otro de los elementos que exigieron es “el cese de la violencia” y aseveró que en el memorándum firmado “se comprometen en cesar todas las conspiraciones”.
El tercero de esos puntos, según rememoró, es “el levantamiento de todas las sanciones” internacionales que calificó como “un elemento central”.
“Sanciones levantadas o nada”, apostilló como “la consigna” de su delegación.
No obstante, el mandatario no se refirió a una cuarta condición que él mismo planteó el pasado 1 de junio, cuando dijo que las negociaciones con la oposición debían ser públicas para que el país conociera todos los detalles.
“Si vamos a reunir la mesa, tiene que ser un acto público, con cámaras y periodistas, con comunicados, fotografías, imágenes y transparencia, cero secretismo, como las reuniones deben ser, públicas, y el país debe conocer los detalles”, dijo entonces el mandatario durante un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Por su parte, Rodríguez, que también tomó la palabra, comentó que, para llegar al comienzo del diálogo, fueron necesarias “arduas conversaciones” porque hay “una disputa importante” y una “división profunda” entre los distintos sectores de la oposición.
Por eso, la firma del pasado viernes en México supuso la “conclusión de más de seis meses de conversación entre el Gobierno y sectores de oposición”.
Rodríguez explicó que van a “promover encuentros de trabajo en Venezuela”, además de los encuentros en Ciudad de México.
(Con información de EFE)
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