El régimen venezolano comenzará a aplicar en julio la vacuna cubana Abdala, que no ha terminado los ensayos ni ha sido aprobada

Nicolás Maduro señaló que en abril comenzarán en el país los ensayos con la fórmula -decisión criticada por la Academia Nacional de Medicina- y que se la incluirá en la campaña de inoculación. Un día antes ratificó la prohibición del inmunizante de AstraZeneca, tramitado por la oposición a través de COVAX

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El mensaje de Maduro sobre la vacuna cubana Abdala

El dictador venezolano Nicolás Maduro dijo este jueves que su régimen tiene la intención poder iniciar en julio la inmunización de la población venezolana con dosis de Abdala, la vacuna cubana contra el COVID-19 que no ha sido evaluada ni autorizada por reguladores internacionales y que aún se encuentra en fase de ensayos.

“Nosotros estamos trabajando con la vacuna china, con la vacuna rusa y comienzan ahora en abril los experimentos en Venezuela de las dos vacunas cubanas, Soberana 2 y Abdala, con la idea de que en julio ya estemos vacunando masivamente con Abdala”, dijo el líder chavista.

“Y estamos buscando otras vacunas interesantes, seguras, comprobadas y aprobadas científicamente por las autoridades sanitarias de Venezuela como debe ser”, añadió.

FOTO DE ARCHIVO: Maduro saluda
FOTO DE ARCHIVO: Maduro saluda a su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en la cumbre 17 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en La Habana el 14 de diciembre de 2019. REUTERS/Alexandre Meneghini

El domingo pasado, Maduro anunció que Venezuela recibirá la primera semana de abril 60.000 dosis de los proyectos de vacunas cubanas Soberana 02 y Abdala, que el país usará para participar en la fase final de ensayos clínicos de los posibles inoculantes.

En otra alocución televisada, informó que 30.000 unidades de cada una de estas vacunas llegarán al país para ser aplicadas en la tercera y última fase de ensayos, tal como ocurrió con la rusa Sputnik V, que escogió a Venezuela como el primer país de América para sus estudios.

La decisión ha sido ampliamente criticada por organismos sanitarios venezolanos. Este mismo jueves, el Centro Nacional de Bioética de Venezuela (CENABI) advirtió sobre los “grandes riesgos” a los que se enfrentan quienes participen en las pruebas de las vacunas cubanas contra el coronavirus.

A través de un comunicado, indicó que respalda el pronunciamiento de la Academia Nacional de Medicina -emitido el 22 de marzo- en el que cuestionó “la aplicación experimental a nuestra población, de los dos ‘candidatos a vacuna’.

“La infraestructura tecnológica de ese país se encuentra actualmente obsoleta y no existe información confiable sobre los resultados de las fases de prueba 1 y 2, que demuestren la capacidad inmunogénica del producto. La fase 3 a la que se pretende incorporar a nuestro país, busca evaluar la eficacia y seguridad del producto y supone la administración de placebo (un sustituto inerte del ‘candidato a vacuna’) en cerca de la mitad de las personas incluidas en el estudio”, afirma el CENABI.

La entidad afirmó a su vez que “el repunte que está experimentando la enfermedad por COVID-19 en una población en emergencia humanitaria compleja, no da cabida a ensayos de productos que no cuentan con una sólida base científica, como ocurre con estos ‘candidatos a vacuna’, el carvativir, el dióxido de cloro y otros productos impuestos por autoridades gubernamentales”.

La Academia de Medicina, en tanto, indicó que “lo poco que se sabe” proviene del mismo régimen cubano y que la metodología usada es “antigua” y “no ha sido probada en el caso del COVID-19″.

La Soberana 02 y la Abdala, dijo Maduro, son las vacunas del “ALBA”, el grupo de países que creó el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y que es integrado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros países americanos.

Un operario en un laboratorio
Un operario en un laboratorio en La Habana trabaja en la elaboración de los candidatos vacunales cubanos el 15 de febrero de 2021 (EFE/Ernesto Mastrascusa)

“Abdala”, a cargo del estatal Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), recibió la aprobación del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba (CECMED) para iniciar la fase 3 de pruebas, que se llevará a cabo en las capitales de tres provincias del oriente de la isla: Santiago, Guantánamo y Granma.

Cuba ya cuenta con otra potencial vacuna en esta fase final, “Soberana 02”, que a principios de este mes comenzó a administrarse en La Habana a 44.010 voluntarios de 19 a 80 años y que también será testeada en Irán, a donde han sido enviadas 100.000 dosis de la fórmula.

En contraste, el régimen reiteró el miércoles que no permitirá el ingreso al país de las vacunas de AstraZeneca -que sí ha sido aprobada por múltiples agencias reguladoras a nivel global y ya está siendo administrada en numerosos países- cuya llegada fue gestionada por el líder opositor Juan Guaidó vía el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Saluda (OMS).

Delcy Rodríguez, vicepresidente de Maduro, insistió durante una conferencia desde el Palacio de Miraflores que “el 15 de marzo nos reunimos con representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) donde informamos que Venezuela no aprobó el uso de la vacuna AstraZeneca”. “No necesitamos limosnas”, expresó.

Con información de EFE

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