Al menos siete personas murieron este lunes en Venezuela tras el naufragio de una embarcación de migrantes en el este del país, que se dirigía a Trinidad y Tobago, mientras que otras siete personas han sobrevivido y otras 9 permanecen desparecidas.
Así lo confirmó la gobernadora del estado Delta Amacuro, Lizeta Hernández, que informó que siguen las labores de búsqueda de las personas desaparecidas, según recogió el medio local El Universal.
Se trataba de un grupo de 32 personas que tenían pensado viajar hasta Trinidad y Tobago y partieron el 19 de abril, aunque ocho pasajeros se trasladaron a otra embarcación el pasado 22 de abril, y de los cuales también se desconoce el paradero.
Por tanto, al menos 24 personas viajaban en el bote que el pasado viernes naufragó en el sector Boca de Serpiente, y de las cuales 10 siguen en paradero desconocido.
Tras la noticia, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se han mostrado “profundamente consternados”.
Según las agencias de la ONU, “el último trágico naufragio en el Caribe subraya la necesidad de establecer vías seguras”.
“Los naufragios, las muertes trágicas en cruces fronterizos y el sufrimiento son evitables, pero solo si se moviliza una acción internacional inmediata y concertada para encontrar soluciones pragmáticas que pongan al frente de la respuesta el salvar vidas y la protección de los Derechos Humanos”, ha defendido el representante especial conjunto de ACNUR y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, Eduardo Stein.
Este nuevo naufragio se da cuatro meses después de la muerte de casi 30 migrantes que viajaban a borde de la embarcación ‘Mi Recuerdo’, que se hundió de camino a Trinidad y Tobago, que se ha convertido en uno de los destinos más recurrentes de los migrantes por su cercanía con Venezuela.
(Con información de Europa Press)
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