Si algo revela el video que el Bloque Magdalena Medio de las Disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), publica con fecha 24 de julio 2021, es que los señalamientos que el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Jesús Rodríguez Gómez, hizo contra el coordinador nacional de la ONG FundaRedes, profesor José Javier Tarazona Sánchez, son falsos.
Los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, comparten el poder con Nicolás Maduro Moros, a quien sirven de manera reverencial, lo que les ha permitido ocupar ministerios, la Vicepresidencia de la República y la presidencia de la Constituyente y de la Asamblea Nacional. Uno de ellos tenía que jugar un papel relevante en el encarcelamiento de Tarazona y en la persecución contra FundaRedes.
Es así como Jorge Jesús en una transmisión televisiva, el 13 de julio 2021, donde se refirió a los sucesos en la Cota 905 entre una poderosa banda armada y fuerzas policiales, que relacionó con dirigentes opositores, asegurando que había la preparación de otro intento de magnicidio como el del 5 de agosto 2018.
En todo el tema, que tuvo muchos ingredientes y poca coherencia, insistió en involucrar a Javier Tarazona a quien señaló de pretender secuestra a una mujer en Venezuela para llevarla a territorio colombiano en una operación de extracción, a la vez que lo relacionaba con una puesta en escena con el gobierno colombiano para simular el ataque que sufrió la aeronave en la que se trasladaba Iván Duque y también con el ataque a una instalación militar en el Norte de Santander, Colombia.
Las FARC
En el video que las FARC dan a conocer recientemente asumen la autoría en seis hechos, pero resalta precisamente los números 4 y 6. “Asumimos con responsabilidad las acciones realizadas contra la fuerza pública” y detallan los seis. “Objetivo cuatro: ataque contra la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta y sede militar de los Estados Unidos”, “Objetivo seis: acción contra el presidente de la República, Iván Duque Márquez”, dijeron las FARC en el video difundido en redes sociales.
El Bloque Magdalena Medio, al mando de Jhon Catatumbo, y que forman parte de las disidencias de las FARC dijeron en el video colgado en Internet: “asumimos con responsabilidad las acciones realizadas contra la fuerza pública tales como la acción contra la brigada 30 del ejército en Cúcuta y sede militar de los Estados Unidos, acción contra el presidente de la República, Iván Duque Márquez”.
Así queda demostrado que el presidente de la AN chavista, Jorge Rodríguez, inculpó a Javier Tarazona de dos hechos de los que las FARC asume autoría, y es precisamente la guerrilla la que ha sido denunciada por el coordinador de FundaRedes ante la presencia de ese grupo armado en territorio venezolano y por acciones contra la Fuerza Armada Venezolana y contra la población civil.
Rodríguez anunció que unos días después enseñaría las pruebas contra Tarazona y FundaRedes, pero aun no termina de armarlas, mientras los tres activistas siguen detenidos en El Helicoide y no, como el presidente de la Asamblea chavista había asegurado, en la antigua cárcel de La Planta.
Queda muy claro que Javier Tarazona no solo no estaba en Colombia, ni había ido desde hace mucho tiempo, porque solo había paso por las trochas, que en el Táchira están controladas por la guerrilla y él no se atrevió a estar expuesto ante los grupos que denunciaba, sino que no tuvo relación alguna con el atentado a la base militar de Cúcuta ni con el intento de magnicidio contra el presidente colombiano. Lo que Jorge Rodríguez aseguró fue un montaje por parte del Gobierno colombiano, las FARC asume la autoría de los hechos.
La estrategia contra Tarazona
Desde hace tiempo, y lo reveló recientemente, en un programa de televisión, el ex gobernador Ramón Rodríguez Chacín, FundaRedes estaba bajo vigilancia del Gobierno. Una fotografía de ese funcionario con los más altos mandos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) la llevó Tarazona ante el Ministerio Público unos días antes de ser detenido, y donde solicitó que se investigara la relación de altos funcionarios del Gobierno con la guerrilla colombiana.
No es casual que horas después de haber sido detenidos los hermanos Tarazona y Omar García, y mientras organizaciones nacionales e internacionales exigían saber el paradero de los activistas, el medio de propaganda del gobierno La Tabla, publicaba, entre otras cosas: “Tarazona, quien reside en Táchira, había permanecido los últimos meses en el Norte de Santander. Pero el miércoles, tras el anuncio de la visita a Bogotá del director de la CIA, William Burns, retornó a territorio venezolano, lo que alertó a los servicios de inteligencia local”.
Y agregó el medio: “Por eso la inteligencia venezolana (de acuerdo con una fuente experta) cree que el inesperado regreso a Venezuela está relacionado con la activación del plan de la CIA. Tarazona, conforme a pruebas obtenidas por Caracas, es un agente pagado por la embajada de EEUU en Bogotá”.
Queda demostrado que fue parte de una estrategia del régimen para posicionar la versión de que Tarazona estaba en territorio colombiano y así involucrarlo con montajes y relaciones con funcionarios colombianos y norteamericanos. No pudieron lograr el cometido, porque el coordinador de FundaRedes iba diariamente a la sede de la ONG en la urbanización Mérida de San Cristóbal, donde cada día se reunió con profesores, víctimas de grupos irregulares, dirigentes políticos y estudiantiles y con integrantes de la organización que dirige.
El 14 de junio 2021 Tarazona se presentó ante el Fiscal Superior del Táchira, para ponerse a la orden ante rumores de que habría una averiguación en su contra, por lo que estaba dispuesto a aportar la información que el Ministerio Público requería. El fiscal le aseguró que no había ninguna investigación contra él ni contra FundaRedes, incluso revisó el sistema y dijo que no había fundamento alguno.
El funcionario le mintió porque LaTabla asegura que la detención de Tarazona “responde a una investigación penal de la fiscalía 94°, con competencia nacional, por el delito de instigación al odio”.
El 2 de julio, cuando Javier Tarazona, se encontraba en la sede del Ministerio Público del estado Falcón denunciando el acoso por parte de los órganos de inteligencia del régimen venezolano, fue detenido, junto con su hermano Rafael y el abogado Omar de Dios García, por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia, quienes lo incomunicaron y lo trasladaron de Coro a Caracas.
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