Los enfrentamientos entre el Ejército venezolano y grupos disidentes colombianos continúan en la frontera, después de que este lunes haya sido atacada una unidad de las Fuerzas Armadas de Venezuela, un contexto en el que un grupo de 25 ONG ha pedido a la comunidad internacional tomar medidas para reinstaurar los derechos humanos en el territorio fronterizo.
En El Ripial, un caserío fronterizo de las poblaciones venezolanas de La Victoria, en el estado de Apure, una unidad del Ejército ha sido atacada, según informa el medio venezolano “Últimas Noticias”.
En medio de este reciente conflicto, la Fundación de Derechos Humanos de los Llanos (Fundehullan), junto a otras 24 organizaciones no gubernamentales de la región, han condenado los hechos violentos ocurridos en La Victoria, que han afectado a la población, y han pedido a las autoridades y a la comunidad internacional tomar medidas para restituir los derechos civiles vulnerados.
Los enfrentamientos se suceden desde el pasado domingo 21 de marzo. Desde entonces las ONG denuncian que se han registrado bombardeos por parte de las Fuerzas Armadas de Venezuela contra campamentos.
En un escrito publicado este lunes han tildado de “tragedia” lo que está sucediendo en la frontera, que afecta a niños, ancianos, mujeres y familias en general que se han visto obligadas a desplazarse forzosamente huyendo a través del río Arauca hasta Colombia, por lo que apelan a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, suscrita por Venezuela, para que se garanticen sus derechos.
Hasta el momento, según el ministro de Defensa de la dictadura venezolana, Vladimir Padrino López, los enfrentamientos han dejado 39 personas detenidas y seis “terroristas neutralizados”, además de dos militares venezolanos muertos.
Padrino ha detallado a través de su cuenta de Twitter que “los grupos irregulares colombianos nos atacan con explosivos y armas largas. Continúan infundiendo terror en la población y creen que hostigando bases militares nos van amedrentar. Cruzan el río, hacen sus escaramuzas y retornan a Colombia con la protección de sus autoridades”.
“Son cobardes”, ha añadido, “cuando son capturados lloran y piden perdón, se acusan los unos a los otros y se traicionan entre sí. Son una especie extraña de mercenarios camaleónicos y desalmados, movidos por el narcotráfico que pretenden hacer aquí lo que hacen en Colombia. ¡No podrán!”, ha incidido.
La dictadura de Nicolás Maduro, pese a haber pruebas de sus vínculos con disidentes de las FARC y el ELN, sostiene que los enfrentamientos son parte de un plan del presidente colombiano, Iván Duque, para lanzar “un gran ataque” contra Venezuela. Este domingo el dictador venezolano auguró una escalada del conflicto.
Además, han denunciado que los grupos disidentes han colocado minas antipersona, lo que ha causado numerosas heridas entre las filas del Ejército venezolano.
Ante esta situación, las autoridades colombianas, tras declarar el estado de calamidad pública, instalarán en el departamento fronterizo de Arauca un centro de atención para los migrantes venezolanos que huyen de los enfrentamientos.
“El departamento de Arauca contará con un Centro de Atención Transitoria a Migrantes con capacidad para 300 personas, gracias al visto bueno que diera la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), para su construcción y la confirmación de la donación de 60 carpas”, informó este lunes la Gobernación de Arauca.
Más de 4.700 personas han cruzado la frontera desde Venezuela durante la última semana por los combates armados en el estado venezolano de Apure y reciben atención en albergues instalados en la localidad de Arauquita, que pertenece a Arauca.
Las personas han cruzado en canoas el río Arauca, la frontera natural entre los dos países, llevando bolsas con las pocas pertenencias que pudieron recoger en su precipitada salida.
La crisis provocada por los desplazamientos llevó al Gobierno colombiano a declarar el domingo la calamidad pública en esa región del país para acelerar la atención de los migrantes.
La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Colombia (OCHA) alertó que dentro de los 4.741 desplazados que han llegado a Arauquita hay 1.700 niños, niñas y adolescentes.
”Si bien la coordinación interinstitucional avanza en los Puestos de Mando Unificado (PMU), la dimensión de la emergencia requiere de un despliegue adicional de apoyo, así como de un eficiente proceso de registro para garantizar una gestión adecuada de la respuesta humanitaria”, advirtió la OCHA.
Según datos de la Alcaldía de Arauquita, a esa zona se han desplazado venezolanos con necesidades de protección internacional y colombianos recién llegados de Venezuela, que están ubicados en 19 espacios de alojamiento temporal.
Con información de Europa Press y EFE
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