Médicos venezolanos denuncian la falta de insumos, fármacos y personal de salud para enfrentar la pandemia

También advierten sobre el lento ritmo de vacunación ante el aumento de los contagios y las hospitalizaciones en el país caribeño

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Ciudadanos hacen fila para vacunarse contra la covid-19 en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo
Ciudadanos hacen fila para vacunarse contra la covid-19 en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo

En Venezuela el coronavirus ha agravado la situación económica y sanitaria en un país donde ya antes de la pandemia se alertaba sobre la escasez de medicamentos y el estado de los hospitales. Ahora que todo empeoró, el gremio de salud denuncia que la falta de insumos, fármacos y personal complica aún más el trabajo de los médicos.

“Preocupa el estado en que se encuentran nuestros centros de salud. En el hospital Luis Ortega ya no cabe un alma más para la atención de estos pacientes”, dijo José Antonio Narváez, presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta.

Narváez advirtió que tampoco cuentan oxígeno o ambulancias para transportar a pacientes que requieran ser llevados a centros que cuenten con mejor equipamiento.

Mientras los contagios y las hospitalizaciones aumentan, el ritmo de vacunación en el país caribeño sigue lento. En los centros donde se inocula, las personas pueden permanecer horas haciendo colas sin recibir la dosis.

“Vemos las quejas a diario de las personas que no logran vacunarse y las inmensas colas para lograr la vacunación. Esto atenta con resolver el problema de manera inmediata”, dijo.

Un hombre espera para recibir una vacuna contra la covid-19 en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo
Un hombre espera para recibir una vacuna contra la covid-19 en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo

La última cifra pública de llegada de dosis de vacunas, fue del 12 de junio cuando el ministro de Salud, Carlos Alvarado, dijo que el país había recibido 3,23 millones de fármacos entre la china Sinopharm y la rusa Sputnik V.

En Venezuela y hasta el pasado 4 de julio, se había inmunizado a un total de 2.508.201 personas, según dijo el dictador Nicolás Maduro. Este número ubica al país como el peor de Sudamérica en vacunar a su población.

Maduro aseguró que Venezuela cuenta con vacunas contra COVID-19 para inmunizar al 20 % de los habitantes, lo que supone cerca de seis millones de personas, pero no detalló cuándo llegaron estos fármacos al país. Sin embargo, los datos ofrecidos por el régimen chavista son cuestionados por distintos gremios de salud y la oposición, quienes denuncian una manipulación de cifras tanto en los contagios como en la vacunación.

Trabajadores de la salud caminan frente a la sala de emergencias del Hospital Ana Francisca Pérez de León II el 7 de abril de 2021, en Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña/Archivo
Trabajadores de la salud caminan frente a la sala de emergencias del Hospital Ana Francisca Pérez de León II el 7 de abril de 2021, en Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña/Archivo

Por otra parte, el Colegio de Enfermeros de Caracas y varios docentes reclamaron que no se aplique a menores de edad en Venezuela la vacuna cubana Abdala. Consideran que es todavía un “prototipo” pese a haber recibido su autorización para el uso de emergencia por las autoridades de la isla.

Los niños son sujetos especiales de derecho y, hoy, en Venezuela, no podemos seguir permitiendo que nuestros venezolanos se conviertan en conejillos de indias, dijo la presidenta del Colegio de Enfermeros en Caracas, Ana Rosario Contreras, que encabezó una pequeña protesta frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A su juicio, eso es lo que sucedió con 10.000 venezolanos que acudieron a inocularse la Abdala “bajo una oferta engañosa”, ya que fueron “llamados a unas jornadas territoriales de vacunación” y la misión médica cubana en el país “terminó diciendo que era una intervención sanitaria, es decir, un ensayo clínico”.

Por eso, envió el mensaje a los organismos internacionales de que en Venezuela “no se están respetando los protocolos para someter a las personas a ensayos experimentales, donde la primera obligación es el consentimiento informado”.

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