La extorsión militar y policial en los puntos de control, un problema que alarma al régimen de Nicolás Maduro

Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y del Ejército solicitan “colaboraciones” a quienes intentan transitar en coche, con la excusa de que no se puede circular con más de 20 litros de gasolina

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Las alcabalas son centros de
Las alcabalas son centros de extorsión

Aunque hay menos de 200 kilómetros entre La Fría del estado Táchira y Machiques de Perijá del estado Zulia, el recorrido es más de cuatro horas en carro particular, por el mal estado de la carretera y por la existencia de 14 alcabalas militares fijas que hay en esa zona fronteriza (en algunas la diferencia es de 10 minutos de uno a otro punto de control). De nada sirve que el Fiscal designado por la Asamblea Constituyente, Nicolás Maduro y más recientemente el Ministro de la Defensa, digan que las alcabalas no están autorizadas.

En todas esas 14 alcabalas, algunas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y otras del Ejército Bolivariano, le solicitan “colaboración”, “pal’ fresco”, “deje algo” o mensajes similares a quienes atraviesan esa carretera. Una de las excusas más frecuentes para matraquear es que no se puede transitar con más de 20 litros de gasolina. El problema es que es una zona productora con recorridos que pueden durar horas para llegar a las fincas y el combustible no se consigue en las gasolineras.

Los productores son los más perjudicados porque en esos 200 kilómetros, por lo menos 7 de las 14 alcabalas les quitan los documentos de identidad para solicitar información sobre ellos. El tiempo de espera en cada uno de esos procedimientos es de unos 20 minutos; en una hora pueden radiar a las mismas personas hasta tres veces. Aunado a ello está el hecho de que muchos efectivos abordan a los usuarios sin tapabocas ni ninguna medida de bioseguridad. .

A lo largo de los 200 kilómetros la gasolina sigue ausente, pero hay ventas en toda la carretera Machiques, Colón, de combustible colombiano. No hay que ir muy lejos para saber que la industria del combustible la maneja una mafia, lo que permite que en la entrada de la estación de Servicio Catatumbo estén vendiendo gasolina, después de muchas semanas que les llegó gasoil.

Un chinchorro, una venta de
Un chinchorro, una venta de bebida de caña y la venta de gasolina al detal

Proliferan las ventas de combustible, que se anuncian públicamente con letreros, recipientes y algunos le agregan la bandera tricolor. Pero no hay gasolina en las estaciones de servicio, es decir, que la única opción es que se pueda viajar con el bidón de combustible en el vehículo o comprarla a los contrabandistas. Los militares aprovechan de quitarle una parte del combustible a quienes viajan con un bidón o pimpina como pago por permitirle a los productores pasar con los bidones para sus fincas.

Las asociaciones de ganaderos han propuesto solución a ese problema, se han comunicado con los comandantes de los puntos de control y de los comandos de la frontera, explicándoles que el combustible que están utilizando es el que viene de Colombia, porque Petróleos de Venezuela (PDVSA), la que alguna vez fue la principal empresa estatal de Venezuela, no está garantizando el combustible en la frontera.

En Perijá no hay combustible desde hace meses, la que llega la distribuye la alcaldesa Betty Cifuentes de Zuleta entre su gente, sean concejales, comerciantes o ganaderos. Todos los demás del pueblo y el municipio deben comprar el combustible en el mercado negro.

Alcabala Aricuaiza
Alcabala Aricuaiza

Hay dos alcabalas en las que nadie pasa ileso sin ser víctima de la matraca o la extorsión. En Orope a casi todos los que pasan, en semana radical, les cobran, con diversas excusas, incluyendo que “necesitamos comprar alcohol por lo de la pandemia”. En Aracuiza piden colaboración o quitan parte del combustible.

Sobreviviendo

Un funcionario militar de bajo rango de la Guardia Nacional en la frontera, que conversó con Infobae, sobre el grave problema que representa la extorsión en las alcabalas, justificó el hecho diciendo “es la única manera de sobrevivir. Si nosotros no vendemos la gasolina tres veces a la semana, cómo vamos a mantener a la familia, porque con lo que nos pagan en la Fuerza Armada no hacemos mercado”.

Ante la pregunta de si no considera deshonesto cometer un delito y la inmoralidad de vender combustible usando el uniforme, responde “si no fuera así, no trabajamos, prefiero irme para otro país. Los jefes también lo hacen, algunos peor, porque tienen a su grupo que les cobra el pote (un ahorro en dinero de las extorsiones o vacunas en las alcabalas), que le facilitan echar gasolina para que la revendan, que les permiten instalar alcabalas, entre otras cosas”.

Sobre lo que Nicolás Maduro, Padrino López y Tarek William Saab dijeron en cuanto a las alcabalas, responde “todos aquí saben lo que pasa. Si los sueldos fueran mejores no tendrían que dejar en la institución a personas con problemas delictivos. Muchos de los que entran lo hacen porque saben que pueden tener acceso a eso que usted llama la industria del contrabando, que también es de muchas cosas más. No es que a uno le digan que se resuelva, pero todos lo hacen. En todas las alcabalas hay que pedir ayuda, así se sobrevive en la Fuerza Armada”, dice el funcionario militar.

Tarek William Saab denunció la extorsión en las alcabalas

El Fiscal y el Ministro

El GJ (Ej) Vladimir Padrino López dijo, el 14 de julio, durante un acto de condecoraciones por los 30 años de servicio cumplido por parte del personal militar, que le ha pedido al Comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), al Director de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y al Viceministro de Policías del ministerio del Interior, Justicia y Paz que revisemos el asunto de las alcabalas para que se acabe todo este sistema perverso que se confunden, hace una masa gris, para molestar al pueblo en las alcabalas, en los puntos de control”.

Y dirigiéndose a los Jefes de las Regiones de Defensa Integral (REDI) les dijo “comandantes de regiones, pónganse al frente ustedes; hay una resolución conjunta, firmada”, agregando que en esa resolución que él suscribe, como Vicepresidente Sectorial, está dirigida a los comandantes del Sistema Defensivo Territorial para que “tomen control de esto”, finalizó diciendo.

Un día antes, el 13 de julio, Nicolás Maduro dijo ante la queja de uno de los diputados de Oposición cercanos al Gobierno, sobre el problema de las alcabalas, “a partir de hoy se deben eliminar las trabas que se le ponen al pueblo de Venezuela en las alcabalas durante las semanas de cuarentena, con el método 7+7”.

En la imagen Nicolás Maduro.
En la imagen Nicolás Maduro. EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo

Ya anteriormente el Fiscal Tarek William Saab dijo en un programa de televisión “si tú sales de Caracas hacia Oriente son 14 alcabalas, pero si tú dijeras ‘oye, es que están haciendo justicia’, pero no, ‘bájate de ahí’, ‘ábreme el carro’, ‘esa comida de dónde es’, ‘dame los papeles de la comida que compraste en el abasto tal’, te saquean”, aseveró.

¿Y los testigos?

Mucujepe es una población del municipio Alberto Adriani del estado Mérida. En una alcabala móvil que se instaló con funcionarios de la Policía Nacional, le quitaron los alimentos que llevaba para su familia, porque no tenía factura de la compra, pues el mercado negro se ha intensificado masivamente.

El hombre, entre lágrimas, dijo “me quitaron un saco de comida. Me pidieron la factura y les dije que yo vivía en El Piñal (Táchira), más allá de San Cristóbal. Me quitaron los realitos (el dinero). Tengo una bebé enferma, una niña especial, una hermana, que la tengo en tratos especiales y la plata (el dinero) era para ella. No tengo cómo irme para mi casa”.

Me quitaron toda la comida y el dinero, dice este hombre de la frontera

Relató que fue a la Fiscalía de Mérida “para todos lados, pero nadie me quiere apoyar”, agregando que cuando fue a la Guardia, al CONAS, a colocar la denuncia “me pidieron presentar testigos y les dije que no tenía”.

El preso sería yo

En marzo un hombre que se identificó en Twitter como Víctor El Taxista, denunció a través de Twitter, lo que le sucedió en horas de la madrugada del 3 de marzo 2021, en la alcabala que está antes de bajar a la autopista La Guaira. “Hoy no puedo ser el hombre positivo y que cree en su país”, dijo dirigiendo su mensaje a “algún funcionario de la Guardia Nacional que todavía sea honesto, ya que está institución perdió el respeto y moral”.

“Hoy en horas de la mañana, específicamente 4.35 AM, fui víctima y testigo a la vez de un abuso de poder; me dirigía al aeropuerto de Maiquetía (de Caracas hacia La Guaira) con dos jóvenes que se disponían a viajar. En la alcabala de la Guardia Nacional nos paran para realizar una revisión, me revisan la documentación la cual tengo al día y no hay problema. Me chequean el vehículo, sin problemas”.

Al que detienen, le piden
Al que detienen, le piden alguna colaboración

“A los pasajeros les revisan las maletas e identificación, sin problemas. Pero el Guardia, como sabe que vamos al aeropuerto, le dice a los jóvenes que tiene que chequear las pruebas del Covid. ¡Imagínense! A esa hora y sin ningún sistema, textualmente psico terror; los jóvenes se preocupan y este guardia llama a otro para que le preste apoyo. Finalmente le dice al joven con todo el descaro del mundo que le dé algo porque su compañero está buscando algo para que pierdan el vuelo”.

Uno de los jóvenes “tuvo que ceder para evitar tener problemas, es decir, se dejó robar, porque todos los papeles estaban en regla. Al ver este atropello los llevé al aeropuerto y me dirigí al Comando a colocar la denuncia; resulta que el preso iba a ser yo”.

“Les pido que si hay alguien que conozca algún funcionario decente que pueda hacer algo. Le comenté esto porque estoy molesto, porque esto no debemos tolerarlo”, finalizó diciendo.

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