“La Fuerza Armada venezolana conduce una operación militar en el Alto Apure, con los resultados que ya conocemos y en la cual se comprueba el poco afecto de la población a la institución militar. Los pobladores de la región prefieren a los miembros de las organizaciones subversivas, a tal punto que se convierten en sus informantes y protectores”, lo dice el General de Brigada retirado de la Guardia Nacional José Salazar Heredia.
La respuesta a esa reacción de la sociedad civil y especialmente de los pobladores de la zona del conflicto en Apure, según lo que describe el general Salazar, responde a que el trato y actuación de la institución castrense “en los últimos años en la frontera es de maltrato, amparo del delito, crímenes contra la población, confiscación y desalojos de la propiedad privada, cobró de vacuna, contrabando y violaciones”.
Refleja que es así como la Fuerza Armada “es la institución menos valorada en la población venezolana. De ahí la inminente derrota a sufrir en cualquier acción militar a emprender. Será una tarea para emprender, ganarse el cariño y respeto para poder cumplir con la misión constitucional asignada a las Fuerzas Armadas”.
El general José Salazar Heredia destaca que la acción cívica militar pudiéramos enmarcarla en acciones realizadas por los componentes militares en el desarrollo de una región. “Históricamente, las Fuerzas Armadas de Venezuela, han cumplido con esta tarea especialmente en el medio rural venezolano, los medios logísticos de cada uno de los componentes han sido empeñados en lograr llevar bienes de servicio y de consumo a las más apartadas regiones del territorio nacional”.
El oficial señala que “los aviones de transporte de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV), con su Lema Todo Tiempo Todo Lugar, volaban toda la Amazonia venezolana, los llanos apureños, la extensa Guayana venezolana, llevando recursos, médicos, medicinas , alimentos”.
“La Guardia Nacional (GN) hacía lo propio enseñando, alfabetizando, creando viveros y perteneciendo a la comunidad que servía con respeto; un ciudadano valorado y querido por la comunidad”.
En cuanto al Ejército venezolano, “con su servicio de ingeniería construyó carreteras y caminos que acortaron distancias, edificó escuelas y acueductos, una labor que llegó al lugar en el cual tuvo presencia”.
Sobre la Armada venezolana y sus barcos de transporte, “llevaron ingentes recursos y ayudaron de manera significativa al desarrollo de todas nuestras ínsulas y pueblos costeros”.
A juicio del general Salazar Heredia “la victoria de las Fuerzas Armadas sobre la subversión de los años 60-70, se debe en gran medida a las operaciones de acción cívica desarrolladas en la jurisdicción de los teatros de operaciones”. “Acciones médico asistencial, odontología, orientación familiar, consulta jurídica, barbería, permitieron a las Fuerzas Armadas, ganar el respeto y la ayuda fundamental para derrotar de manera contundente a la insurrección de la época. Entonces era la institución más respetada y querida de los venezolanos”, concluye diciendo.
La tardía respuesta
Aunque casi dos días habían transcurrido desde que la guerrilla disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-gentil Duarte), específicamente el Décimo Frente Martín Villa, había ejecutado tres ataques seguidos contra la Fuerza Armada Nacional (FANB) en Apure, fue la noche del domingo 25 de abril 2021 cuando medios colombianos dieron a conocer el hecho.
Desde el Gobierno se ha impedido que a la zona de conflicto ingresen medios de comunicación, a excepto de dos canales de propaganda, tampoco se le permitió el acceso a activistas de derechos Humanos, por lo que la información que se logra de la zona es tardía y no completa, lo que se agrava con el cierre de las fuentes oficiales de información.
Los vecinos del lugar habían reportado que se oyeron detonaciones y el sobrevuelo de aviones de combate de la Fuerza Armada venezolanas, en el eje fronterizo del Río Arauca, entre La Victoria (Apure, Venezuela) y Arauquita (Colombia).
Habitantes que tienen fincas o fundos en los sectores neurálgicos del enfrentamiento, como lo son El Ripial, La Capilla, Los Arenales, Santa Rosa, Santa Rita, Santa Rita, La Osa, La Soledad, Los Cañitos y Tres Esquinas, así como el eje fronterizo del Río Sarare, dijeron haber escuchado nuevos enfrentamientos.
La población desplazada a territorio colombiano volvió a profundizarse, desde que vieron que en la zona de montaña y la Vereda los Cañitos llegaron gran cantidad de efectivos militares venezolanos, que fueron los emboscados por la guerrilla colombiana, que asesinó a un número no determinado de militares, de los cuales solo han sido reconocido cuatro del Ejército y cuatro de la Armada.
Aunque hasta se conocen los nombres de esos ocho, habría un número de desaparecidos y heridos que la Fuerza Armada no ha querido identificar ante la opinión pública nacional.
Otro de los ataques fue en la parte baja del Río Arauca, cuando una de las lanchas de la Armada venezolana, fue atacada durante un patrullaje de vigilancia y seguridad en el límite con el río Arauca; un francotirador de la guerrilla le disparó al SM3 Luis Felipe Mago Herrera, impactándole en el abdomen y aunque fue trasladado en helicóptero al Hospital de Guasdualito, no logró sobrevivir.
De esos ataques hay varios muertos cuyos nombres no se han dado a conocer. Los ocho fallecidos fueron: TF. (ARB) Naiwil José Torres Moreno, S1 (ARB) Álvaro Rafael Mariño Ostos, S2 (ARB) Michael Miguel Medina Sequera, S1 (ARB) Luis David Lira Negrón, SM2 (EJB) Wilmer De Jesús Ferrobús Garabito, SM1 (EJB) Ronal José Marcano Castillo, SM2 (EJB) Andy José Miranda y SM1 (EJB) Santiago Del Jesús Reyes Farfán.
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