Un vehículo blindado de la policía se lleva por delante un auto en su camino por una estrecha calle de una barriada de Caracas, durante una operación este viernes para recuperar el control del lugar luego de casi dos días de enfrentamientos con bandas criminales.
No hay cifras oficiales de muertos o heridos en estos tiroteos que comenzaron el miércoles en el oeste de la capital de Venezuela. Medios locales dan cuenta de una docena de fallecidos, entre funcionarios, delincuentes y civiles alcanzados por balas perdidas.
“Hemos avanzado en desmantelar las estructuras del crimen que se habían instalado en estos territorios, con claras pretensiones de sembrar el terror y quebrantar la paz de las y los caraqueños”, escribió en Twitter la ministra del Interior, Carmen Meléndez. “Hemos liberado a ciudadanos que habían sido secuestrados por los antisociales”.
Unos 800 funcionarios forman parte de la operación de toma de la Cota 905, una barriada donde opera la banda de alias “Koki”, por quien el gobierno ofrece una recompensa de 500.000 dólares por información que permita capturarlo.
“¡Fue como una guerra! Nos protegimos y esperamos a que pasara”, dijo a la agencia de noticias AFP Jesús Rey, un mecánico de 40 años que vive en la zona.
“Disparaban de todas partes”, indicó por su parte una joven, que pidió mantener su nombre en resguardo. “Nos metimos en una casa de ladrillo. Éramos 50. Esperamos toda la noche hasta que esta mañana se calmó y pudimos salir”, añadió.
“Forma contundente”
La ministra Meléndez publicó fotografías de improvisadas trincheras con sacos de arenas y puestos de vigilancia levantados con troncos y techos de lona en la Cota 905.
Las autoridades requisaron varias casas buscando a “Koki” y a otros lugartenientes de la banda, que presuntamente huyeron de la zona.
Periodistas especializados en la fuente de Sucesos publicaron videos de sectores de la zona ocupada, donde el piso está cubierto por una alfombra de casquillos de balas, así como de baldes llenos de munición.
En los enfrentamientos se usaron armas de alto calibre, granadas, balas trazadoras, además de drones con los que las bandas tenían una amplia visual de las zonas que controlaban.
El régimen vincula los enfrentamientos con estas bandas, que han afectado también otras zonas del oeste de Caracas, con un presunto complot de la oposición para “desestabilizar” a Nicolás Maduro.
“Los enemigos de la Patria pretenden sembrar zozobra a través del financiamiento de bandas delictivas, no nos quedaremos de brazos cruzados”, escribió Maduro en Twitter. “Estamos actuando de forma contundente, apegados a las leyes”.
“Nos despertaron las granadas”
Vecinos de las zonas afectadas por las balaceras han abandonado sus casas y buscado refugio donde amigos y familiares. Debido a los bloqueos en las vías, muchos caminaron varios kilómetros hasta puntos como la terminal terrestre de Caracas para abandonar la ciudad.
Más de 160 organizaciones denunciaron en un comunicado la “aparición del fenómeno de desplazamiento interno” a raíz de los enfrentamientos. Entre ellas, la ONG Otro Enfoque recolecta desde colchones hasta comida para dar hospedaje a niños y adolescentes que huyen de la Cota 905.
“Desde que salimos nos revisaron los bolsos en varias alcabalas policiales”, contó una habitante de la Cota 905 a la AFP bajo reserva, que tomó un bus rumbo a San Juan de Los Morros, en el estado Guárico, a unos 130 km de Caracas. “Me voy muy preocupada porque el resto de mi familia se queda”.
Sonia Mota, docente de 51 años, también planea salir de la capital a Guarenas, una ciudad dormitorio a unos 30 km. “Esta mañana nos despertaron las granadas”, dijo. “Es terrible vivir en esta zozobra”.
Mota vive en El Cementerio, una barriada cercana a la Cota 905, donde este viernes se registraba una toma de rehenes con presuntos criminales que resultaron heridos por la policía cuando buscaban huir del sector.
En junio, otro enfrentamiento entre policías y bandas dejó al menos tres muertos.
Venezuela registró 12.000 fallecidos en hechos violentos en 2020 según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), una tasa de 45,6 por cada 100.000 habitantes, siete veces mayor a la media mundial.
(Con información de AFP)
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