El Movimiento Estudiantil de Venezuela comenzó el pasado 5 de junio una gran movilización desde varios puntos del país que culmina este jueves en Caracas, con el objetivo de mostrar su rechazo al régimen de Nicolás Maduro.
La protesta es histórica dado que los jóvenes están reclamando en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, territorio vetado por el chavismo.
La concentración, que cuenta con el apoyo del presidente interino, Juan Guaidó, se celebra bajo el nombre “Ruta por Venezuela” y en ella también participan diversas organizaciones de la sociedad civil que reclaman por la libertad de la nación, el fin de la crisis y una vida digna.
“Los estudiantes vamos a ir desde el interior del país hasta Caracas, a la ciudad capital, y vamos a exigir una vida digna para cada uno de nosotros”, señaló la vocera de las universidades autónomas, Yeissel Pérez, durante el encuentro de marzo, en el que se anunció la actividad. La gran marcha que culmina hoy duró 19 días.
La principal asociación que puso manos a la obra a esta iniciativa es la Confederación de Estudiantes de Venezuela (CONFEV). En su momento, el portavoz de las universidades privadas de Venezuela, Terry Villanueva, pidió a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que estuviera atenta a estas movilizaciones para garantizar que las autoridades venezolanas no las impidieran.
“Advertimos al régimen y, específicamente, a Nicolás Maduro, que si intentan acallarnos o reprimirnos será responsable de nuestra integridad”, añadió Villanueva.
“¡La #RutaXVzla llegó a Caracas! #24Jun | El Movimiento Estudiantil protestó en las inmediaciones del Palacio de Miraflores para decirle a la dictadura que no dejaremos las calles, ni de alzar nuestra voz hasta recuperar nuestra libertad”, expresó en Twitter la Confederación de Estudiantes de Venezuela.
Y agregó: “¡Los estudiantes no dejaremos las calles! Hoy nos dirigimos a Miraflores para decirle al régimen que tenemos muchos motivos para luchar, por nuestro futuro y el de todos los venezolanos, no dejaremos de alzar nuestra voz”.
Venezuela atraviesa hace más de un lustro por la peor crisis política y económica de su historia moderna, que se expresa en alta inflación y la emigración de más de cinco millones de personas.
El régimen culpa de esta situación al bloqueo generado por las sanciones de EEUU y otros países a Venezuela, a pesar de que la crisis comenzó años antes de que se impusieran las multas económicas, que datan de 2017.
Las sanciones impuestas en fechas anteriores se aplicaron, exclusivamente, a determinados funcionarios y líderes del chavismo a título particular, sin que estas afectasen a la economía del país.
No obstante, el colapso de la petrolera estatal PDVSA, una de las grandes fuentes de riqueza del país durante lustros, comenzó en 2014, tres años antes de que pesaran sobre Venezuela sanciones económicas.
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