Cuando Nicolás Maduro anuncia que va a eliminar la figura de los “protectores” es porque ya tiene listo otro instrumento de control del poder, en este caso la Ley de Ciudades Comunales, de manera que violenta otra vez la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en lo que a Estado federal descentralizado se refiere. Así desecha el poder regional y local de las gobernaciones y alcaldías. Lo único que da es un paso adelante en los planes para centralizar el poder con la excusa de que “manda el pueblo”, cuando en realidad lo maneja solo un puñado de personas.
Nicolás Maduro anunció que la figura de “protectores”, que es la imposición de mandatarios en los cargos por elección popular donde pierde el chavismo, será eliminada a partir de elecciones del próximo 21 de noviembre. “Vamos a ver cómo les va”, dijo en un acto del Día del Periodismo.
“A partir de estas elecciones creo que lo mejor es gane quien gane, le toque el gobierno en su estado, en su municipio y en lo que a mi corresponde vamos a eliminar eso que se llama el protectorado, vamos a eliminar el protectorado por estado y por municipio”, anunció Maduro.
Una de las víctimas de los protectorados es el dirigente opositor y ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma, quien manifiesta: “Maduro admite, con la mayor desfachatez, que aplica la figura siniestra del protectorado. En Caracas los derrotamos dos veces, y luego saquearon y eliminaron la Alcaldía Metropolitana. La defendimos hasta con huelga de hambre. Es una tiranía”.
Juan Manuel Raffalli, reconocido abogado, profesor de las universidades Católica Andrés Bello y Monteávila, así como del IESA y colaborador de varios medios de comunicación, dice: “El Protectorado estadal es una figura inconstitucional que defraudó la voluntad electoral y atenta contra la autonomía de los estados y la descentralización. Hoy Nicolás Maduro lo deja en evidencia. Deben cesar en sus funciones de inmediato, no después de las elecciones regionales”.
El periodista Eugenio Martínez, destacado en la fuente política y procesos electorales, explica que “Maduro promete eliminar la figura de los protectores. En esencia, si aprueba y ejecuta la Ley de Ciudades Comunales, más las cinco leyes del poder popular, engavetadas desde 2010, no necesita de protectores, tampoco de gobernadores, ni alcaldes”.
“Aunque eliminar los protectorados es una condición indispensable para poder reconstruir la gobernabilidad del país; eliminar los protectorados, pero aprobar la Ley de Ciudades Comunales, en esencia no cambiará mucho la dinámica local, regional”, considera el analista político.
La oposición
Aunque la gobernadora tachirense Laidy Gómez, le dijo a Unión Radio que “sin duda alguna el protectorado no fue efectivo para el Gobierno”, en realidad sí lo ha sido en Táchira porque Freddy Alirio Bernal Rosales usurpó las funciones de la mandataria, no solo con el uso de recursos en el protectorado que correspondían al gobierno regional, sino con el control de la Policía y las funciones esenciales de la gobernación.
Durante doce años la revolución bolivariana ha burlado sus fracasos electorales. En el 2009, cuando Antonio José Ledezma Díaz ganó las elecciones de la Alcaldía Mayor de Caracas, el entonces presidente Hugo Rafael Chávez Frías, usando a la Asamblea Nacional que controlaba, ideó la Ley Especial sobre la Organización y Régimen del Distrito Capital, y se inventó lo que representa el primer protector, a quien le dio el nombre de Jefe de Gobierno del Distrito Capital; la única intención fue quitarle el control de las funciones esenciales de la importante Alcaldía al dirigente opositor.
El estilo lo ha usado Nicolás Maduro, quien impuso protectorados, en el 2013, cuando Henrique Capriles Radonski ganó la gobernación del estado Miranda, vital para el poder central, nombró protector a Elías Jaua Milano para usurpar las funciones del gobierno regional.
En el caso del estratégico municipio Sucre, cuya capital es Petare, impuso como Protector de Petare al cantante y ex beisbolista Antonio Enrique Álvarez Cisneros llamado El Potro Álvarez, así le quitó funciones al alcalde, el opositor Carlos Eduardo de Jesús Ocariz Guerra, quien había ganado las elecciones en el municipio Sucre. El Potro resultó derrotado en su aspiración a la alcaldía.
Luego lo repite, en el 2015, en cuatro de los cinco estados cuyas gobernaciones fueron ganadas por la Oposición: Táchira (ganó Laidy Gómez y nombra protector a Freddy Bernal), Mérida (al ganar Ramón Guevara impone a Jehyson Guzmán de protector), Nueva Esparta (ganó Alfredo Díaz, pero Maduro impuso a Carlos Mata Figueroa y luego a Dante Rivas, sobre Alfredo Díaz) y en Anzoátegui (impuso a Aristóbulo Istúriz y ahora a Luis José Marcano sobre quien ganó Antonio Barreto Sira).
En el caso del Zulia le arrebataron la Gobernación al dirigente Juna Pablo Isidoro Guanipa Villalobos, quien ganó en buena lid, pero la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ilegal de origen y controlada por Delcy Eloína Rodríguez Gómez obligó a que los mandatarios electos debían reconocer la legalidad de la ANC, lo que Guanipa se negó a hacer y Maduro le impuso como Protector del Zulia al exgobernador y militar Javier Francisco Arias Cárdenas.
Un antecedente similar ha ocurrido en alcaldías y también cuando el chavismo perdió la mayoría en la Asamblea Nacional del 2015 y Maduro, sin someterlo a consulta, impuso la elección de una Asamblea Constituyente, en la que solo participó el chavismo y algunos adeptos. La única intención de la ANC fue usurpar las funciones de la legal y legítima Asamblea Nacional (AN), para lo cual fue usado el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que en una maniobra mantuvo suspendidos a todos los diputados del estado Amazonas.
El diputado por Alianza Democrática en la Asamblea Nacional, José Gregorio Correa, dijo: “Nosotros saludamos que el presidente haya rectificado, que haya reconocido que estaban en un error y que eliminarán las figuras inconstitucionales de los protectores”, pero en realidad Maduro nunca lo calificó de error.
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