“Carabobo nos llama a una revisión de vida de lo que significó la gesta y acerca de los desafíos del futuro, dónde nos llama a la consolidación de voluntades para hacer de Venezuela una Nación libre y soberana, dónde estará nuestra Iglesia Católica como factor fundamental con su gran autoridad moral y credibilidad”, dice el Frente Institucional Militar (FIM) en un comunicado suscrito por el General de Brigada retirado (Ej) Juan Antonio Herrera Betancourt.
El documento surge a propósito del mensaje de la Directiva de la Conferencia Episcopal Venezolana con ocasión del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, donde los clérigos resaltan, entre otras cosas que “las principales instituciones de la vida ciudadana están siendo golpeadas a tal punto que se pretende imponer una nueva visión y un modelo diverso al de la democracia participativa y protagónica propuesto en la Constitución. Hoy hemos de enfrentar diversas batallas ante situaciones peculiares que permitan reforzar y redimensionar la Independencia conmemorada en estos días”.
El general Herrera Betancourt asevera que el FIM “ha revisado con todo interés y profundidad su contenido, valorándolo como un Documento Histórico ante la terrible y dolorosa situación que vivimos la gran mayoría de los venezolanos, encontrando en la fortaleza de sus palabras la orientación para el gran cambio que necesitamos, el cual con gran sabiduría fue denominado la Refundación de la Nación”.
“Con sus sabias palabras nos señalan que la cuestión venezolana no se puede abordar como un conflicto interno entre fuerzas equivalentes, en un régimen autoritario que cierra todas las oportunidades de participación política, generador de una crisis humanitaria y es un riesgo para toda la región, lo cual es una grave dificultad para el desarrollo de una verdadera negociación justa y eficaz”.
El FIM, que es una organización de más de 260 militares, “considera la necesidad de enfatizar en el protagonismo de todos y cada uno de los ciudadanos en el respeto de la soberanía y la participación equitativa de todos en la construcción de la sociedad, señalándonos todo por lo cual debemos luchar para lograr un cambio radical, donde participemos sin intereses particulares, escuchando al pueblo de Dios ante la opresión a la que es sometido, dirigiendo nuestra mirada al futuro, sin esperar meseanismos con resignación fatalista”.
“Unirnos a la tarea que se impone hoy y contar con el compromiso de vencer y defender la auténtica independencia, que es el legado que nos dejó Carabobo, obligándonos a una tarea inmemorable de un proceso para iniciar la reconstrucción del país, con la necesidad urgente de refundar la nación, lo cual se logrará con el aporte de hombres y mujeres decididos a hacerlo realidad donde predomine la justicia, la equidad, la fraternidad, la solidaridad, la unidad y la paz”.
Finaliza diciendo el general Juan Antonio Herrera Betancourt: “Nosotros, integrantes del Frente Institucional Militar, como profesionales militares con principios y valores, nos comprometemos a acompañar nuestra Iglesia Católica y la gran mayoría de los venezolanos en esta gran misión, en la búsqueda de una nueva Venezuela”.
Símbolo de la patria
A propósito de cumplirse 200 años de la Batalla de Carabobo, el general Herrera Betancourt hizo un escrito donde resaltó “con admiración, respeto y reconocimiento, rindo honor a todos aquellos valientes, capaces y decididos hombres que integraron el Ejército Libertador, quienes con gran entereza y fieles a su juramento, dieron toda su capacidad, voluntad y vida para legarnos una Patria, con nombre sonoro en el continente y el mundo, transmitiéndonos el mandato de hacerla y mantenerla digna y prospera en beneficio del disfrute de su geografía y riquezas ocultas en su suelo, para poder llevar una vida de crecimiento y grandeza para siempre”.
Se refirió a “esos hombres y mujeres que, desde tiempos antes del año 1810, pensaron y actuaron para hacernos un espacio libre y constituir una Nación”, destacando que “fueron el producto de los trabajadores del campo como agricultores y ganaderos, comerciantes, y quienes tuvieron una educación y capacitación académica, para formar entre todos un ejército”.
Recuerda que ellos “con el esfuerzo y el aprendizaje en el combate, se formaron y capacitaron como los grandes estrategas que concibieron y ejecutaron las exitosas acciones bélicas hasta llegar a Carabobo, con un Ejército bien entrenado y dotado, dando la mayor demostración de la destreza y la aplicación de los conocimientos adquiridos, para hacer de esa aleccionadora Batalla, el símbolo imperecedero e incambiable de nuestra Venezuela”.
A su juicio “los ideólogos de abril de 1810 y de julio de 1811, supieron apreciar los acontecimientos que estas patrióticas acciones traerían como consecuencia, y con toda decisión iniciaron la conformación de un cuerpo armado para darle respaldo y sostener el contenido de sus pensamientos que tenían el peso y el valor de los grandes ideales para hacer una Patria, dirigida y conducida por sus propios hijos, y no por los de una corona de una potencia lejana”.
“Nació Venezuela, y para hacerla adulta fue mucho el sacrificio puesto en ejecución que permitió tener una fuerte estructura que se integraría a la comunidad de naciones con toda la fortaleza para desarrollar su gran potencial humano, físico y espiritual, producto del trabajo útil y creador”.
La gran batalla
Resalta que “Carabobo fue la gran Batalla de Venezuela, acción bélica concebida y dirigida por nuestro Libertador Simón Bolívar, donde ejecutando sus órdenes, actuaron todos los valientes hombres que en su torrente sanguíneo llevaban la fortaleza y la decisión para hacer de la palabra liberta una realidad que va más allá del combate armado, para ser el símbolo que unificó la capacidad intelectual, el aprendizaje y la dedicación con toda voluntad para dar vida al sueño de hacer una República”.
El general resalta que estuvo en varias oportunidades en Carabobo “rindiendo homenaje a nuestros héroes, y recibir de sus enseñanzas el impulso y la motivación para seguir adelante y ayudar en la concepción de una nueva batalla por la libertad de la Venezuela actual, agredida, maltratada y humillada”.
Asevera que el sentimiento que lo acompaña es por un “país próspero y con bienestar, donde todos los venezolanos podamos vivir en paz y libertad, en una sociedad moderna en la cual podamos poner en ejecución todo nuestro potencial para vivir apartados del yugo de una ideologización que es la negación del ser humano en sus principios y valores, y la gran aspiración sea crecer y desarrollarnos, haciendo una vida llena de ejecutorias que vayan en beneficio de la colectividad y permitan a otras generaciones venideras evolucionar hacia el bien en armonía y felicidad”.
“Y concibo como reconocimiento a todos, lo que tanto dieron en esa magna fecha que, en nuestro Escudo Nacional, al lado de 19 de Abril de 1810, Independencia, esté inscrito, 24 de Junio de 1821, Carabobo, reemplazando a Federación, que fue la ejecución de una lucha política fratricida que solo dejó destrucción, miseria y muerte, como se vive en la actualidad en nuestra querida Venezuela”, dijo Herrera Betancourt.
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