Por segundo día consecutivo persisten los enfrentamientos armados entre bandas criminales y los cuerpos de seguridad de Venezuela, que ya dejaron al menos ocho muertos. Pese al peligro de caminar las calles de Caracas, durante la jornada de hoy vecinos del barrio Cota 905 se movilizaron con cacerolas para exigir el cese de las hostilidades.
Varios videos divulgados en redes sociales muestran a decenas de personas marchando por las calles, y golpeando las cacerolas. En uno de ellos se puede ver a tres personas trasladando a un niño que resultó herido en la cabeza. Por el momento no se sabe el estado de salud del menor.
“¡Disparen a los edificios!, ¡Nosotros somos el hampa!”: arrinconada en el último cuarto de su casa, María escucha aterrada a un grupo de delincuentes fuertemente armados que llevan horas disparando desde lo alto del cerro en una barriada de Caracas.
La Policía venezolana se desplegó este jueves en un gran operativo en varias barriadas de Caracas contra las bandas armadas que desde la tarde del miércoles comenzaron a disparar contra objetivos indefinidos e impidieron la circulación de los ciudadanos.
“Estos se nos han escapado de las manos”, dijo a la agencia AFP bajo reserva un funcionario policial, resguardado en El Paraíso, donde está ubicada la comandancia general de la Guardia Nacional, cuerpo castrense a cargo del orden público.
Los delincuentes “tienen armas modernas”, sostuvo otro agente, que aseguró estar esperando la “luz verde” para “limpiar todo esto de una vez”.
A pesar de la falta de información oficial, numerosos videos circulan en las redes sociales desde ayer en los que pueden verse y oirse ráfagas constantes de disparos sin que se conozcan las razones por las que empezaron los enfrentamientos.
Casi en paralelo al inicio de los disparos, Nicolás Maduro encabezó un acto en el que renovó la cúpula militar.
Sin embargo, ni el dictador ni ninguno de los ministros encargados de la seguridad se habían pronunciado acerca de la situación hasta este jueves, pese a que muchos ciudadanos han expresado su miedo a volver a sus casas o acudir a sus puestos de trabajo en la zona.
En su mensaje de hoy, la ministra de Interior, Carmen Meléndez, indicó que los organismos de seguridad del Estado “no descansarán hasta rescatar el control absoluto” de las zonas en las que hay “grupos estructurados de la delincuencia organizada”, y pidió a la población evitar circular por los lugares aledaños a estas barriadas.
“El llamado es a permanecer en resguardo, mantener la calma y la confianza en nuestras instituciones de seguridad del Estado, así como a desatender la información falsa y rumores, pues forman parte de la agresión contra la paz ciudadana”, agregó la ministra que no ofreció información sobre víctimas o daños causados.
Poco antes del pronunciamiento de Meléndez, el presidente interino Juan Guaidó había cuestionado la ausencia del Estado en estas zonas, y advirtió que Caracas es en este momento “una zona de guerra”.
“Hoy nuevamente Caracas amanece como zona de guerra, contabiliza heridos y muertos, con el miedo de nuestra gente de salir de su casa producto de la acción impune de bandas armadas”, indicó en sus redes sociales.
El líder opositor cuestionó también la actuación de las Fuerzas Armadas frente a esta situación de violencia que ya lleva meses afectando a estas zonas de Caracas con algunas jornadas más intensas que otras: “¿La Fuerza Armada seguirá en desfiles y exhibiciones o ejercerán el rol que les corresponde? ¿Seguirá entregando territorio y defendiendo delincuentes o ejercerá soberanía y hará cumplir con la constitución?”.
La ONG defensora de derechos humanos Provea pidió “no más balas” para las zonas afectadas por la violencia en Caracas: “Basta de vivir bajo un Estado de terror, donde las balas perdidas cobran las vidas de personas inocentes”.
Desde la tarde del miércoles, en redes sociales circulan imágenes que dan cuenta de personas escondiéndose de las balas en algunas calles, así como de una serie de vehículos que quedaron atrapados en un túnel de la principal autopista de la ciudad, la Gran Cacique Guaicaipuro, en medio de los disparos.
También puede verse a miembros de esas bandas interrumpiendo el tránsito en zonas comerciales como el Bulevar Cesár Rengifo, ubicado en el sector de El Cementerio, en Santa Rosalía, y obligando a los ciudadanos a marcharse.
Testigos detallaron que a las armas de alto calibre se suman granadas, además de drones con los que las bandas pueden tener una amplia visual de las zonas que controlan. “Ellos pueden verlo todo desde arriba”.
“Están disparando para los apartamentos”, contó a la AFP María, como pidió llamarse por temor a las represalias de estas bandas armadas que operan en la Cota 905, una zona montañosa donde pueden verse pequeñas murallas construidas con sacos de arena, semejantes a las empleadas en conflictos armados.
De hecho, María sostuvo que es común ver a jóvenes armados cerca de su casa. “Los veo a diario... ellos pasan a cada rato con armas largas por la calle”, relató mientras el estruendo de las balas penetra su calma.
Mientras permanece a resguardo en su casa, la mujer venezolana relató que puede escuchar con claridad las indicaciones que se gritan entre sí los “malandros” -como se dice popularmente a los delincuentes- mientras apuntan hacia los agentes de seguridad desplegados para contenerlos. Se refieren a los uniformados como “brujas”. “¡Brujas, brujas¡, voy a lanzar las bombas, causa (compañero), vamos a lanzar las bombas pa’ bajo”, se escucha en un audio que logró grabar con su celular.
Tal es el pánico, que María y su familia piensan refugiarse en casa de un familiar a las afueras de Caracas tan pronto como se calme esta situación que impide a muchos salir o volver a sus casas. “Por el momento es imposible movernos”.
(Con información de EFE y AFP)
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