“Venezuela debe ser una causa común del mundo”, aseguró este martes en Madrid el líder opositor venezolano Leopoldo López, quien expresó que “nos estamos enfrentado a una estructura del poder internacional a la que solo se pude vencer si tenemos el apoyo decidido de todos los países democráticos”.
López participó este martes en la capital española en un conversatorio junto a su padre, el eurodiputado Leopoldo López Gil, organizado por Madrid Foro Empresarial, en el que dialogaron sobre el camino hacia la democracia en Venezuela.
Un camino que según el líder opositor pasa por una ruta que “permita unificar a todos los sectores democráticos de Venezuela y del mundo hacia unas elecciones libres en las que el pueblo pueda decidir”.
“Es un camino que no es fácil, pero solo lo podemos lograr si tenemos el apoyo decidido de los países democráticos del mundo”, dijo López.
“Hay una característica que es muy importante. Nicolás Maduro y su dictadura cuenta con una estructura internacional de países que le dan un apoyo permanente, firme y decidido, con un inmenso poderío: China, Rusia, Turquía, Irán, Cuba, con apoyos que supera en creces al que recibimos nosotros de los países democráticos, del que estamos agradecidos”.
Por eso reiteró que “Venezuela debe de ser una causa común del mundo, que tiene que ser apoyada por todo el espectro democrático de todos los partidos”.
Aseguró que la oposición al régimen de Nicolás Maduro se ha articulado internamente, “pero es absolutamente necesario el compromiso de gobiernos, parlamentos, medios de comunicación y de ciudadanos que asuman la causa de Venezuela como propia”.
“Apoyar la causa por la libertad en Venezuela es apoyar la causa por los derechos humanos y la democracia en otras partes del mundo”, dijo, aunque reconoció que mantener la lucha interna, “mantener a los venezolanos movilizados en el sueño por la libertad es nuestro gran desafío”.
Esa lucha “no es fácil”, afirmó López, pero “esa llama está allí viva y tenemos que hacer nuestro esfuerzo por visibilizarla”.
Y entre las puertas abiertas a esa visibilización, López destacó la nueva política del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, basada en el multilateralismo, aunque confió en que esa política se pueda articular con la Unión Europea y los países latinoamericanos.
Su objetivo es que se puedan conseguir sanciones al régimen de Maduro pactadas entre Europa y los Estados Unidos y sanciones individuales “a los corruptos y los violadores de los derechos humanos que están en los informes de la ONU”.
REPROCHES A LA IMPLICACIÓN DE ESPAÑA Y DE LA UNIÓN EUROPEA
Por su parte, el eurodiputado Leopoldo López Gil remarcó la debilidad de las democracias ante las dictaduras “pero no solo a nivel local, también a nivel internacional”.
“Nuestros instrumentos son débiles. En el caso del Parlamento Europeo hemos llevado el debate sobre Venezuela por lo menos seis veces, se han tomado cuatro resoluciones y se han dictado 55 sanciones individuales”, recordó.
Y en ese sentido lamentó que, a pesar de tratar que se respeten las sanciones, se dan casos como el de España “cuando viene (la vicepresidenta venezolana) Delcy Rodríguez y la recibe un ministro español. Para nosotros fue una burla como miembros del Parlamento Europeo, porque de qué sirve sancionar si luego los propios estados que sancionan irrespetan o hacen caso omiso de la sanción”.
“Vamos a tomar en serio esto. Qué significa promover los derechos humanos y cómo se hace. No hay voluntad y si no hay voluntad no se pueden lograr acciones contundentes”, aseveró .
En ese sentido, su hijo aseguró que “España ha mandado señales” que dijo no entender.
“España puede hacer más. Se tiene que hacer más, el no hacerlo pondría a España en una situación de complicidad a lo que está sucediendo en Venezuela”, dijo el líder opositor.
(Con información de EFE)
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