La jugada más brutal que el chavismo, en sus elecciones internas, cometió contra los indígenas, en el estado Apure, fue en el municipio Rómulo Gallegos, cuya capital es Elorza. Se burlaron de esos pueblos originarios, se burlaron de su inocencia, les volvieron a cambiar oro por espejitos, les prometieron el paraíso de una bolsa de alimentos. Y lo más bajo, les pisotearon, con artimañas, la posibilidad de tener una figura femenina indígena como alcaldesa, en llave con otra mujer: la docente y presidente del Concejo Municipal Ricarda Yelitza Ojeda de Yusty a quien por cariño llaman La Kika y la edil María Ángela Rodríguez “La India María”, quien es asesora de presidencia en el Parlamento Indígena de América, capítulo Venezuela.
La protesta de los líderes indígenas y la población en general obligó a que el PSUV enviara una comisión que llegó a recibir las denuncias. Lo absurdo es que quien los recibe y los orienta es el alcalde Jesús Solfredis Solórzano Laya, el denunciado porque su desespero no se quedó en usar los recursos de la alcaldía para favorecer a su pupilo Luis Aguilera, director general de la alcaldía, sino en montar un ardid para que los indígenas no lograran sacar ventaja en el resultado. Lo que en elecciones normales hacen contra opositores, esta vez lo usó contra las numerosas comunidades indígenas de Apure.
El caso es que cuando el viernes 6 de agosto se fueron a instalar las mesas electorales, para las elecciones internas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hubo la excusa de que estaba lloviendo mucho y que el helicóptero no pudo ir hasta el centro de votación de Riecito, población lejana de Elorza y que necesita de varias horas en embarcación rápida para poder desplazarse por el río Arauca. Todos en la zona coinciden en señalar que jamás se ha utilizado ningún helicóptero para instalar la mesa en esa zona.
Al día siguiente, alguien había decidido que los indígenas que votaban en Riecito tendrían que hacerlo en Rancho Bonito, que queda más cerca de Elorza, pero los indígenas no podían hacerlo, porque no tenían tiempo de llegar, ni recursos ni embarcaciones rápidas para movilizarse por el río, única manera de llegar en época de lluvia, porque los terraplenes se cubren, se inunda la sabana y el transporte es solo en tractor.
El 73% no pudo votar
Indígenas inscritos hay 2.167, los cuales votan en estos lugares: el centro donde está la comunidad indígena más importante es Riecito (829 indígenas votantes) que está a más de tres horas río abajo, las poblaciones vecinas Alcornocar (405) y Boca Tronador (397); ahí está el centro más grande de votantes indígenas, de manera que al concentrar los centros en Ríecito votaría ahí 1.631 indígenas. Para donde mudaron el centro, que está más cerca de Elorza los electores se dividen así: Manguito (287) y Rancho Bonito (249 electores), es decir 536.
Del total de 2.167 electores indígenas inscritos, el 73% no pudo votar por el cambio de centro de votación. Los indígenas que apoyaban a María La India no pudieron llegar y así se fraguó el fraude. “Nosotros no votaríamos por un racional, sino por la nuestra”, es la queja más común entre los indígenas.
A eso hay que sumarle que, en Elorza, en el centro de votación Manuel Antonio Nieves, una parte del grupo de indígenas que estaba preparado para votar por María La India, fue retenido en un comedor la noche anterior para forzarlos a que votaran por el candidato del alcalde.
El dirigente indígena yaruro, Adán Florez, señaló que él, como traductor bilingüe, estaban en el interior del centro de votación, cuando “el Plan República se prestó para apoyar a la chama no indígena (Enny Rechidel), nos sacaron a nosotros los traductores, para manipular a los indígenas y obligarlos a votar por otro candidato (Luis Aguilera) que ellos no querían apoyar. Nosotros como indígenas estábamos apoyando a la candidata indígena, teníamos derecho”, dice Flores.
El concejal
El concejal indígena Corozoboto Maporo había dicho unos días antes de las elecciones, en un video que ellos apoyaban a la Gobernación a Pedro Leal, pero que a la alcaldía respaldaban a Ricarda Ojeda, la que iba en llave con María La India.
Justificando por qué apoyaba al dúo de mujeres, y se rebelaba con lo que tradicionalmente ocurría con los indígenas, dijo que les ofrecían comida, pero que al día siguiente se les iba a terminar el mercado si hay mucha familia. Con amargura relata que “en tiempo de elecciones nos recogen, piensan que nosotros somos ganado, nos meten para el corral y llevan sal y nosotros venimos atrás, esa gente está haciendo así”.
Resaltó que los usan como mercancía política, porque son indígenas, pero que “ya sabemos, estamos preparados y somos civilizados”, finaliza diciendo.
Hace dos días el alcalde le regaló a Corozoboto un teléfono y lo llevó a su programa de radio, como manera de dar respuesta a la gran cantidad de quejas de la población indígena que no pudo votar. No hizo mención alguna al cambio de centro de votación lo que impidió, y por lo que la gran mayoría de los indígenas no pudo ejercer su voto. Se centró un número de indígenas encerrados en el comedor el día anterior a la votación interna y otros que trasladaban funcionarios de la alcaldía, además de los que manipularon porque no hablan el idioma.
Habitantes de Elorza aseguran que a Corozoboto lo pusieron a que ensayara lo que debía decir antes de darle el micrófono. Él se refirió a que ayudó a la gente suya en el proceso de votación. “Por ahí la gente me dijo que yo estaba encerrado como si fuera preso, pero no es verdad que estamos presos, estamos sueltos, estamos en la sabana”.
Repartieron dólares y compraron militares
Si Apure es un emblemático estado fronterizo, Carabobo es uno de los más importantes del país, no solo por estar en la zona central del país, sino por lo que significa tener uno de los puertos más importantes de Venezuela. Ahí resultó ganador el actual gobernador Rafael Alejandro Lacava Evagelista con 65.29. El candidato perdedor fue el capitán José Gregorio Vielma Mora que logró solo 25,35% y aún así están pidiendo revisión de números.
A través de un video, se ve a un nutrido grupo de personas, donde uno de ellos anuncia que están en el comando de campaña de Vielma Mora y Miguel Flórez, en el municipio Valencia del estado Carabobo. “Con equipo multidisciplinario de hombres y mujeres, dirigentes, cuadros revolucionarios de la UBCH, de los CLAP, de los patrulleros, territoriales, comando Centauro de la Gran Valencia”.
Expresaron su indignación “por tantos atropellos que nosotros fuimos víctimas, el pasado domingo en el proceso electoral que se llevó a cabo de las elecciones internas de nuestro Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”, dice dirigiendo el mensaje a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
Pidieron “intervención inmediata, porque lo que hemos sufrido nosotros acá”. Agregó que los presentes son testigos de todos los atropellos “amenazas con sus motorizados, con delincuentes que salieron de las cárceles para amenazar territorialmente, incluso contra la vida de los hijos de cada uno de ellos”.
Aseguró que “empezaron a repartir dólares, bolsas de comida, utilizaron los medios de transporte de Transcarabobo para trasladar solo a las personas que marcados iban a votar por ellos, desconociendo a la otra militancia que también es peseuvista. Atropellaron a la tercera edad, porque hicieron taponamientos en los centros electorales”.
Denuncia a los militares encargados de la custodia del material electoral y los centros de votación. “El Plan República fue comprado por estos carajos y les dieron plata para eso, les dieron billete y les dieron aguardiente”, dice mientras los presentes apoyaron la denuncia.
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