Hacía dos meses, si se toma como referencia lo dicho por el ministro de las Defensa de Venezuela, GJ Vladimir Padrino López, que se preparaba la operación Escudo Bolivariano 2021, que se ejecutó el domingo 21 de marzo en la parroquia Urdaneta, del estado Apure. Aun los voceros del Alto Gobierno no terminan de coordinar un solo discurso y resulta contradictorio e incluso inverosímil, varios de los argumentos.
Asegura Padrino que el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb), al mando del almirante en jefe Remigio Ceballos Ichaso, sabía desde el 21 de enero, por “los organismos de Inteligencia, la DGCIM, más nuestro sistema de protección para la patria”, que algo estaba pasando por los indicios surgidos con relación al caso de 4 aeronaves, localizadas en diferentes sitios de Apure. “Comenzamos a preparar una operación bien planificada y excelentemente ejecutada por el Comando Estratégico Operacional (Ceofanb)”, aseguró el titular castrense. Los resultados demuestran otra cosa.
¿Cómo es que no detuvieron o dieron de baja al comandante del campamento, alias Ferley, ni siquiera a su grupo o parte de él? El balance, según el ministro reconoce, es de “seis terroristas neutralizados, 27 sospechosos puestos a orden del Tribunal Militar 14 de Control, otros 12 detenidos ayer y el decomiso de armamento, granadas, municiones, explosivos, prendas militares, vehículos, drogas y equipos tecnológicos con información relativa a sus actividades”.
La cuenta de Twitter del programa de Diosdado Cabello hizo un hilo, que fue inmediatamente retuiteado por el canciller Jorge Arreaza con la acotación “Extraordinario Hilo para entender la situación presentada en el estado Apure”. En realidad, se lee “la madrugada de ese domingo 21 se procedió a capturar y neutralizar un grupo aproximado de 120 hombres armados identificados como “disidencias de las FARC” que los organismos de inteligencia venían haciendo seguimiento desde días antes”. Si Padrino habló de 27, ¿de dónde salieron los otros 93 detenidos y neutralizados que menciona esa cuenta?
Por otra parte, si la operación fue “bien planificada y excelentemente ejecutada”, ¿cómo es que, entre los seis muertos, mencionados por el ministro, hay cuatro miembros de una sola familia? Un hijo, Edinson Emir Ramírez Remolina, ha desmentido que sus padres, hermano y tío pertenecieran a la guerrilla, también lo han negado vecinos y otros familiares. Esta vez el general Padrino no habló de los seis campamentos destruidos, que mencionó en el comunicado del 22 de marzo. Seis muertos, seis campamentos.
Es culpa del vecino
Hay un hecho indiscutible, el movimiento de tropa y equipos militares se dio desde una semana antes al 21 de marzo. Era conocido por todos en La Victoria que iban a atacar el campamento de alias Ferley, quien abandonó el lugar el sábado 20 de marzo en la noche, según testimonios de habitantes de la zona.
Si las FARC de la facción de Gentil Duarte, tenía esos seis campamentos en territorio venezolano que fueron destruidos en la “bien planificada y excelentemente ejecutada” operación, ¿cómo es que el resultado militar fue tan pobre? Con la actuación de las Fuerzas de Acciones Especiales aparecen después los cinco muertos de la familia Ramírez Remolina.
Padrino López, en su más reciente comunicado, el del sábado 27 de marzo, le recuerda “a la comunidad internacional, que los precitados grupos cuentan con el patrocinio del Gobierno de Colombia y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), razón por la cual, sus incursiones en el espacio geográfico venezolano deben considerarse como una agresión auspiciada por Iván Duque”, asegurando que el presidente colombiano les proporciona “apoyo logístico–financiero”.
Perfila los grupos, a los que jamás se refiere como guerrilla y ni siquiera se atreve a mencionar la palabra FARC, y tilda de “bandas facinerosas”, asegurando que “se dedican al narcotráfico, extorsión, secuestro, trata de personas, explotación sexual de niñas y adolescentes, contrabando y minería ilegal, entre otros delitos”.
Se quejó Padrino de que los “infames malhechores”, como llama a los guerrilleros usan las redes sociales para infundir psico terror en los moradores, forzándolos a movilizarse para usarlas como “escudo humano para huir hacia Colombia, donde no son perseguidos”.
Como si la violencia en la frontera fuera inédita, “está afectando a nuestros estados limítrofes con la nación neogranadina”, explicando que es consecuencia del total abandono de las fronteras por parte de Colombia. A su juicio el conflicto armado que durante décadas se libra en el vecino país tiene su origen “en la desigualdad social, la injusticia y el ejercicio ciego del poder de una rancia oligarquía subordinada a lineamientos imperiales”.
Además de responsabilizar al país vecino por lo que ocurre en la frontera, también cargó contra “algunas organizaciones no gubernamentales, así como la politización de tan nefastos acontecimientos”.
Repitió “la inquebrantable disposición de expulsar del territorio nacional a cualquier grupo al margen de la ley, y expresamos solidaridad incondicional al pueblo venezolano, con el irreductible compromiso de velar por su paz, su libertad, su soberanía e independencia”.
“Cualquier grupo sea su tendencia ideológica, política, su naturaleza u origen, que venga a intentar posarse en este suelo patrio, recibirá la respuesta contundente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana llámense como se llame, llámese como lo llaman en Colombia, es su guerra, es su conflicto, nosotros nos mantendremos al margen, pero para acá no vengan”.
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